25 octubre 1969

El periodista incluye en su reflexión a PUEBLO, el periódico que él mismo dirige reconociendo que silenciará siempre al sindicalista Marcelino Camacho (del sindicato ilegal comunista Comisiones Obreras)

Emilio Romero relativiza la libertad de prensa: «Ningún periódico publicará nada contrario a su línea editorial o a sus dueños»

Hechos

El 25 de octubre de 1969 el periodista D. Emilio Romero, director de PUEBLO, dedicó su sección en la revista SÁBADO GRÁFICO al concepto de la libertad de expresión.

Lecturas

En un artículo en Sábado Gráfico el director del diario Pueblo reconoce que cada periódico está limitado por el ideario de sus dueños ejemplificándolo en que Nuevo Diario nunca criticará al Opus Dei, que ABC nunca criticará a la Monarquía, que el Ya nunca criticará a Acción Católica y que Pueblo nunca atacará a la Organización Sindical. Ninguno de los aludidos replica.

El artículo del Sr. Romero:

LIBERTAD DE EXPRESIÓN

El ministro de Información, señor Fraga, ha dicho en unas declaraciones al NOTICIERO UNIVERSAL de Barcelona, que ya no pueden escamotearse a la opinión público los hechos, gratos o ingratos. Exactamente, eso es la libertad de prensa. Pero ese agudo filósofo y pacífico anarquista que es el escritor y dibujante Máximo presentaba el otro día en un dibujo a un sujeto que leía el periódico y exclamaba: “Gracias a la Ley de Prensa, hoy ya podemos leer todo lo que se publica”. Pues sí: este es el caso imperfecto de la libertad de prensa: la libertad se otorga al periódico, pues es imposible decretar una libertad de prensa para cada ciudadano. Quienes usan de la libertad son los dueños y los directores de los periódicos, que procuramos hacerlo lo mejor que podemos. La libertad del lector se reduce a leer exclusivamente lo que se publica, que no es más que una parte de lo que pasa. Por ejemplo: Josep Meliá pregunta en ND por cosas de socios y cotizaciones del Movimiento, pero en ese periódico no puede preguntar por cosas de socios y cotizaciones del Opus Dei. ABC no dice nunca ‘Príncipes de España’, sino ‘los Príncipes don Juan Carlos y doña Sofía’. YA hará cien editoriales mostrando sus diferencias con la Ley Sindical, pero no publicará uno sólo sobre sus objeciones a las normas por las que se rige Acción Católica. Y para que no digan, PUEBLO dará aire a las intervenciones de Espinosa Poveda y no dirá nada de lo que se le ocurra a Marcelino Camacho. ¿De acuerdo? Pues ni una palabra más sobre la prensa independiente y respecto a la libertad, estamos mejor que estábamos, pero la libertad sigue siendo un palabra de consumo poético y de promesa política.