Iñaki Gabilondo entrevista a Teddy Bautista en CNN PLUS

Teddy Bautista interpretaba a Judas en «Jesucristo Superstar». Entonces era un personaje querido. Desde hace tiempo es uno de esos tipos a quienes nos gusta odiar. Es verlo y dar ganas de bajarse cualquier cosa. Una canción de Bustamante mismo. Con casi 67 años, no sé si está a punto de jubilarse pero sí que cuando lo haga tendrá una pensioncilla de 24.500 euros al mes. Eso sí, se la está ganando dando la cara (la jeta) como presidente ejecutivo de la SGAE, de la que reconoce que resulta más antipática que Hacienda. Se lo ha dicho a Iñaki Gabilondo en una entrevista en CNN+. También que es lógico que las peluquerías paguen por poner música «igual que se paga la luz, el agua…» Y el plis.

Teddy Bautista gasta nombre de osito de peluche y fama de urraca. Fue miembro de Los Ídolos y de Los Canarios pero no tiene pinta de viejo rockero sino de viejo banquero. O de viejo jesuita. Y jesuíticamente contestaba a veces a Gabilondo. Y otras veces con mucha claridad. «¿Los derechos de autor son un derecho fundamental?». «Por supuesto». O «Alierta quiere cobrar a Google». «Es que tiene razón», decía. Y añadió que nadie cuestiona que en las autopistas se cobre peaje. Y otra también clarita: «En esta época de transformaciones, ¿representan ustedes un mundo que era y que empieza a no ser?». «Con todos los respetos, no», contestó. Y dijo que Internet ha creado un nuevo paradigma: tiempo y espacio han saltado por los aires. Esta parte es entre jesuítica y de ciencia ficción. Más tarde, Gabilondo insistió en un mundo arrollado por la realidad de internet y el presidente ejecutivo de la cosa soltó: «Es bueno recordar a la audiencia que la Sociedad de Autores rastrea con robots inteligentes». Huy, qué miedo, la SGAE trabaja con inteligencia artificial. Emocional, menos. Aunque sí social. Cree él. Ante las protestas de empleados enfadados en las puertas de la institución, aseguró que en la SGAE no había habido un ERE pero había cambiado el patrón de productividad. Claro, han cambiado personas normalitas por robots inteligentes. «No es posible la economía sostenible si no se cambia el patrón. Sobra gente. Pero sobra en el 80 por ciento de las empresas de este país». Y aseguró que con los empleados habían «hecho un trabajo impecable de conciencia social».

El presidente se ha revelado como afrancesado. De hecho, podría ser la reencarnación de Richelieu o Mazarino. También tenía a la Revolución Francesa como leitmotiv de su discurso (como origen de los derechos que defiende). El leitmotiv de Gabilondo era insistir en que estaban siendo agredidos por la realidad (sacó el asunto del copyright frente al copyleft). Bautista salió con que el copyleft quiere dar la cultura gratis pero no los pisos o la comida. «Qué poco left es este copy». Y citó a Beaumarchais como fundador de la primera sociedad de autores. La Ley Sinde la considera una solución inteligente pero no sabe si buena. Magnánimo, reconoció que «es muy difícil para los políticos legislar esta especie de Wild West que es internet». Pero para eso está el sheriff Bautista. Un cruce entre el de «Río Bravo» y el de Nottingham.