INTERECONOMÍA-TV estrena ‘Bertiniños’, un programa conducido por Bertín Osborne utilizando a niños-tertulianos

‘Bertiniños’. That’s all, folks! Dejad que los niños (prodigio españoles) se acerquen a Bertín, en Intereconomía TV, y asistiréis asombrados al mismo tipo de programa que lleva el señorito Osborne realizando desde sus gloriosos tiempos de ‘Contacto con tacto’, aunque en su versión más light e infantilizada. Bertín. Osborne. Osborne. Bertín. Vaya un pedazo de fichaje televisivo. Lleva Bertín Osborne malviviendo del cuento de su desparpajo andalusí desde hace décadas.

Cantante que no canta una mierda. Presentador impresentable. Señorito Iván sin ‘santos inocentes’ a los que machacar más allá de los que padecen sus idioteces al otro lado del televisor. Se las da Bertín Osborne de natural y sandunguero cuando lo suyo, sin lugar a dudas, tiene un único nombre: populismo de baja estofa y buenrollismo desilustrado a la manera de Belencita Esteban.

Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad? Eso es lo que significa ser esclavo de estos personajillos televisivos. Yo, como el replicante de ‘Blade Runner’, he visto cosas que vosotros no creeríais…, atacar naves en llamás más allá de Orión. he visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhauser. Y he visto a  Bertín Osborne presentando el ‘Bertiniños’ en compañía de Esperanza Aguirre, la presidentísima de la CAM, en un programa que no era de Telemadrid.Todos esos momentos se perderán… en el tiempo… como lágrimas en la lluvia… Es hora de morir. Ahí es nada. Espe y Bertín ganando adeptos para la causa ‘popular’ desde la más tierna infancia. Eso sí, a costa de esa jauría de niños resabiados cuyos padres, cual piara de tigres, no muestran ningún empacho en exhibir frente al mundo a cambio del minutito de fama warholiano. Mi mamá ya no me mima. Prefiere llevarme de plató en plató para que haga el ridículo reconvertido en una especie de papagayo repetidor de sandeces.

Risitas enlatadas, al peor estilo, y un público de megaviejunos asistiendo a la sarta de tontunas que todos esos pequeños, en su inocencia de niños frente a las cámaras, sueltan. Qué vergüenza más grande. Son niños. Tan sólo niños. Se trata de niños seleccionados por los ‘cracks’ de Intereconomía TV, por esa cadena tan ‘abierta’ de miras. La derechona seleccionando a su derechilla para su regodeo. Dan voz a los hijos y nietos de quienes dirigen esa ‘imparcial’ cadena. El circo de lo nunca visto. La derechona hecha infancia mugrienta y falaz.

Bertín. El éxito de Bertín. ¿Dónde coño radicará el éxito de este tipo? Va de buenrollismo el señorito, pero lo suyo no cuela más allá de quienes son de su misma cuerda. Juega de continuo con ironías retorcidas y dobles sentidos el tal Osborne frente a los chiquillos. Ampara en la naturalidad lo que no es más que morro. Eso, en mi barrio, siempre ha sido conocido con un único nombre: abusar. Bertín es el repetidor que humilla a la muchachada de su clase. Y, aunque se las da de colegui, lo único que pretende es sacar, en el patio del colegio, lo peor de cada compañero de colegio. Bertín es lo peor. Y como tal, sólo podía estar contratado por los ‘cracks’ de Intereconomía TV. Preparémonos para lo peor. O sea.