24 febrero 2024

Desde septiembre de 2022 estaba fuera de los telediarios

Fin de una era en TVE: Ana Blanco se jubila y se retira de las pantallas tras una última etapa en ‘Informe Semanal’

Hechos

El 24 de febrero de 2024 Dña. Ana Blanco presenta por última vez ‘Informa Semanal’ en lo que supone su retirada como presentadora de RTVE tras solicita acogerse a jubilación anticipada.

25 Febrero 2024

La era después de Ana Blanco

La reina de los telediarios deja el trono vacante porque a ningún relevo le cabe la corona

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(EL PAÍS tuvo que modificar su artículo por el error que cometió Sergio del Molino diciendo que Ana Blanco empezó con Aznar, cuando empezó en 1990 con Felipe González)

En un país donde las presentadoras del Telediario se convierten en reinas, la reina de los telediarios abdica y deja el trono vacante. Y no por falta de relevos, pues la prole de esta forma de nobleza televisiva es amplia y vigorosa. No han de faltar buenos presentadores de informativos, tanto en la pública como en las privadas, muy dignos de la digna estirpe en la que se criaron, pero me temo que a ninguno le cabe la corona. Podrán ser Carlos de Inglaterra, no la reina Isabel. Esa se llama Ana Blanco y, desde ayer, los espectadores tenemos que acostumbrarnos a vivir sin ella. Corrijo: tenemos que resignarnos, porque las ausencias se sufren siempre.

La cara enmarcada de Ana Blanco, con su peinado canónico y su seriedad imperturbable, hizo las veces de Madonna en la España descreída y laica de la democracia. Una Madonna de verdad, renacentista, como la de Antonello da Messina, no como la de Like a Virgin. Un ícono con tilde, como los bizantinos, no como los iconos sin tilde del pop. Y no porque la del teleprompter fuera palabra revelada ni porque su aparición tras la sintonía del Telediario fuese una aparición mariana, sino porque su imagen en la pantalla era signo de unidad en un país que prefiere los signos de discordia. Salía Ana Blanco y todo el mundo escuchaba con inocencia y atención. Hasta los más cínicos del barrio asentían.

Por eso Ana Blanco ha sido la Madonna de TVE con cuatro presidentes, dos populares y dos socialistas. Empezó con Aznar y se ha jubilado con Sánchez sin que los espectadores más atentos a la dirección de los vientos que soplan de la Moncloa le detectasen un solo cabello despeinado. Ya podía llover fuego ministerial y de agitprop sobre Torrespaña, que Ana Blanco impartía la eucaristía informativa diaria con el mismo sosiego y esa extrañísima y brillante forma de marcar estilo renunciando a todos los rasgos del estilo personal, para poner el gesto, la mirada y la voz al servicio de la neutralidad.

No sé qué vamos a echar más de menos, si esa capacidad divina de trascenderse a sí misma (en esta época hipersentimental que exige lo contrario) o su elegancia para el consenso. Desde hoy vivimos en una nueva era, la d. A. B. ―después de Ana Blanco―, y yo anticipo que no va a ser fácil ni bonita.

02 Marzo 2024

Ana Blanco

María José Navarro

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Por primera vez en muchos años hoy ya no veremos en TVE a Ana Blanco. Durante casi treinta y cuatro años, fue el rostro más elegante de la información del ente público. Llegó en 1990 y casi por casualidad, a los informativos de fin de semana. Se presentó a un casting por consejo de una amiga y fue elegida entre todos los candidatos. Si alguno de Vds ha pasado alguna de esas pruebas de cámara ya sabrá lo que sufre, lo incómodo que es, la cantidad de carne que se te nota y la inseguridad que te crea. Ana debió hacerlo como después lo hizo durante casi treinta y cuatro años: todo perfecto. No había nada que le cambiase el gesto, porque de eso hizo su marca, su sello, de la sobriedad, la sencillez y el rigor. Nadie diría que, años antes de llegar a TVE, estuviese pinchando 40 Principales en Bilbao, así que, se le presupone un espíritu dicharachero y molón (cuando me pongo antigua es que lo bordo con el lenguaje) que viró drásticamente a una pose impoluta y siempre impecable. Y resulta que, con sus magníficos 63 años le ha pedido a la Corporación su jubilación anticipada.

El sábado pasado se despidió escuetamente de sus telespectadores de Informe Semanal. “Por mi parte, esto ha sido todo. Muchísimas gracias por su confianza y su compañía durante todo este tiempo. Adiós y muy buenas noches’. Así que, no sólo que tenga el suficiente temple para saber y querer retirarse del primer plano, sino que encima lo ha hecho con tanta finura, con tan poca afectación, que merece toda nuestra admiración. Basta ya de la gente que necesita despedirse mucho, creer que va a dejar un hueco insuperable, que tiene que decir algo bonito para que se haga mucho ruido con su ausencia. Ana Blanco lo tiene clarísimo: en la tele, al día siguiente de irte, ya no existes, así que queda muy ridículo decir adiós de manera rimbombante. Y tiene otra cosa pensada. Que dar lugar a que te echen de más, es tremendamente peligroso. Así que, gracias, señor. Gracias por tanto andar de puntilla, que es como se dan los mejores zapatazos.