5 marzo 1975
Giro aperturista del Gobierno Arias con el nombramiento de Fernando Suárez como Vicepresidente del Gobierno
El presidente Arias Navarro nombra a Herrero Tejedor nuevo ministro Secretario General del Movimiento tras destituir de Utrera
Hechos
En marzo de 1975 se produjo un cambio de Gobierno que incluyó el cese del ministro Secretario General del Movimiento, D. José Utrera, que fue reemplazado por D. Fernando Herrero Tejedor.
Lecturas
El 4 de marzo de 1975 el presidente del Gobierno, D. Carlos Arias Navarro, realizó una modificación de su gobierno que incluye ascender a D. Fernando Suárez González a la vicepresidencia del gobierno y a D. Fernando Herrero Tejedor nuevo ministro secretario general del Movimiento.
Es el primer cambio radical de gabinete desde que el Sr. Arias Navarro formó su gobierno en enero de 1974 cuyo principal cambio hasta la fecha habían sido las salidas de los Sres. Cabanillas y Barrera de Irimo en octubre de 1974.
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El nuevo consejo de ministros queda así:
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- Jefe de Estado – D. Francisco Franco Bahamonde.
- Presidente – D. Carlos Arias Navarro
- Vicepresidente primero y Gobernación – D. José García Hernández
- Vicepresidente segundo y Hacienda – D. Rafael Cabello de Alba Gracia
- Vicepresidente tercero y Trabajo – D. Fernando Suárez González
- Presidencia – D. Antonio Carro Martínez
- Asuntos Exteriores – D. Pedro Cortina Mauri
- Justicia – D. José María Sánchez-Ventura Pascual
- Ejército – Teniente general D. Francisco Coloma Gallegos
- Aire – Teniente general D. Mariano Cuadra Medina
- Marina – Almirante D. Gabriel Pita da Veiga Sanz
- Industria – D. Alfonso Álvarez Miranda
- Comercio – D. José Luis Cerón Ayuso
- Obras Públicas – D. Antonio Valdés González-Roldán
- Agricultura – D. Tomás Allende García-Baxter
- Vivienda – D. Luis Rodríguez de Miguel
- Educación y Ciencia – D. Cruz Martínez Esteruelas
- Información y Turismo – D. Pío Cabanillas Gallas
- Secretario general del Movimiento – D. Fernando Herrero Tejedor
- Ministro Comisario del Plan de Desarrollo – D. Joaquín Gutiérrez Cano
- Relaciones Sindicales – D. Alejandro Fernández Sordo
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Las destituciones más destacadas son las de los ministros franquistas ortodoxos D. José Utrera Molina y D. Francisco Ruiz-Jarabo Baquero
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LOS QUE SALEN
D. Licinio de la Fuente dimitió como Vicepresidente y ministro de Trabajo por no sentirse apoyado en sus proyectos de flexibilizar la legislación prevista en materia de huelgas. Su dimisión dio origen a que el presidente de Gobierno, D. Carlos Arias Navarro decidieran hacer un cambio de Gobierno.
La crisis ministerial permitió al presidente Sr. Arias Navarro destituír al ministro Secretario General del Movimiento, D. José Utrera Molina. El presidente del Gobierno tenía motivos para estar molesto con él, en particular por la actitud del diario ARRIBA – periódico dependiente del Movimiento, dirigido hasta febrero por D. Antonio Izquierdo – el Sr. Utrera no pudo impedir las críticas de ARRIBA a las reformas aperturistas mediante el célebre artículo de ‘el Gironazo‘ en 1974, así como el hecho de que ARRIBA no publicara en febrero de 1975 ningún artículo conmemorando ‘El Espíritu del 12 de febrero’. En marzo su carrera ministerial acabó.
En ese mismo cambio de Gobierno el presidente también prescindió de D. Francisco Ruiz Jarabo. El cese del Sr. Ruiz Jarabo, unido al del Sr. Utrera venía a confirmar que el presidente del Gobierno, D. Carlos Arias Navarro quería quitarse de en medio a los dos ministros más abiertamente discrepantes con la apertura.
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LOS QUE ENTRAN
D. Fernando Suárez asumió la Vicepresidencia del Gobierno y el ministerio de Trabajo. Era un franquista aperturista, firme partidario de la democratización de España por la vía pacífica.
D. Fernando Herrero Tejedor un franquista igualmente aperturista y de carácter dialogante fue el encargado de asumir la Secretaría General del Movimiento. El Sr. Herrero Tejedor lleva de número dos al falangista D. Adolfo Suárez González.
El Gobierno sufrirá un cambio inesperado por un accidente de tráfico que sega la vida del secretario general del movimiento.
El resto de sus miembros se mantendrán en sus cargos hasta diciembre de 1975.
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ADOLFO SUÁREZ, NUEVO VICESECRETARIO GENERAL DEL MOVIMIENTO
D. Adolfo Suárez, ex director de RTVE, fue nombrado Vicesecretario general del Movimiento, apareciendo como la mano derecha del ministro Sr. Herrero Tejedor, que era su mentor.
05 Marzo 1975
La Colmena
Fue, oiga, un día durísimo, porque a Estabeliz no le salían bien las trenzas, el New York Times, le atizaba una plana entera en las espinillas del Régimen y Vicenta Camacho, una leyenda de la izquierda, abrazaba desde la cama de la clínica a Marcelino, que había salido de Carabanchel a pisar por unas horas la dudosa luz del día. Fue un día durísimo, oiga, y los corresponsales extranjeros creyeron ver reunida a media mañana a la Junta de Defensa Nacional y telegrafiaron que la Junta había incorporado al Ministro Cortina Mauri y el Gabinete seguía embarazado con la crisis fuera de cuentas y los señores directores generales en estado de buena esperanza llamaban a los periodistas y pedían papas. Y entonces ocurrió que, al atardecer de este día de magia, León Herrera se apareció a los pastores – es un decir – de las cortes y les anunció grandes signos en el cielo. Los señores procuradores se dispusieron a acunar a sus hijos contándoles, como si fuera la de Stalingrado, la batalla más larga y dura de los intramuros del Régimen. Los más sabios desempolvaron los tomos de la francología, leyeron la máxima ni vencedores ni vencidos y luego pidieron a la centralilla los teléfonos de Fernando Suárez, Fernando Herrero Tejedor, José Luis Cerón, Álvarez Miranda y Sánchez Ventura.
O sea: el teléfono de Londres se colgó casi de madrugada. LA estafeta del Consejo Nacional se retuvo prudentemente una convocatoria de la Permanencia para elegir el día 123 el escaño de Málaga y los cien de Silva Muñoz – treinta procuradores entre ellos – se citaban para parlamentar.
La política es tan dura como la vida misma, es desolada, pero no hay mesas disponibles para hoy en los cinco tenedores.
Por el rabillo del ojo el nuevo Gobierno contempla el campamento episcopal. Los jóvenes coroneles de la joven Iglesia dicen que la mirada es ‘distante y triste’ como un amor imposible. El santo gabinete episcopal se ha deteriorado muy poco en tres años y ha repetido prácticamente el tanteo de aquella votación 52-20. Mi caro, venerable y fraternal Guerra Campos se ha atrincherado en su bunker armado de un encendido pero solitario voto. Cuatro taranconianos se han pasado a marcelinistas, pero cuatro nuevos votantes han cubierto sus huecos. No habrá grandes destrozos porque ya sería una broma que el Documento sobre la Reconciliación abriera más heridas.
Juraría que la situación distante y triste ha provocado, por lo menos, la reaparición de un inolvidable ex ministro – Cabanillas superestar – quien ha escrito una hermosa, sabia, profunda y brillante carta a un periodista sobre el tema y – ¿o habré yo entendido mal? – lo que podríamos llamar ‘la política del gruñido’.
A la vista de que el Gabinete unido jamás será vencido y teniendo en cuenta que los idus de marzo han deparado tan agotadoras jornadas, uno de los más brillantes y animosos titulares ha recurrido a una decisión heroica: dormir con antifaz. La sufrida clase política, que está en todo, se dispone a enfrentarse así con la cegadora luz primaveral del amanecer.
06 Marzo 1975
El Péndulo
Había historias condenadas a no ser escritas. Por ejemplo, que el teléfono de Fernando Álvarez de Miranda, nada sospechoso de colaboración, fue pusto en algunas agendas como el de un nuevo Ministro: “La verdad es que no me asustraon las llamadas. Me divirtió la ingenuidad de algunos periodistas que creían que esto había cambiado”. Pero hay otra historia que necesita ser reflejada: no fueron todos los que estaban abocados, y las páginas de los periódicos se abrieron al relevo con una renovada esperanza, y los teletipos comunicaron al mundo que aquí continuaba la reforma. Cuestiones técnicas al margen, la gran atención del momento se centra en dos nombres. Fernando Suárez y Herrero Tejedor. El primero tiene una balanza política que nivelar. El segundo viene con una misión específica: “colaborar en la clarificación de todas las posibilidades de futuro que se abren ante nosotros”. Son sus propias palabras. Pienso que no necesitan ni la más mínima glosa. Ese es el tema de nuestro tiempo.
06 Marzo 1975
Despedida y recibimiento
Queremos hacer el acto de justicia de despedir muy cordialmente a quien ha sido hasta este momento Secretario General del Movimiento, José Utrera Molina. La biografía de servicios a España de esta ilustre personalidad del Movimiento es muy relevante. Comenzó desde los planos más entusiastas y modestos en su juventud e inmediatamente fue detectada su personalidad para las altas funciones. Fue Gobernador y Jefe Provincial del Movimiento de tres provincias y en todas ellas se grnajeó el afecto y el reconocimiento a su pasión por la obra encomendada, por su honestidad y su hombría de bien. En la última etapa asumió la Subsecretaría del Ministerio de Trabajo; posteriormente, el Ministerio de la Vivienda y, finalmente, la Secretaría General del Movimiento, en cuyo período ha tenido lugar la aprobación por el Consejo Nacional del Estatuto del Derecho de Asociación. Naturalmente, su carrera política no se interrumpe, puesto que es Consejero Nacional del Movimiento por desginación del Jefe del Estado y estamos seguros que segurá siendo puntual en el trabajo y en el servicio a España cuando se le convoque o demande. Esta casa ha recibido testimonios innumerables de su interés por nuestras cosas y siempre se le ha advertido el propósito de contribuir a resolver los difíciles problemas que tiene siempre una cadena de periódicos y de emisoras de radio. Jamás ha utilizado este poderosos instrumento para otra cosa que no fuera la razón superior de sus lealtades básicas. Quede, por ello, constancia de nuestro reconocimiento, admiración y afecto.
Se hace cargo de la Secretaria General del Movimiento y de la Vicepresidencia del Consejo Nacional una gran figura política como es la de Fernando Herrero Tejedor. En estos momentos era Fiscal General del Tribunal Supremo, donde ha estado una larga y fructífera etapa. Pero alternando en los comienzos con su función jurídica en Castellón de la Plana, prestó importantes servicios al Movimiento en aquella provincia y pasaría inmediatamente a gobernar dos provincias españolas, como Ávila y Logroño. Su gran capacidad política y su competencia excepcionales, le llevarían en seguida a la Delegación Nacional de Provincias y, a renglón seguida a la Vicesecretaría general del Movimiento.
Fernando Herrero es un hombre de Derecho, en posesión de una mente muy clara para discernir los asuntos políticos, y con un gran poder dialéctico de convicción. En las Cortes Españolas y en el Consejo Nacional ha gozado siempre de una gran autoridad. Cuando llega a esta alta función para la que ha sido designado lo hace con toda la información a su alcance respecto a lo que le mundo del Movimiento. Tomó parte muy activa desde 1958 en adelante en el aporte de materiaels para las Leyes Fundamentales, y todo lo que ocurre en aquella Cámara y en casa de la calle de Alcalá le es familiar. Estamos seguros que será un gran Ministro del Movimiento, suscitando grandes caudales de respeto a su alrededor, y su obra se va a distinguir por el realismo, la perspicacia y la seguridad. Le felicitamos sinceramente.
05 Marzo 1975
EL ALCÁZAR (Director: Antonio Gibello)
La prolongada expectación política ha concluido. La crisis más larga abierta la pasada semana con la dimisión del vicepresidente del Gobierno y ministro de Trabajo, Licinio la Fuente, ha quedado resuelta, según se presentía, con una combinación ministerial que afecta a cinco departamentos: Trabajo, Secretaría General del Movimiento, Industria, Comercio y Justicia.
¿Cuál es el significado de esta remodelación gubernamental? Resulta prematuro aventurar juicio. Para hacerlo con solidez habrá que esperar a conocer los discursos que se pronuncien en el acto de relevo.
Pero el lector, tiene, sin embargo derecho a que de alguna manera se le oriente acerca del alcance y significación de estos cambios que afectan tanto a carteras eminentemente económicas, como a departamentos sustancialmente políticos, algunos políticos por antonomasia, como es el caso de Secretaría General del Movimiento .
Es por esta razón orientadora por la que no cabe conjeturar una opinión obligadamente hemos de compartimentar. Digamos en primer término, que como ya señaló el presidente del Gobierno en su discurso: el programa de una política y sobre todo la filosofía que tras él subyace deben trascender el punto realmente anecdótico de la personalidad de los miembros del Gabinete”. Es decir, que el presidente Arias, una vez enfrentada la tarea de encontrar hombres a elegido a aquellos políticos que en buena lógica están en mejores condiciones de ejecutar su programa de gobierno.
Factor importante de este es la urgente necesidad de superar la crisis económica provocada por el colapso energético y sus derivaciones en cadena. El hecho de que la primera crisis del Gobierno Arias afectase a la Vicepresidencia económica asumida por el ministro de Hacienda dejó pendiente de resolución esta parcela. El reajuste que ahora se consuma es, en este sentido absolutamente lógico. Y es de esperar por el bien del pueblo español, que quienes ahora asumen la alta responsabilidad de los departamentos de Industria y Comercio actúen en estrecha colaboración con Hacienda, apareados en la difícil empresa de conseguir índices de actividad – y desarrollo satisfactoriamente positivos y, al mismo tiempo, balanzas de comercio y pagos más favorables. El hecho de que el nuevo ministro de Comercio fuera hasta hoy subsecretario en Hacienda abona esta esperanza.
En tercer término y de manera peculiar, la crisis ha afectado a Secretaría general del Movimiento. La proclamada identidad falangista de Utrera Molina hace que su desaparición del Gabinete cobre perfiles significativos.
¿Se trata de un simple relevo de hombres o tiene un alcance mayor?
El nuevo titular, Fernando Herrero Tejedor, cuenta con un destacado historial en Secretaría General, en la que fue vicesecretario en tiempo de Solís. No es, por tanto, un hombre ajeno a la casa, sino alguien que alcanzó en ella larga experiencia y tuvo igualmente, definida actuación.
En cuanto a Trabajo y Justicia, el tema resulta menos complejo. Fernando Suárez, nuevo titular de trabajo, fue rescatado para la acción pol´tiica inemdiata por Licinio de la Fuente, quien le nombró director del Isntituto Español de Emigración. Ante él se abre el desafío de una ley Básica del Trabajo abordada, devenida en Ley de Relaciones Laborales, de la que quedaron desgajadas dos cuestiones fundamentales: la regulación de los conflictos colectivos – concepto omnicomprensivo que abraca hueglas y lock-out – y la prometida y nunca alcanzada reforma de la empresa. Implícita en el problema de la participación obrera. Cuestiones candentes y apasionantes, cuya resolución ha de alcanzarse de la mano firme de los Sindicatos, cuyo creciente protagonismo resulta imparable.
Sánchez Ventura nuevo titular de Justicia, aporta al departamento su formación jurídica y la sutil filiación de hombre ligado a las corrientes de militancia católica de los propagandistas. A lcandente tema del a ley Orgánica de Justiica y los pretendidos indultos solicitados por la Conferencia Episcopal, se suma el problema permanente de las relaciones Iglesia-Estado que en el ámbito interior afectan directamente al ministerio de Justicia.
Como puede apreciarse importan al Gobierno entero en cuanto es solidario de todas sus acciones, una amplia gama de problemas muchos de ellos inmediatos e inaplazables, para los que es preciso una especial coordinación y, sobre todo, una identificación total.
Desde estas páginas, por encima de afectos personales que alcanzan a salientes y entrantes, queremos hacer nuestras las palabras de Licinio de la Frente en su despedida: deseamos al Gobierno el acierto y el éxito que convienen a España, al que colaboraremos desde las nuevas circunstancias.
El Análisis
Si tras el cese de D. Pio Cabanillas como ministro de Información en octubre de 1974 el Gobierno había adquirido una imagen más inmovilista, con el cambio de Gobierno de marzo de 1975 era un intento de intentar recuperar la imagen de aperturista y de ser ‘el Gobierno que iba a liderar la Transición española a la democracia’ gracias al ‘Espíritu del 12 de febrero’. Para conseguirlo, el Sr. Arias no dudó en echar del Gobierno a los representantes más claros del inmovilismo en el Gobierno como era el Sr. Utrera.
Pero con eso el Sr. Arias sólo conseguía aumentar su número de enemigos. Para los franquistas del ala dura el Sr. Arias les había traicionado, mientras que los demócratas de la izquierda nunca respetarían a alguien con el historial del Sr. Arias Navarro. La realidad es que no sería él quien pilotaría la Transición, pero aún tardaría en descubrirlo.
J. F. Lamata