4 julio 1994

PSOE e IU exigen la destitución de Monzón como inspector jefe de la Policía Municial de Madrid tras ser aireado su 'boletín' por EL MUNDO

El General Manuel Fernández-Monzón Altolaguirre forzado a dimitir como Inspector Jefe de la Policía Municipal de Madrid después de desvelar EL MUNDO los informes ‘confidenciales’ que realizaba

Hechos

En 4 de julio de 1994 D. Manuel Fernández-Monzón Altolaguirre abandonó el cargo de Inspector Jefe de la Policía Municipal de Madrid.

Lecturas

El General Monzón, inspector jefe de la policía municipal madrileña, realizaba dossiers por encargo remunerados. Él había ofrecido a D. Pedro J. Ramírez, director de EL MUNDO, que le contratara para acceder a sus informes ‘confidenciales’, pero en lugar de eso lo que hizo el Sr. Ramírez fue publicar parte de los informes en su periódico.

generalmonzon1 El diario EL MUNDO llevó a su portada la distribución y comercialización de esos ‘confidenciales’ del jefe de la policía municipal de Madrid.

FRAGMENTOS DE LOS CONFIDENCIALES QUE EL GENERAL MONZÓN REALIZABA Y REPARTÍA SOBRE POLÍTICOS Y PERIODISTAS:

Los siguientes son párrafos destacados de los informes ‘confidenciales’ del Sr. Fernández Monzón:

GOLPISMO EN ESPAÑA

«La situación, objetivamente, es más grave que la existente cuando Tejero se subió, pistola en mano, a la tribuna del Congreso. Menos mal que las circunstancias, sin embargo, son otras, y un golpe de «salvadores» presuntos ha perdido su oportunidad. Sin embargo, el desprestigio de los valores democráticos ante amplias zonas de la mentalidad nacional está ahí para quien quiera verlo».

(Carta del 11-5-94)

MERCEDES DE LA MERCED

«Mercedes de la Merced es uno de los mejores valores, actuales y futuribles, del PP. Pero la combinación de su juventud, eficacia, inteligencia y belleza es para muchos imperdonable. Por eso la atacan con esa ferocidad, malinterpretando unas declaraciones en las que simplemente se limitó a decir que Franco hizo en lo social «algo». Y eso es verdad. (…) ¿Aquí no va a tener nunca valor nadie, como en Italia, para poder decir que Franco no todo lo hizo mal, aunque la dictadura en sí sea condenable «ad integrum»?. ¡Cuánta cobardía!. (…) Y lo más lamentable, por supuesto y paradójicamente, la alegría del «parque jurásico tardofranquista» del Ayuntamiento (que tanto la odia) por el resbalón de la bella Concejala (…) No se puede criticar a una mujer tan hermosa como Merceditas de la Merced. Las piernas de Merceditas y de Celia Villalobos están por encima de cualquier confrontación política. Hay que decirlo: ¡están «buenísimas» y están en el PP!»

(Carta del 8-6-94)

NARCIS SERRA

«Hay personas que dan su verdadera talla sólo cuando están sentadas. Morfológicamente, su cuerpo se adapta al sillón como parte de una misma esencia. Hay personas que son creadas por el propio sillón.(…) Eso le pasa a Narcís Serra. Este político pierde altura si está plantado; por eso quienes le desprecian se lo imaginan de pie… Parece que a Serra la inspiración le llega a la mente desde el fondo del asiento recalentado.(…) Pero hace unas semanas, en el banco azul, Narcís Serra se puso de pie frente a dos diputados del PP que le daban hachazos… Era una imagen inédita de este político que muchos descubrieron por primera vez: un ser correoso, adaptable, ridículo, hipócrita, combativo, malvado, peligroso y desarbolado, todo a la vez».

(Carta del 8-6-94)

BERLUSCONI Y EL FASCISMO

«No hay que perder de vista el espaldarazo de Clinton a Berlusconi y su «derecha civilizada», aunque incluya gentes a las que se denomina neofascistas y que sólo son respetuosos con lo que de positivo hubo en aquel fascismo rebasado para siempre. El mensaje de Clinton debe ser escuchado aquí en el sentido de que ni Berlusconi ni el PP son neofascistas ni nada por el estilo; antes al contrario, hay que respaldar a Berlusconi allí y al PP aquí para que no crezca el «fantasma fascista duro» que ciertamente ya asoma la oreja por todo el mundo».

(Carta del 8-6-94)

INMIGRANTES

«El descomunal movimiento migratorio tercermundista -creando dentro dentro del «primer mundo» el marginal «cuarto mundo»- constituye un incentivo para el ultraderechismo que sólo la derecha democrática puede detener, no la izquierda aunque sea democrática y desde luego no el comunismo ni el neocomunismo de Occhetto en Italia y de Anguita aquí. En España sólo necesitamos alternancia entre centro-derecha (Aznar) y centro-izquierda (Felipe)».

(Carta del 8-6-94)

CAMPAÑA DE HACIENDA

«A la hora de reseñar cosas deleznables (…) anotemos ese anuncio-amenaza de Hacienda. Ahora, precisamente ahora, ha encontrado ¡700.000! declaraciones de renta irregulares y ha enviado ¡1.000.000! de cartas a ciudadanos que tienen irregularidades y errores… Esta gentuza no conoce límites. Tan mal, tan acosado y tan desesperado debe estar el PSOE. Esta es ya una pesadilla, una especie de «gulag» gigantesco, vigilado por unos modernos «SS» económicos, dignos de la peor «Gestapo».

(Carta del 8-6-94)

EL MUNDO

«¿Cómo se presta el PP a seguir yendo a remolque de las investigaciones o informaciones filtradas de EL MUNDO? ¿Cómo se está permitiendo dirigir la política de este país a Pedro J. Ramírez y quién está detrás de él?(…) Si continúa así el PP, a remolque de Pedro J., será a éste a quien terminará reclamando el pueblo como Presidente (¿no será eso lo que pretende este ambicioso periodista y quienes lo «nutren» de información tan puntual, concreta, persistente, bien elaborada y perfectamente dosificada?). Que esto es una confrontación Felipe-Pedro J.. Aznar sólo es el engolado «aprovechategui»(…)

Personalmente me empieza a dar más miedo EL MUNDO que cuanto publica. Si es instrumento de «algo» norteamericano, capaz de ponerle freno cuando los socialistas acaben, con honor o sin él, bueno va. Porque si no, la locura de este «fiscal del terror», Pedro J. Ramírez, Dios sabe dónde puede llegar no dejando «títere con cabeza». ¿Estaremos en presencia de un «golpista 94», «supermoderno» y un «torpedo antidemocrático» de nuevo cuño?»

(Carta del 25-5-94)

EL «ABC» Y LA GUARDIA CIVIL

«Lo que se ha intentado magnificar respecto de la ausencia de autoridades de la Generalitat en el aniversario de la Guardia Civil sólo es un fallo de protocolo abusivamente utilizado por el cada vez más estrafalario ABC, que se muestra cada día más implacable contra los que no pagan el «impuesto» al «enano corruptor franternal» y no digamos si además están o se les puede presentar en confrontación con los que -como la Guardia Civil- sí lo satisfacen. Que es de risa el exceso «ansoniano» con la Benemérita y sobre todo con el coronel Galindo.»

(Carta del 25-5-94)

«En este orden de cosas de los riesgos del sistema hay que anotar la «locura de amor» por la Guardia Civil, casi siempre concretado en el Coronel Galindo, que mantiene ABC (sus 100.000.000 pts. le cuesta al benemérito instituto tal «amor», vía Rafaelito Ansón). El diario «ansoniano» parece no comprender que la Guardia Civil -hoy, con el terrorismo en declive y el auge de las Policías autonómicas y locales, sin mucho que hacer- es la mayor fuerza sobre el terreno, mayor que los ejércitos desde luego, y que no conviene «azuzarla» hacia el «salvadorismo» de la Patria».

(Carta del 8-6-94)

EL PAIS

«Solución El País/polanquista/ex-felipista. El diario gubernamental se ha estado demasiados años «inventando» y respaldando al «acarismático» Narcís Serra para desaprovechar la oportunidad que se ofrece al vicepresidente, por «tontaina» que sea (que lo es), con casi todos sus rivales «tocados» o «hundidos», salvo quizás Solana. Esta solución consiste en que, inmediatamente y sin esperar a las europeas, Felipe presente su dimisión como presidente del Gobierno con el nombre de un candidato socialista en el bolsillo (por supuesto Serra, en operación idéntica a la protagonizada por Adolfo Suárez el 29 de enero de 1981, sacándose del sombrero al también «acarismático» e inútil recambio, Leopoldo Calvo-Sotelo).

(Carta del 11-5-94)

CONVERGENCIA I UNIO

«En el comportamiento de los catalanes es preciso destacar tres cosas: la primera, que el trabajo más sucio y tontorrón dentro de esta «tesis europeísta tangencial», se lo están dejando los líderes de CDC al insustancial Durán i Lleida de UDC, que, como sus otros socios democristianos del PNV, está mucho más dispuesto a «despellejar» a Aznar, su socio en el Grupo Popular de Estrasburgo (y es que ya se sabe -Sr. Herrero de Miñón «al aparato»-: quien tiene por amigos a los democristianos, ya no necesita enemigo)».

(Carta del 25-5-94)

BALTASAR GARZON

«Cuando Baltasar Garzón decidió entrar en la política algunos temieron perder un buen juez para ganar un político vulgar. Hoy debemos decir que hemos perdido un político perplejo para recuperar un juez vulgar».

(Carta del 25-5-94)

«La desaparición de Garzón supone tan sólo la desaparición de un idiota, perjudicial para cualquiera que le acoja. Felipe González hace bien en quitárselo de en medio; le ha deshecho».

(Carta del 11-5-94)

ESPERANZA AGUIRRE

«Lo de «La Pasionaria» inenarrable -la placa donde nació o vivió-, tanto por parte del «radical-comunista» Franco González, como por parte de la «radical-derechista-insoportable» Esperanza Aguirre. Lo que dijo sobre el comunismo tenía mucho de verdad, pero estúpido que fuera ella quien lo soltara».

28 Junio 1994

Carta del General Monzón (I)

Manuel F. Monzón

Leer

Querido Pedro J.:

Me refiero a la amable conversación que conmigo ha mantenido uno de tus redactores, Antonio García, en relación a mis cartas-análisis a un pequeñísimo puñado de personas. El te dejará claro cuanto yo voy a decirte pero creo que, en línea con la relación amistosa que siempre hemos mantenido, debo hacerte yo directamente algunas precisiones al respecto.

Nunca he hecho informes o boletines informativos comercializados ni con propósito de lucro.

Simplemente, un grupo siempre muy pequeño de personas ciertamente relevantes, con cuya amistad me honro, me honran a mí con su atención por mis análisis políticos totalmente privados.

Tales análisis revisten la forma de carta particular que a cada uno de los destinatarios envío directamente a sus domicilios o despachos particulares también.

Las hago absolutamente solo. Las reflexiono, elaboro, escribo y distribuyo personalmente, con la ayuda de mensajero. Y las elaboro en mi domicilio y con mis medios privados. Por pura afición a la cosa pública y con la pretensión de ayudar o poder ayudar en algo a ese puñado de amigos.

El carácter de carta particular creo queda claro en el mismo contenido y tono familiar de estos análisis, que ya conoces pues en una ocasión -hace unos dos años- te las ofrecí y envié algunas a tu domicilio particular en Fuente del Berro. Luego me indicaste dejara de enviártelas y así lo hice.

En este momento esa carta se la estoy enviando a siete personas, de las que no recibo ni una peseta, aunque es evidente que la elaboración de esos análisis, aparte de trabajo intelectual, tiene unos pequeños gastos. Puedo soportarlos y me conformo con que sean acogidos con atención y en ocasiones con cariño y agradecimiento. Algunas con cabreo, dada la sinceridad de las mismas. Por supuesto no tendría ningún incoveniente -como no lo tendrían ellos, pues nada de anómalo hay en tales cartas- en facilitarte personalmente los nombres de mis siete amigos.

Todo es claro, Pedro J., como la luz, sincero y espontáneo. Me limito a ejercer privadamente mi libertad de expresión.

Espero haberte aclarado -como esta mañana a tu educado y amable colaborador- cualquier reticencia que pudieras tener por ése mi modesto trabajo. Al tratarse de cartas privadas estrictas, en ocasiones he transcrito cosas publicadas en los medios, total o parcialmente, creo que con todo derecho. Y sin que ello deba constituir molestia para vosotros, sino, al contrario, orgullo.

Con mi mejor enhorabuena por la magistral línea de tu periódico recibe un cordial abrazo de tu amigo.

30 Junio 1994

Carta del General Monzón (II)

Manuel F. Monzón

Leer

Entiendo que cuanto publica sobre mi persona en su periódico, con fecha 30 de junio del presente año, contiene inexactitudes, falsedades e imprecisiones importantísimas y dañinas para mi persona. Por ello, le ruego dé publicidad a esta carta en el mismo lugar y espacio en que ha publicado el ataque. Ello aparte de reservarme, naturalmente, mi derecho a las acciones legales correspondientes.

Con fecha 28 pasado le escribí a usted una carta personal y explicativa del tema que hubieran debido tener el respeto de publicar junto a lo que lanzan ahora. Como no lo han hecho deberé insistir en algunos de sus puntos.

Efectivamente, y en lo que se refiere a lo publicado, se trata de cartas particulares y privadas, carácter que quienes las han recibido alguna vez conocen perfectamente y han respetado durante muchos años. Algún canalla con afán de hacer daño ha traicionado la confianza de una correspondencia privada y se la ha proporcionado a ustedes.

No hay ni ha habido jamás ningún tipo de edición, impresión, ni comercialización (extremos que lógicamente nadie podría demostrar, al tratarse de unas cartas personales y personalmente elaboradas y enviadas) ni el menor afán de lucro por ello. Nadie podrá mostrar ningún tipo de justificante de suscripción ni nada parecido que explique la existencia de ninguna comercialización o boletín de difusión pública, por restringida que fuese.

El hecho de que, por los pequeños costes que esta elaboración me supone, haya recibido o recabado una ayuda a una persona determinada y de bien ridícula cuantía por cierto, no constituye la «edición, comercialización y distribución» que ustedes me imputan. No puedo por menos de lamentar que esa ayuda, ingenuamente y creyendo que hablaba con un amigo, la haya recabado en una ocasión a usted mismo, Señor Director. Esas exclusivas 35.000 pts. apenas dan ni para pagar al mensajero.

Estas cartas tienen ya casi ¡dos décadas! de existencia y precisamente por su carácter absolutamente privado jamás han salido a la luz pues la gente elementalmente educada sabe que la correspondencia privada y particular es sagrada.

Por tal carácter particular y privado no debo responder -ni lo haré por este procedimiento- a los párrafos o fragmentos de las mismas que ustedes han sacado de contexto con la exclusiva finalidad de hacer daño. Otra no puedo comprender. Este sacar a relucir y a la luz pública cartas privadas lo encuentro miserable.

Por el tantas veces repetido carácter particular de esas cartas no veo dónde está el inconveniente en que yo transcriba o utilice artículos o párrafos de artículos publicados en los medios de comunicación. Soy muy dueño, siempre con ese carácter privado, de hacer mío, en correspondencia con un amigo (no cabe duda de que no lo es quien me ha hecho esta canallada, facilitándoles a ustedes las cartas a él dirigidas), lo que me parezca y sin necesidad de entrecomillar nada. Por lo demás y por mi boca no sabrá nadie jamás quienes han sido los receptores de estas cartas ya que me temo sea ésa la finalidad escandalosa de esta andanada. Yo no traicionaré a quienes me han honrado y me honran con su amistad. Y esos nombres, al tratarse de una correspondencia personal, sólo los conozco yo. De modo que si, por elevación lo que se ha pretendido/pretende es dañarles a ellas, trabajo inútil.

El colmo del despropósito es que se aluda en su «información» a persona para mi tan querida y respetada como Don Alberto Oliart Saussol. El Señor Oliart no sólo no ha prestado sus «buenos oficios» para esas falsas suscripciones sino que jamás ha recibido las cartas en cuestión. Se trata, pues, de la falsedad mayor de su imputación o de la del delator.

Si en este desgraciado país todo el mundo debe responder del contenido de su correspondencia privada públicamente, es que hemos llegado al final y a vivir pendientes del delator impune de turno. Usted, señor Director, su «chivato» y yo sabemos de quién se trata. Como este asunto no va a acabar aquí conviene que seamos conscientes los tres de lo que ahora comienza.

No me queda sino lamentar profundamente que hayan visto la luz impresiones íntimas sobre personalidades del Ayuntamiento de Madrid, a las que debo y profeso en mi actividad policial el mayor respeto. Sólo espero que sepan perdonarme por ello a título personal.

02 Julio 1994

Están buenísimas

Rafael Torres

Leer

El general Monzón es un bárbaro: encuentra que están «buenísimas» Celia Villalobos y Mercedes de la Merced. Semejante distorsión de la realidad podría ser, en otro caso, inocua, no así partiendo de un tipo que tiene a su cargo una fuerza de cinco mil agentes armados deambulando por la ciudad.

El general de brigada Manuel Fernández Monzón, que no sólo ha devuelto al género epistolar todo el esplendor de antaño, sino que lo ha hecho rentable como no lo fue nunca, es, sin más, otro producto del fascismo light de Alvarez del Manzano, si bien le echa más morro que ninguno. Ahora bien, ni su personalidad atrabiliaria, ni sus ribetes de conspirador decimonónico, ni siquiera los pequeños esfuerzos que hace para adaptarse a un sistema político que le repugna, pueden ocultar el peligro que ese militar lleva dentro. Claro que el peligro le venía, como a tantos otros, del cargo que ocupaba.

Sólo a un personaje así, tan irreal, delicuescente y obsoleto, podría inspirarle Mercedes de la Merced las cosas que a Monzón le inspira: «Bella concejala», «hermosa Merceditas», «buenísima» y dueña de unas piernas «por encima de cualquier confrontación política». Estos requiebros antañones, estas obsequiosidades de principios de siglo (no de éste, sino del anterior), bastarían para trazar el perfil psicológico del hasta hoy inspector jefe de la Policía Municipal de Madrid, pero hay más: hay en sus Ecos de Asmodeo un sentido de la vida tan catastrófico, tan banal, tan cuartelario, tan irresponsable, que no es extraño que su tropa, los militarizados agentes de la Policía Local, haya batido todos los records en la ventanilla de denuncias del Defensor del Pueblo.

Por supuesto que bajo «ideas» como las que regurgita este caballero hay siempre algo de corrupción, en este caso, por lo visto, el escamoteo a Hacienda de los ingresos que le reportan sus «cartas confidenciales», pero la corrupción peor, la que nos importa, es la que incuba un sistema, un partido, un equipo de Gobierno municipal para que sobre individuos así, que encuentran «buenísimas» a Celia Villalobos y a Mercedes de la Merced, que odian a los sindicatos, que convierten un cuerpo civil auxiliar en algo parecido al Tercio, recaiga la responsabilidad de velar por la convivencia ciudadana.

Alvarez del Manzano, el creador de ese pequeño monstruo, le ha destituido ahora, no a causa del insulto al pueblo madrileño que supone la pervivencia de ese señor en el cargo, sino porque en sus panfletos parece que le llama «jurásico», «tardofranquista» y otras cosas de parecido jaez. Pero ésas son cosas entre ellos, pues entre los ciudadanos lo que hay, a causa de sus cosas precisamente, es un caos de ruido, de mugre, de obras interminables, de proyectos faraónicos y de agentes asilvestrados que maltratan a las personas.

03 Julio 1994

Monzón

Francisco Umbral

Leer

El general Monzón es el último asonado del XIX, el último amotinado, el último pronunciado. Dice Cándido que nuestro XIX rebosa de periodistas. De lo que rebosa es de espadones, y no sólo el de Loja. El último espadón, con espadón impreso, guerra de letras, es el general Monzón.

Creíamos que tan ilustre tradición se había terminado con Tejero, a quien Monzón invoca mucho, pero ocurre que sigue en él mismo, y a mí Monzón me parece una pieza para llevarla al Museo del Ejército, que está detrás del Prado (la pintura ocultando los cañones), junto a la artillería tomada al moro. Lo que no veo yo es esa manera de cesar al general Monzón, o de hacerle que cese, porque hacía la guerra por su cuenta, una guerra como de García Márquez, que el general sacaba 30.000 púas por boletín beligerante. Monzón es un salvapatrias que te salva la Patria por treinta mil, lo que cuestan unas cigalas en un sitio correcto. Los amotinados románticos estuvieron siempre a sueldo del capital, del Poder (leed a Valle, coño, que ya está bien de Fortunata y la otra), pero las cosas han cambiado, o sea los tiempos, y Monzón ya no encuentra quien dé un ducado por su boletín. De modo que se autofinancia y va salvando España, va ganando una guerra, lástima que se lo hayan cortado en seco, aquí una denuncia de este papel, Pedrojota siempre tiene que joderlo todo, las cosas más bonitas de Madrid, porque él es medio etarra y no nos quiere.

Pero Monzón es una figura muy madrileña. Yo a Monzón lo veo en la Puerta del Sol vendiendo su prospecto salvapatrias, salve la Patria por quinientas pelas. Monzón viene de Sawa, de Répide, de Retana (cantado por Villena), Monzón es una viñeta madrileña y tardía que habría que musear y no tratarle como lo han tratado.

Todo empezó cuando el alcalde Alvarez del Manzano y de la cosa, que es la derechona en cuerpo y alma, puso de jefe de la guardia municipal a un militar, a un general, que militarizó el Ayuntamiento, o sea. El nombramiento de Monzón fue muy criticado por los políticos y los medios, pero Aznar no dijo nada, y Aznar, que recibía últimamente la hoja parroquial de Monzón, sin haberla pedido, tampoco dijo nada, para que sepan ustedes lo que trae la derechona, generales golpistas hasta entre los guardias de la porra. O Aznar no tiene reflejos o ampara a estos salvapatrias románticos y letales. Lo cual que sigan ustedes votando PP, venga a donde está el sabor, venga al sabor del franquismo. Ahora, Alvarez del Manzano y de la cosa se encuentra con un militar del museo de cera que debiera estar en Sol, ya digo, entre los vendedores de gomas de paraguas, los trileros esquina Carmen, los manfloritas, los anarquistas de la librería San Martín, los chaperos, los ramoncines, las negronas del avío y aquéllos que dijo Ramón: «Las almas de los sablistas muertos flotan en la Puerta del Sol». Ahí es el sitio de Monzón, pregonando su prospecto salvapatrias y follamadres hasta reunir las 30.000 para tabaco, que Asunción se lo hace de picadura de Roldán, que Asunción tiene unos tics y fuma celtas, y Monzón se sacó un libelo por ganar para tabaco, que lo del sueldo hay que entregarlo en casa, de paso que liberaba España ofreciéndote el Glorioso Alzamiento y la Santa Cruzada por la voluntad. De tipos así está llena la derechona que viene, salvo Martín Villa, que ahora está en el flash y es muy listo y medio paisano mío, por leonés. Pero lo que se ve a trasflor, o sea la fauna, son tipos como Matanzo, Monzón y Mercedes de la Merced, motines, pronunciamientos y asonadas por la España eterna, fuera el rojo. Se les ve ya en sus traspatios, reunidos, clandestinos y ominosos. ¿Podría Aznar cortar con todo eso? Me duele por Monzón, que nos gustan las mismas, Celita y la Mercedes, el piernamen. Yo soy un pronunciado de los otros.

30 Junio 1994

La singular vocación periodística de Monzón

Pedro J. Ramírez

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El general Manuel Fernández Monzón, Jefe de la Policía Municipal de Madrid, tiene una singular vocación periodística. En sus ratos libres se dedica a confeccionar una ‘carta confidencial’ por la que cobra 30.000 pesetas mensuales a algunos de sus suscriptores. Monzón descalifica a numeroso líderes políticos y arremete contra los principales diarios nacionales. Dice que hay que ‘machacar’ a González, tacha a Aznar de ‘engolado’, llama ‘malvado’ a Serra, compara a Hacienda con el ‘gulag’ y vierte piropos machistas sobre las piernas de Mercedes de la Merced y Celia Villalobos. ¿Qué pretende insinuar cuando afirma que la situación actual es objetivamente más grave que la existente cuando Tejero asaltó el Congreso? «Es sólo un entretenimiento», asegura Monzón. Un entretenimiento obviamente incompatible con su actual cargo. ¿Reaccionará esta vez Álvarez del Manzano?

02 Julio 1994

El mayor error de Álvarez del Manzano

Luis María Anson

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El balance de sus tres años al frente del Ayuntamiento madrileño es altamente positivo para Álvarez del Manzano, y las últimas elecciones europeas así lo demuestran. Como en toda gestión hay claros  oscuros, aciertos y errores. Pero predominan los claros y los aciertos, sobre fallos circunstanciales, sobre todo en materias de circulación limpieza de la ciudad y seguridad ciudadana. En todo caso el mayor error del Alcalde fue el nombramiento de un pobre desequilibrado al frente de la Policía Municipal. Como Álvarez del Manzano es hombre de suerte, el pasaje que ha terminado con la carrera política de Manuel Monzón tiene escaso relieve. No sabe el Alcalde de la que se ha librado y del lío en que un hombre con las características de Monzón podía haberle metido. El general dimitió ayer ante el unánime clamor popular. Las cosas se resolvieron para el Alcalde sin más desgastes.

01 Julio 1994

RADARES

Eduardo Haro Tecglen

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Hay radar en Madrid capital. No sé si lo maneja la guardia municipal, que ha crecido en funciones y armamento, en número y sexo: en tiempos recientes eran ‘guardias de la porra’: y no pegaban con ella (tampoco había negros, y casi ningún marroquí), sino que dirigían el exiguo tráfico. No tenían un general, con pintoresco uniforme, mandándoles. Un general duro y rudo. ABC le regaña, en un sub-editorial (en su estilo: áspero, insultante), porque vende por suscripción (30.000 pesetas mensuales) un boletín confidencial que hace él solo: dice horrores. Yo me enteré de quien era Monzón por la columna que escribía en ABC, precisamente: creo que por los días del golpe de Tejero-Milans-Armada, y se le veía la oreja. Ninguno de los dos (ABC, Monzón) ha cambiado nada, y sus orejas siguen siendo las mismas; pero ahora hay un estado de sensibilidad que puede hacer culpable a quien roce algo, y conviene distanciarse.

Vi a Matanzos (por seguir en lo municipal) Matanzos se sale de las sesiones ya divierte que puede formar un grupo propio: está seguro de que llevaría al Ayuntamiento seis o siete concejales.

Con otros tantos de Monzón y los que saque desde Europa Mercedes de la Merced, el ayuntamiento del PP puede ser peligroso