Idafe Martín Pérez (Cadena SER) ridiculiza una columna de Luis María Anson (LA RAZÓN) añadiendo que como el académico tiene 88 años le quiere homenajear «antes de que sea difunto»

Con gran sentido patriótico, los dirigentes de Vox han despejado el camino para las negociaciones de Feijóo con los sectores que le puedan abrir los portones del palacio de La Moncloa. El partido de Abascal no exigirá entrar en el Gobierno si el líder del Partido Popular alcanza acuerdos con agrupaciones que respeten la Constitución.

Coalición Canaria ha declarado que no apoyará Gobiernos en los que participen Vox o la extrema izquierda de Sumar. Para Pedro Sánchez resulta imprescindible Yolanda Díaz Iscariote y, por lo tanto, si Feijóo negocia ahora con prudencia el diputado de Coalición Canaria situaría al PP en los 172 escaños.

Le faltarían cuatro votos. Y esos los puede conseguir a través de un acuerdo con el sector del PSOE que rechaza la alianza con Bildu y ERC y que, Emiliano García-Page a la cabeza, es el heredero del PSOE socialdemócrata, el que convirtió a Felipe González en el gran hombre de Estado del siglo XX. Las negociaciones las deben llevar a cabo los barones del PSOE que mantienen la esencia del socialismo democrático: González, Guerra, Corcuera, Rosa Conde, Belloch, Leguina, Carmen Calvo, Solchaga, Barrionuevo, Almunia, Virgilio Zapatero…

García-Page podría ser el político que negociara con Sánchez el acuerdo constitucional entre un sector del PSOE y Feijóo. Existen varias fórmulas aceptables para ambas partes y se me viene a la memoria el Pacto de El Pardo entre Cánovas del Castillo y Sagasta.

Es necesario sacar a España del atolladero del 23-J y sobre todo garantizar la estabilidad del Gobierno que ni Sumar ni ERC ni Bildu aseguran. Ha llegado el momento de que se escuche la voz de los líderes de aquel PSOE triunfador durante quince años bajo la batuta sabia de Felipe González.

A Feijóo le queda otra solución más viable. Al anunciar su renuncia a participar en el Gobierno, Vox abre el camino al PNV, partido que desde su posición independentista siempre ha respetado la Constitución y a ella se ha sometido. Y que en numerosas ocasiones colaboró con Adolfo Suárez, Calvo-Sotelo, Aznar y Rajoy. Las espadas, en fin, están en alto, pero cercanas a la superación de una situación incierta que perjudica el interés general y el bien común de los españoles.

España tiene la fea costumbre de esperar a la muerte para homenajear a sus grandes hombres. Se aplaude ya difunto a quien se criticaba en vida sin piedad. La Línea 25 quiere hacerlo antes de que sea demasiado tarde con Don Luis María Anson, prócer del periodismo patrio y académico de la Lengua. A sus 88 años, Anson publicó este martes una columna brillante, casi un manual de instrucciones para partidos políticos en estas semanas de negociaciones políticas.

Nuestro maestro estima que Don Alberto tiene el camino despejado para ser presidente porque VOX, “con gran sentido patriótico”, dice, así lo ha decidido. Alabado sea Don Santiago. Anson hace números, coloca a UPN y Coalición Canaria junto a VOX y al Partido Popular y le faltan cuatro diputados para los ansiados 176 que harían presidente a Don Alberto. Y ahí llega la gran idea del columnista: ese puñado de diputados los alcanzará si el candidato gallego los busca entre los socialistas buenos, los de Emiliano García-Page, los herederos del, asegura, “gran hombre de Estado del siglo XX” que fue Felipe González, a quien durante sus mandatos machacó sin piedad con o sin razón, con verdades o mentiras, pero pelillos a la mar.

Lo mejor de la columna llega cuando el señor académico cuenta quiénes deben ser los interlocutores de Don Alberto en el PSOE. La lista es tan original que a pocos se les habría ocurrido: Felipe González, Alfonso Guerra, José Luis Corcuera, Joaquín Leguina, Juan Alberto Belloch, Joaquín Almunia y hasta José Barrionuevo. Ninguno es diputado, pero se entiende que los actuales diputados del PSOE que se sitúen en el bien y no en el mal sanchista votarán lo que les indiquen quienes dirigieron su partido… hace más de 30 años.

Anson, atento siempre a los últimos movimientos políticos y al sentir social de nuestra época, no inventa, sino que toma su inspiración para tales acuerdos del Pacto de El Pardo entre Cánovas del Castillo y Sagasta, de 1885, de antes de ayer, de hace apenas 138 años. Sólo los grandes observadores de la política saben escarbar tan agudamente en la prehistoria política para extraer lecciones útiles para el presente.