14 abril 1981

Barrera de Irimo y el Conde de Bugallal pasan a la Junta de Gobierno de EDICA

Francisco Guijarro vuelve a la presidencia del diario YA y la Editorial Católica (EDICA) ante su crisis

Hechos

El 14.04.1981 la prensa informó de los cambios en el Consejo de Administración y la Junta de Gobierno de la Editorial Católica S. A.

Lecturas

Desde febrero de 1981 José María Castaño era director del YA. 

D. Francisco Guijarro Arrizabalaga es elegido el 13 de abril Presidente del Consejo de Administración de la Editorial Católica (EDICA) sustituyendo a D. José Ramón Fernández-Bugallal. Junto al Sr. Guijarro Arrizabalaga entran como consejeros D. Mariano Sebastián Herrador, D. Luis Alberto Petit Herrera y D. Javier Rico Gambarte. D. José Ramón Fernández-Bugallal y D. Antonio Barrera de Irimo abandonan el Consejo de Administración para pasar a ser miembros de la Junta de Gobierno de EDICA desde donde seguirán influyendo de la línea editorial.

BUGALLAL Y BARRERA DE IRIMO SALEN DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN

 El hasta ahora presidente del Consejo de Administración de EDICA, D. José Ramón Fernández-Bugallal y el consejero y ‘hombre fuerte’ del mismo D. Antonio Barrera de Irimo, salen del consejo, pero no pierden toda su influencia en el periódico YA dado que pasan a la Junta del Gobierno de la Editorial Católica, órgano supervisor de la línea editorial del medio.

El nuevo Consejo estará presidido por D. Francisco Guijarro y de él también formarán parte D. Mariano Sebastián Herrador, D. Luis Alberto Petit Herrera y D. Javier Rico Gambarte.

El Análisis

DEMASIADOS BANDAZOS

JF Lamata

José María Castaño había introducido un poco de impulso al YA, que hasta entonces estaba muy debilitado, pero eso no se estaba traduciendo en que ganara lectores. La Iglesia Católica, que en teoría patrocinaba al YA, no le agradaba la identificación que se estaba causando entre el YA y el franquismo nostálgico, en una extraña competición con EL ALCÁZAR convirtiendo a Emilio Romero y Ricardo de la Cierva en sus principales firmas.

Pero la Iglesia no podía pretender que EDICA siguiera sus dictados si no aportaba capital. Y ese sería el siguiente paso que darían los obispos a partir de junio de 1982.

J. F. Lamata