23 septiembre 1983

Ha contado con el apoyo del director de ABC, Luis María Anson, con quien trabajó en LA GACETA ILUSTRADA y que todavía está vinculado a LA VANGUARDIA mediante el Consejo de Dirección

Francesc Noy Ferrer es nombrado director del diario LA VANGUARDIA tras el efímero mandato de Lluis Foix

Hechos

El 23.09.1983 D. Francesc Noy tomó posesión como director de LA VANGUARDIA.

Lecturas

D. Lluís Foix tomó posesión como director de LA VANGUARDIA en enero de 1983 y apenas ha estado seis meses en el cargo.

EL DIRECTOR ADJUNTO

zap_8IbañezEscofet  Como ‘hombre fuerte’ de la nueva redacción de LA VANGUARDIA emerge D. Manuel Ibañez Escofet, de indudable afinidad pujolista, que ocupará el cargo de Director Adjunto.

El mandato de D. Francesc Noy Ferrer al frente de LA VANGUARDIA durará hasta noviembre de 1987. 

14 Septiembre 1983

Cambio de dirección en LA VANGUARDIA

Lorenzo Contreras

Leer

El mundo interno de la prensa sufre cambios. Nos llega ahora la noticia de que Luis Foix ha sido reemplazado en la dirección de LA VANGUARDIA por Francesc Noy, hombre perteneciente al staff editorial del influyente diario barcelonés y catalanista de ideología y sentimiento. A favor de Noy se ha resuelto una larga lucha de influencias organizada a partir del instante en que el propietario de LA VANGUARDIA, Javier Godó, decidió prescindir del tal vez excesivamente profesionalizado Luis Foix. En esa lucha de sucesores, entablada a espaldas del propio Foix, participaban el ex director del periódico Horacio Saénz Guerrero y, por supuesto, Noy. Había un tercero en discordia, llamado Antonio Franco Estadella, director de la edición catalana de EL PAÍS y hombre de indiscutible prestigio.

Pero sucedió que Franco exigía para aceptar la oferta que Godó nada menos que la presencia de un equipo suyo en LA VANGUARDIA, amén de determinados despidos en el grupo editorial o de pensamiento, donde figuran hombres tan caracterizados como el ex director de TELE/EXPRÉS Ibález Escofet o el ex director de EL CORREO CATALÁN Lorenzo Gomis. Ni que decir tiene que el propio Noy iba a estar concernido posiblemente por esta depuración que Franco Estadella exigía. El resultado fue que Javier Godó dijo no a estas condiciones, con lo cual un periodista relativamente joven como Franco, pasa a la historia de la Prensa barcelonesa como hombre que rehúsa convertirse en director de uno de los más importantes periódicos peninsulares. Porque, según nuestras noticias, el interesado antepuso rígidamente sus condiciones a la aceptación de la oferta que se le formulaba.

La interpretación inmediata que el cambio de director en LA VANGUARDIA se ha dado en los medios periodísticos ha sido muy precipitada y elemental. Se ha pretendido, en efecto, que la Generalidad ha hecho presión para que un hombre adscrito plenamente al mundo de sus simpatías se convierta en director del periódico-institución de Cataluña. Sin embargo, se abriga la impresión de que el episodio ha tenido causas menos completas y, sobre todo, menos políticas. El señor Godó, en realidad, según nuestras versiones, quiso liquidar cuanto antes una situación inestable e incómoda.

Horacio Sáenz Guerrero, hombre de gran solera en el mundo periodístico catalán, no ha podido recuperar la dirección de LA VANGUARDIA, cargo que ostentó durante más de una década, desde que sucediera al famoso Juan Aznar.

Las referencias que sobre Noy se tienen son las de un intelectual serio, en el que las cualidades periodísticas aparecen abrigadas por el hábito del discurrir editorial. En cuanto a Franco Estadella, es de suponer que su entrada en el mundo de las negociaciones con Javier Godó ha estado relacionada con un descontento previo como director de EL PAÍS.

Lorenzo Contreras

El Análisis

PUJOL TOCA LA TROMPETA

JF Lamata

Lluís Foix sabía perfectamente quienes habían pedido su cabeza: Jordi Pujol, Macia Alavedra y Lluís Prenafeta. Pero lo más duro no era que el pujolismo pidiera su cabeza sino que Godó se la hubiera dado. Godó quería estar cerca del Gobierno del PSOE, pero justo en aquel momento Pujol tocó la trompeta. Comenzaba la guerra entre Felipe González y Jordi Pujol con el caso Banca Catalana como herramienta de ataque. En aquellos momentos no podía permitirse una ‘Vanguardia felipista’. Tocaba un director transparente y un director adjunto, Ibéñez Escofet, al servicio del pujolismo. A Godó le tocaba esperar a que las aguas se calmaran antes de buscar congraciarse con el felipismo en búsqueda de su codiciado canal de televisión.

J. F. Lamata