22 septiembre 2007

Los directivos de LA SEXTA, Ferreras y Contreras (ambos ex periodistas de PRISA) replican a las acusaciones

‘Fuego Amigo’: el diario EL PAÍS denuncia que un grupo de amigos de Zapatero (LA SEXTA) han enconado la ‘2ª Guerra del Fútbol’

Hechos

  • El diario EL PAÍS publicó el día 22.09.2007 una información relativa al conflicto por la gestión de los derechos de emisión de los partidos de fútbol en el que aludía expresamente a directivos de LA SEXTA a los que vinculaba con el presidente del Gobierno, D. José Luis Rodríguez Zapatero.

Lecturas

‘LOS AMIGOS DE ZAPATERO’ SEGÚN EL PAÍS

miguel_barroso D. Miguel Barroso Ayats (Ex Secretario de Estado de Comunicación y pareja de Dña. Carme Chacón)

contreras D. José Miguel Contreras Tejera (Consejero Delegado de LA SEXTA y socio fundador de Globomedia)

ferreras D. Antonio García Ferreras (Director General de LA SEXTA y ex director de la Cadena SER).

Fuego_Amigo_02

EL EMPRESARIO BENEFICIADO

zap Roures_Goya La cabeza visible de la productora Mediapro era D. Jaume Roures, lo que le convertía en la ‘bestia negra’ para el Grupo PRISA, por el conflicto de los derechos del fútbol. Era accionista de referencia de LA SEXTA (dentro de la sociedad Imagina junto a los Sres. D. José Miguel Contreras o D. Emilio Aragón). El holding Imagina realizaba los principales programas de TVE como ’59 Segundos’, ‘España Directo’ o ‘Las Mañanas de la 1’. Esa misma semana iba a anunciar el nacimiento de un nuevo periódico de papel: PÚBLICO.

LOS PROGRAMAS DE LA SEXTA ALUDEN A ‘LA SEGUNDA GUERRA DEL FÚTBOL’ CONTRA SOGECABLE (GRUPO PRISA)

zap_buenafuente_pais Si el Grupo PRISA usó a EL PAÍS contra Mediapro, Mediapro usó su mejor baza para defenderse: los programas de televisión de humor de LA SEXTA, como ‘El Intermedio’ o ‘Buenafuente’ que trataron de ridiculizar la postura de PRISA. En el programa ‘Buenafuente’ se comentó con sarcasmo el hecho de que EL PAÍS criticara al Gobierno Zapatero [por favorecer, según ellos a Mediapro], dando a entender que PRISA había apoyado siempre al PSOE y ahora los criticaba por perjudicar sus negocios: «¿EL PAÍS diciendo que el Gobierno nos la quiere colar? ¿EL PAÍS criticando al Gobierno? ¿Qué va a ser lo próximo, Iñaki Gabilondo pidiendo el voto para Rajoy?»

22 Septiembre 2007

"Fuego amigo" desde el entorno presidencial

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Un grupo de amigos de Zapatero, al frente de La Sexta y Mediapro, encona el conflicto del fútbol

El ex presidente del Gobierno Felipe González manifestó el pasado jueves en Madrid, durante el acto cívico en homenaje del fallecido presidente de PRISA, Jesús de Polanco, su preocupación por las consecuencias de la llamada segunda guerra del fútbol (la ruptura por parte de la productora Mediapro del modelo de explotación de los derechos televisivos). «Me preocupan el fuego amigo, los daños colaterales y otras cosas absurdas que estamos viviendo. (…) Como en la guerra de Irak, hay dos versiones. Y la segunda de la de Irak no parece que esté resultando tan apropiada como la primera. Me preocupa», remachó el líder socialista en un mensaje dirigido a los ministros del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero presentes en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, encabezados por la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.

Las palabras de González tuvieron un impacto inmediato en el auditorio y han provocado revuelo y alarma en el seno del Gobierno y del PSOE. ¿La razón? Varios de los implicados en la citada guerra del fútbol, en particular quienes con su comportamiento han provocado el conflicto, son personas que se dicen próximas al entorno del presidente Zapatero.

Éste fue, precisamente, el sentido de la pregunta que el director de EL PAÍS, Javier Moreno, realizó a Zapatero en la entrevista que el periódico publicó el pasado día 3 de septiembre. «Algunos de los accionistas del grupo que está violando los acuerdos firmados

[para la explotación de los derechos del fútbol], se proclaman amigos suyos. Entiendo que eso supone un conflicto político», señaló Moreno cuando el presidente aseguró desconocer cualquier asunto relativo a derechos de emisiones de fútbol por televisión. «Yo, afortunadamente, puedo tener amigos en muchos campos, incluso en los medios de comunicación. Tengo amigos en todos los grupos. Por lo menos yo creo que tengo amigos», respondió el jefe del Gobierno.

Por amigos de Zapatero pasan varios de los más destacados accionistas, directivos y promotores de la cadena de televisión La Sexta, de la que es accionista la productora Mediapro, cuyo presidente, Jaume Roures, promueve el periódico Público, de próxima aparición. Felipe González también lanzó un mensaje sobre este asunto en el homenaje a Polanco cuando recordó cómo se deshizo de los «periódicos del Gobierno». «No quería tenerlos. Me parecía una contradicción en sus términos», señaló.

La cadena de televisión La Sexta nació de una ley ministerial de julio de 2005. Esa ley fue diseñada por Miguel Barroso, entonces secretario de Estado de Comunicación. Barroso abandonó su puesto dos meses después de publicarse dicha ley (denominada Ley de medidas urgentes para el impulso de la televisión digital terrestre, de liberalización de la televisión por cable y de fomento del pluralismo). El consejero delegado del nuevo canal de televisión, José Miguel Contreras, había sido socio de Barroso en varias iniciativas relacionadas con la comunicación y la imagen de candidatos socialistas y pasaba por ser un viejo amigo de Zapatero, con el que compartía su afición al baloncesto. Diversas fuentes aseguran que Contreras forma parte de los amigos del presidente con los que juega algún que otro partidillo en La Moncloa.

Tras su paso por el palacio presidencial, Barroso pasó a dirigir la Casa de América, un consorcio integrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital.

Durante años, Barroso y Contreras compartieron tareas de asesoría de imagen para las campañas de líderes socialistas, entre ellos Felipe González, Joaquín Almunia o el propio Rodríguez Zapatero. Más recientemente, y según personas próximas a ellos, también ayudaron en las campañas por la alcaldía de Madrid de la secretaria de Estado Trinidad Jiménez y Miguel Sebastián, ex asesor económico de Zapatero y gran amigo del presidente.

Barroso y Contreras también colaboraron en negocios relacionados con el mundo de la comunicación que desembocaron en la creación del Gabinete de Estudios de la Comunicación Audiovisual (GECA) y en una alianza con la productora Globomedia, liderada por Emilio Aragón y promotora de series de éxito como Médico de Familia, Periodistas, Policías, Un paso adelante, 7 vidas, Aída o Los Serrano.

El director general de La Sexta es Antonio García Ferreras, que trabajó como profesor, con Contreras, en la cátedra de Carmen Caffarel en la Universidad Rey Juan Carlos. Ellos fueron importantes valedores de Caffarel cuando ésta fue nombrada directora general de Radiotelevisión Española, en 2004. Entonces se destacó que, desde la cercanía del nuevo poder socialista, la influencia de ambos era destacada en La Moncloa.

El núcleo duro del accionariado de La Sexta (con un 51%) está formado por GAM, un consorcio de productoras en el que Globomedia (a través de su matriz, el Grupo Árbol) y Mediapro tienen la mayoría de control. En GAM también participan las productoras Bainet, del cocinero Karlos Arguiñano (12%), y El Terrat, presidida por el showman Andreu Buenafuente (8,25%). Drive, de José Manuel Lorenzo, abandonó este grupo poco después del arranque de La Sexta. Más tarde entró en el accionariado la caja de ahorros vasca BBK, que posee el 9,8%. La televisión mexicana Televisa es propietaria del 40% del capital de La Sexta y Gala Capital del restante 9%.

Árbol y Mediapro sellaron su fusión en 2006 y crearon el holding Imagina, al que se adhirió en abril de 2007 el grupo inversor Torreal, de Juan Abelló, que compró el 20% del capital.

La cabeza visible de Mediapro es Jaume Roures, socio de Contreras en La Sexta y a quien atribuyen una magnífica relación con Barroso. En las últimas semanas, Mediapro y La Sexta han combinado sus actividades e intereses, en connivencia con la Liga de Fútbol Profesional y TV3, para perjudicar a Sogecable (grupo propietario de Canal + y Digital + y cuyo principal accionista es PRISA, editora de EL PAÍS) en el conflicto del fútbol televisado. En las dos últimas semanas, Sogecable ha caído en Bolsa un 5,57%.

De la buena relación entre Rodríguez Zapatero y los socios de La Sexta da idea la autorización del presidente del Gobierno para que un equipo de producción de Mediapro, la empresa de Roures, le acompañara durante meses en casi todos los viajes que hizo (incluido un partido del Barça que vio con Guardiola, contratado por Roures para el reportaje). Mediapro tiene contratos con TVE, entre otras cadenas, y produce, por ejemplo, los programas España Directo o 59 segundos (hasta el comienzo de la actual temporada). También se hizo en 2004 con el contrato para emitir la señal del Canal Parlamentario, que difunde las imágenes de todas las actividades del Congreso de los Diputados.

Roures es también el principal promotor del periódico Público. El proyecto de dicho diario le fue presentado a Zapatero hace ya bastantes meses, como ha admitido el propio presidente en círculos íntimos. Zapatero, aseguran fuentes próximas a él, ve «con simpatía» la llegada de un periódico que esté «más a la izquierda que EL PAÍS». «Si Zapatero quiere, el periódico saldrá; y, si no quiere, no saldrá», aseguraban a comienzos de año algunas fuentes próximas a Moncloa. El jefe del Gobierno niega tener semejante influencia.

Tanto Barroso como Contreras o García Ferreras eluden todo comentario sobre estas cuestiones. Miguel Barroso declara a EL PAÍS que no tiene nada ver con asuntos relacionados con los medios de comunicación «desde hace tiempo», y renuncia a hablar sobre temas que pertenecen, dice, a su vida privada, como sus supuestas relaciones con quienes diseñan la estrategia de comunicación de Moncloa o la propia estrategia de desarrollo de La Sexta. La Casa de América es su única preocupación ahora, declara.

Antonio García Ferreras afirma que es amigo de Zapatero «igual que de Chaves, de Egibar y de muchos otros políticos». La suposición («una leyenda urbana», según él) de que acude con frecuencia a La Moncloa a jugar al baloncesto con el presidente del Gobierno la desecha con el argumento de que él está lesionado desde hace tiempo, así que eso «es una mentira y una falsedad».

García Ferreras atribuye el interés por relacionar su amistad supuesta con Zapatero al actual conflicto del fútbol al «nerviosismo de PRISA». García Ferreras fue director de la cadena SER hasta 2004. Allí, dice, se fraguó su amistad con el presidente «y con muchos otros líderes políticos españoles».

Para algunos, Ferreras fue un gozne decisivo en la relación del entonces presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, con Zapatero, a quienes puso en contacto en momentos decisivos de la llegada del presidente a La Moncloa. Ferreras sería luego elegido por Pérez como director general de Comunicación del club blanco.

29 Septiembre 2009

INFORMACIONES ENCONADAS

José Miguel Contreras & Antonio García Ferreras

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Por nuestra parte, al igual que Don Jesús de Polanco, no responderemos a la calumnia de los que no saben competir lealmente.

Observamos con preocupación la deriva informativa que, en relación con el conflicto por la gestión de los derechos del fútbol, ha experimentado EL PAÍS durante las últimas semanas. A falta de argumentos legales o empresariales no comprendemos su empeño en desplazar el centro de atención de este asunto hacia una vertiente estrictamente personal, salvo que dicho afán esté justificado por la defensa de los intereses económicos de su grupo de comunicación. Si así fuera, permítanos recordarle que la difusión de simples rumores o insinuaciones sobre nuestras relaciones privadas carecen de toda protección constitucional, máxime cuando no tienen otro objetivo que el de situarnos como supuestos participantes en una red de favores por parte del Gobierno, intentando dañar gravemente de esta manera nuestra trayectoria personal y profesional.

Señor director, los rumores no son noticia, lo aprendimos trabajando en EL PAÍS y en la SER; hay que evitar el recurso de disimular como fuentes informativas aquellas que sólo aportan opiniones; la firma de una información es parte de su aval y de manera muy especial en el caso de aquellas presumiblemente polémicas. Son nuestras normas de deontología y son las de su Libro de Estilo, las cuales le invitamos a que repasen y, sobre todo, a que las apliquen. Por nuestra parte, al igual que Don Jesús de Polanco, no responderemos a la calumnia de los que no saben competir lealmente.

José Miguel Contreras y Antonio García Ferreras

22 Septiembre 2007

PRISA se 'venga' de un indiferente Zapatero

Víctor de la Serna Arenillas

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En portada y en un editorial, EL PAÍS ridiculizaba el plan de la ministra Carme Chacón y de Rodríguez Zapatero para regalar a los jóvenes parte del pago del alquiler de un piso. La víspera, Sogecable había sufrido en Bolsa tras perder batallas decisivas en la guerra del fútbol contra Mediapro, la nueva aliada de ZP.

La relación entre ese hecho y el castigo editorial era evidente, aunque no expresa. Luego, el periódico en internet ELCONFIDENCIAL.com, titulando El gran divorcio, daría sus explicaciones del enorme acontecimiento: «El pasado martes el consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, dio una orden taxativa: retirar el editorial y la información escritos en El País sobre el nuevo Plan de Vivienda (…) y reemplazarlos por otros artículos especialmente críticos contra el Gobierno. La decisión fue adoptada (…) después de una jornada bursátil con cuantiosas pérdidas para Sogecable, sólo recuperadas por un falso anuncio de acuerdo sobre la guerra del fútbol». Y agregaba que el editorial «supone un hecho histórico: la ruptura con el presidente del Gobierno socialista de un grupo de comunicación de izquierdas que logró su poder, precisamente, bajo la protección y dependencia del PSOE».

EL MUNDO puntualizaba: «Es sintomático que este grupo empresarial, preso de una concepción monopolista del mercado fraguada al calor de los gobiernos de González y Aznar, quiera resolver sus problemas a base de embestidas editoriales en busca, quizás, de antiguos privilegios». Y ayer Chacón se lamentaba amargamente en carta a El País de sus «inexactitudes».

En los medios de izquierdas se informaba con circunspección este suceso casi impensable en vida de Jesús de Polanco. Ignacio Escolar, director in péctore de El PÚBLICO, el nuevo diario promovido por los socios de Mediapro, que aparecerá el próximo miércoles, dedicaba al asunto un sonoro titular en su blog, www.escolar.net (EL PAÍS declara la guerra a Zapatero), pero, curiosamente, ni mencionaba lo del fútbol, donde tan directamente está implicada su nueva empresa. Por su parte, el socialista Luis Solana gemía, en clave preelectoral, en elplural.com: «Se trata de defender una isla de libertad frente a la amenaza de la reacción. ¿Puedo pedir al Grupo Prisa que no nos deje solos al final de una legislatura complicada y ante una legislatura llena de esperanza?». Tampoco menciona el fútbol el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, en 20 Minutos, pero sí que lanza un vaticinio: «El País contra los socialistas puede ser un fenómeno curioso que perjudique a ambos en beneficio de nadie. (…) Como [Zapatero] gane contra El País, a pesar de El País, estaremos ante un caso interesante que dará que pensar». En libertaddigital.com, Víctor Gago se muestra escéptico tras el homenaje a Polanco: «No habrá festín ni sacrificio ni rechinar de dientes, porque Roures, con su tele verde sin antenas y su periódico amarillo a 50 céntimos -en el mercado, nada cuyo precio sea la mitad puede valer el doble- no puede conseguir que Zapatero sea reelegido, y en cambio, Cebrián aún puede impedirlo con el más oxidado de sus cañones Berta. Por eso había ocho ministros, ocho, comulgando en la misa laica de este jueves en el Círculo de Bellas Artes». Epitafio de Pedro G. Cuartango, en EL MUNDO: «Lamentándolo mucho por los magníficos profesionales que trabajan en aquella casa, yo disfruto con ese espectáculo de fuego y cenizas».

22 Septiembre 2007

Prisa, en ataque de cuernos

Arsenio Escolar

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Encamada con todos los gobiernos socialistas desde la noche de los tiempos -en ocasiones hasta extremos abominables-, Prisa sufre ahora todo un ataque de cuernos porque el de Zapatero parece que coquetea con otra más joven que, mira por dónde, le disputa a Prisa no sólo los favores del poder sino también la audiencia televisiva y los derechos del fútbol y le va a disputar en breve los lectores y los anunciantes de la prensa de pago.

(Los editoriales de El País y Cinco Días sobre lo buena que es la libre competencia se referían a las eléctricas y a las telecomunicaciones, no a este negocio, estúpidos lectores).

Tan celosa y enrabietada anda Prisa que ha comenzado a romper la vajilla, a arañar la cara de la otra parte y a pegar voces por todo el vecindario. Si no la contentan, ¿acabará contando inconfesables secretos de alcoba (de la alcoba de Zapatero, claro, no de la de Felipe González)?

P.D. A propósito del ex presidente. El fuego amigo y los daños colaterales sobre los que advertía el jueves González en el homenaje a Polanco ¿era el de los presuntos amigos de Zapatero contra Prisa o era el de Prisa contra el Gobierno de Zapatero?

07 Diciembre 2007

Barroso se asoció con promotores de La Sexta hasta que fue a Moncloa

Francisco Mercado

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La ley le exigía inhibirse de asuntos de empresas en las que hubiera intervenido

Miguel Barroso, ex secretario de Estado de Comunicación, compatibilizó su cargo con intereses en la empresa DGP, cuyo objeto social es «el asesoramiento en técnicas televisivas, realización y producción de programas». Barroso y parientes suyos tuvieron negocios con los principales accionistas de La Sexta hasta su llegada al cargo oficial. Allí, negoció con el sector la adjudicación de una licencia a esa cadena.

Miguel Barroso compatibilizó su cargo de secretario de Estado de Comunicación -abril de 2004 a septiembre de 2005- y, posteriormente, de director de la Casa de América -desde abril de 2006- con sus intereses en la empresa privada, DGP Producciones, cuyo objeto social es «el asesoramiento en técnicas televisivas, realización y producción de programas de televisión, explotación de servicios de televisión distribuidos por cable o por ondas, distribución y comercialización de programas televisivos tanto hacia estaciones de televisión como a través del circuito comercial doméstico».

Tanto Barroso como sus parientes directos han mantenido durante los últimos años negocios con los principales accionistas de La Sexta. Negocios que, en algunos casos, se prolongaron hasta su nombramiento como secretario de Estado de Comunicación. La Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos vigente le exigía inhibirse de determinados asuntos relacionados con sus antiguos negocios: «Los que interesen a empresas o sociedades en cuya dirección, asesoramiento o administración hubieren tenido alguna parte ellos, su cónyuge o persona de su familia dentro del segundo grado civil (padres, hermanos, hijos)», según la normativa.

Barroso, como secretario de Estado de Comunicación, fue destacado interlocutor de los promotores de La Sexta antes de que el Gobierno les otorgara la licencia para abrir el canal, en noviembre de 2005. El ex secretario de Estado ha declinado ofrecer su versión a este diario sobre la supuesta incompatibilidad que le afectaría durante ese periodo. Tampoco ha aceptado precisar a este diario su continuidad o salida accionarial en las firmas en que figura en el registro y que se publican en esta página. No obstante, personas cercanas a Barroso han indicado que toda su actividad pública en relación con la tramitación de las licencias de televisión está documentada, que realizó la correspondiente declaración de bienes y actividades como alto cargo y que su actividad empresarial previa a su designación forma parte de su esfera privada. La información del registro mercantil ofrece la siguiente cronología de su entrada y salida de las empresas en que se integró antes de ser nombrado secretario de Estado de Comunicación.

– DGP Producciones. Barroso en junio de 2004 y octubre de 2005 rubricó sendas suscripciones de ampliación de capital. Esta firma tiene un inmovilizado de 2,2 millones de euros y unos ingresos que superan los 140.000 euros anuales, según sus últimas cuentas (2006). A pesar de que su objeto declarado es el «asesoramiento en técnicas televisivas», personas del entorno de Barroso insisten en que desde 1995, esa empresa tenía un fin patrimonial.

– Parkbarroso. Divide su cometido entre inversiones inmobiliarias y mobiliarias, más el asesoramiento profesional. Barroso cesó como administrador en abril de 2004, pero continuaron sus hermanos al frente de ella. La nota registral no evidencia la venta de sus acciones.

Fue liquidada en junio de 2005, un año después de su nombramiento.

– La corriente Alterna. Barroso fue vicepresidente y socio de futuros promotores de La Sexta como José Miguel Contreras, Emilio Aragón, Daniel Écija o Andrés Varela Entrecanales. Barroso renunció en marzo de 2004 a su puesto de consejero «al incurrir en uno de los supuestos de incompatibilidad». Pero no hizo constar en el registro, igualmente, la venta de sus acciones. En la empresa, en todo caso, continuaron como accionistas su madre y un hermano hasta su disolución un año después. Por tanto, ambos parientes directos de Barroso eran aún socios de los promotores de La Sexta cuando ya desempeñaba el cargo de secretario de Estado.

– Factoría de Ficción. Dedicada a la producción de programas audiovisuales, Barroso compartió en ella negocio con José Miguel Contreras, Manuel Valdivia, y Andrés Varela Entrecanales, todos ellos promotores de La Sexta. Fue liquidada en 1999.

– ABTC. Asesoramiento en técnicas televisivas. La funda Barroso en 1993 con su madre. Cesa como administrador en 1998, pero no inscribe en el registro la venta de sus acciones. En su consejo y en su accionariado aparecen promotores de La Sexta como Daniel Ecija o la firma Pippen. Disuelta en 2006.

21 Marzo 2008

"La Sexta obtuvo su licencia en un concurso"

Miguel Barroso

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En cumplimiento de la sentencia promulgada por el magistrado juez del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Madrid, Rafael Fluiters Casado, se publica el texto que sigue:

Señor director de EL PAÍS.

En ejercicio de cuanto previene la Ley Orgánica 2/1984 de 26 de marzo, le remito, para su publicación en dicho diario, el siguiente escrito de rectificación:

El día 7 de diciembre de 2007 su diario publicó un artículo firmado por don Francisco Mercado y titulado «Barroso se asoció con promotores de La Sexta hasta que fue a La Moncloa», acompañado de otro titular: «La ley le exigía inhibirse en asuntos de empresas en las que hubiera intervenido».

Mientras desempeñé mis responsabilidades, La Sexta no existía y el concurso público que dio lugar a su nacimiento fue convocado -y posteriormente fallado- con posterioridad a mi salida del cargo.

En el momento de mi toma de posesión como Secretario de Estado de Comunicación en abril de 2004 mantenía únicamente una participación en sólo dos de todas las empresas que mencionan: Parkbarroso y DGP, SA. Ambas son sociedades familiares y en ninguna desempeñaba cargo alguno de responsabilidad. La primera jamás ha desarrollado actividad alguna en el ámbito audiovisual, sino en el de los aparcamientos. La segunda sólo realizó en treinta años de existencia una actividad relacionada con lo audiovisual: una serie de dibujos animados para niños de cien minutos de duración producida en 1994, es decir, hace trece años. Así consta en las preceptivas declaraciones de actividades y de bienes depositadas en el Ministerio de Administraciones Públicas al asumir el cargo y también al dejarlo en septiembre de 2005.

La vigente legislación no prohíbe disponer de participaciones en empresas, sino intervenir en asuntos que afecten a dichas empresas. Cumplí ese precepto en todos los actos en los que intervine en mi condición de Secretario de Estado y jamás adopté o participé en la adopción de ninguna decisión que afectara a ninguna sociedad en la que tuviera intereses o los hubiera tenido en el pasado.

Para aclarar la información relativa a la empresa «La corriente alterna» basta con acudir a una noticia del propio diario EL PAÍS que, en su edición de 28 de febrero de 2001, titulaba «Un centenar de profesionales fundan un diario digital alternativo». Y seguía: «El periódico digital lacorrientealterna.com ya está en la red. Noticias sobre solidaridad, ecología, música, cine y literatura son los principales contenidos de este diario. (…) Cada uno de los socios ha aportado una cuota económica para impulsar el arranque del diario y ninguno de ellos ha podido adquirir más de 30 acciones que se traducen en cinco millones de pesetas». Entre los cien socios promotores figuraban destacados creadores literarios, musicales y cinematográficos, así como prestigiosos profesionales de la comunicación que prestaban sus servicios en diversas empresas; en particular, más de una decena de personas vinculadas al grupo PRISA. Desgraciadamente, todos ellos perdieron, como yo, su inversión puesto que este meritorio proyecto fracasó económicamente y la empresa interrumpió su actividad en 2002, para extinguirse legalmente y liquidarse en 2005. Entre tanto, yo había vendido mis acciones con la pérdida correspondiente a principios de 2004.

Como puede comprobarse con la lectura del decreto de constitución del Gobierno, las competencias en materia audiovisual están legalmente confiadas al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y no al Ministerio de Presidencia, del que depende la Secretaría de Estado de Comunicación que yo desempeñé durante año y medio. Todas las resoluciones e iniciativas referidas al ámbito audiovisual fueron y siguen siendo adoptadas en el marco del Ministerio de Industria. Es más, jamás asistí durante ese periodo a órgano colegiado alguno (Comisión de Subsecretarios, Comisión Delegada para Asuntos Económicos…) en el que se adoptara acuerdo alguno en materia de medios audiovisuales. Existen actas que prueban todo lo anterior.

Cuando asumí la Secretaría de Estado de Comunicación en abril de 2004, La Sexta no existía. Cuando abandoné dicho cargo en septiembre de 2005, La Sexta tampoco existía. La Sexta obtuvo su licencia en un concurso público (hecho que omite el artículo, que habla de una licencia «otorgada» por el Gobierno) convocado por un decreto del Ministerio de Industria en octubre de 2005, cuando yo había dejado de desempeñar cargo público alguno. Y ese concurso público fue resuelto, también por un decreto del Ministerio de Industria, dos meses más tarde. Por tanto, ni poseía atribuciones legales para intervenir a favor de La Sexta, ni existió la posibilidad material de hacerlo, pues los trámites y decisiones referidos a dicha cadena se produjeron cuando yo no ocupaba la Secretaría de Estado de Comunicación.

Sin otro particular. Miguel Ángel Barroso.

El Análisis

DAÑOS COLATERALES POR EL ZAPATERISMO MEDIÁTICO

JF Lamata

El Grupo PRISA había confiado en que una victoria del PSOE ayudaría a sus negocios. Y, en cierto modo, inicialmente les había servido para la autorización de un canal en abierto, CUATRO, con lo que podían acceder a una porción del pastel publicitario al que no podían acceder con CANAL PLUS.

Pero el Gobierno Zapatero junto a creación de CUATRO, había dado nacimiento a un segundo canal: LA SEXTA, cuyos responsables eran ex directivos del Grupo PRISA como D. José Miguel Contreras o D. Antonio García Ferreras y como principal propietario una productora hasta entonces socio de PRISA. La aparición del nuevo ‘hermano pequeño’ desataría la furia del Grupo PRISA. No sólo por una inesperada competencia en la misma porción de público. Sino porque Mediapro, propietario de los derechos del fútbol, al tener ahora su propio operador, ya no dependía de los operadores de prisa (DIGITAL PLUS) para rentabilizar le fútbol. Como pasó en su día como la aparición de VÍA DIGITAL, pronto comenzaría a cuestionarse si había suficiente público como para justificar un nuevo canal de televisión.

Por si todo esto fuera poco Mediapro, iba a crear su propio periódico de izquierdas para quitarle lectores a EL PAÍS, el diario PÚBLICO, en un sector donde tampoco abundaba el mercado.

J. F. Lamata