24 febrero 2012

Críticas a Fernando Sánchez Dragó (EL MUNDO) y Fernando Díaz Villanueva (INTERECONOMÍA) por alegrarse de su cierre

Jaume Roures Llop (Mediapubli) cierra su periódico impreso PÚBLICO ante sus pérdidas económicas y falta de nuevos socios

Hechos

El 24.2.2012 cerró el diario PÚBLICO editado por Mediapubli (empresa propiedad de los directivos de Mediapro). Permanecería su página web.

Lecturas

La empresa Mediapubli, propiedad de D. Jaume Roures Llop y D. Josep María Benet Ferran “Tatxo”, quiebra y con ella cierra el periódico Público como diario impreso. Esta medida supone el despido de 160 trabajadores. Ante el cierre se publica un artículo se satisfacción por este hecho en la web Intereconomía.com firmado por D. Fernando Díaz-Villanueva y en El Mundo por D. Fernando Sánchez Dragó.

Después de la suspensión de pagos, los responsables de Mediapubli, la editora de PÚBLICO intentaron encontrar algún nuevo inversor (según informó PERIODISTA DIGITAL negociaron, a través de D. Gonzalo Boye con Gobiernos extranjeros, incluido el de Venezuela). Y el diario cerró en febrero de 2012.

EL PROGRAMA ‘EL INTERMEDIO’ (GLOBOMEDIA) DE LA SEXTA INFORMA DEL CIERRE DE PÚBLICO:

El programa ‘El Intermedio’ que Globomedia hacía para LA SEXTA dirigido por D. Miguel Sánchez Romero, quiso que su guión del programa dedicado a PÚBLICO dijera expresamente que ‘PÚBLICO no tenía nada que ver con LA SEXTA’, en palabras de Dña. Sandra Sabatés y ‘Gran Wyoming’. A pesar de que los propietarios de Mediapubli, D. Jaume Roures y D. Tatxo Benet, eran los accionistas de referencia de Imagina, el grupo que gestionó LA SEXTA hasta su absorción por ANTENA 3 TV, aunque se mantenía como accionista minoritario en Atresmedia. La idea de insistir en que LA SEXTA no tenía nada que ver con PÚBLICO parecía querer desear que nadie pretendiera cobrar al canal las muchas deudas que acumulaba el periódico.

CRONOLOGÍA DEL LITIGIO.

Enero – 2012

Mediapubli presenta concurso de acreedores apenas tres meses después de que los trabajadores se sometieran a un ERE que supuso una notable rebaja salarial y, por tanto, rebajar la cuantía de indemnizaciones del cierre. D. Jaume Roures acude a una asamblea de trabajadores de PÚBLICO y afirma: «Mi patrimonio es cero; me lo he dejado todo aquí». Tras la sugerencia al respecto de un redactor, incluso se compromete a vender un cuadro de Antonio López si fuera necesario para salvar el diario.

Febrero – 2012.

El día 24 se anuncia el cierre del diario. El Sr. Roures confirma la decisión desde Beverly Hills, adonde e encontraba para la ceremonia de los Óscar. A la vuelta de Hollywood ya no volverá a pisar el diario y, preguntado por VOZPOPULI, contesta: «Ahora estoy a otro rollo». Los abogados de Garrigues llegan al diario para aplicar la nueva reforma laboral del Gobierno Rajoy a los trabajadores de PÚBLICO. Uno de los despachos más emblemáticos de la dureza patronal se convierte en el interlocutor por parte de la empresa.

Abril – 2012.

La empresa liquidada Mediapubli manda al Fogasa a más de 120 trabajadores de PÚBLICO y deja de pagar lo que le debe a trabajadores y colaboradores, cifra que ronda el millón de euros. En el informe del administrador concursal aflora que Mediapubli, editora de PÚBLICO, tiene como matriz a Mediacapital BV, con sede en Holanda.

Mayo – 2012.

El administrador concursal saca a subasta la cabecera de PÚBLICO (para ser utilizada como digital). La subasta desestima la candidatura de extrabajadores de PÚBLICO (unidos en la cooperativa ‘Más Público’) y entrega la cabecera a Display Connector´s, empresa en la que se integran los ex accionistas de Mediapubli encabezados por D. Jaume Roures y D. Tatxo Benet, que ganan con 400.000 euros.

Junio – 2013.

Se funda en Barcelona el restaurante de D. Fermí Puig, del que son propietarios D: Jaume Roures y D. Tatxo Benet, que aportan 600.000 euros cada uno.

Agosto – 2013.

El Fogasa paga la indemnización a los trabajadores que aceptaron la propuesta de Los Garrigues.

El cierre de PÚBLICO no significa el fin de la marca, dado que seguirá existiendo como digital, PÚBLICO.ES (la cabecera saldrá a subasta) y varios de sus periodistas crearán nuevos digitales como ELDIARIO.ES, INFOLIBRE o LA MAREA).

24 Febrero 2012

HASTA NUNCA, PÚBLICO

Fernando Díaz Villanueva

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La mejor definición del diario PÚBLICO la formuló Pedro Fernández Barbadillo con su retranca habitual poco después de que saliese a la venta. “Es EL PAÍS para víctimas de la LOGSE”, decía y, claro, todos nos moríamos de la risa. Porque PÚBLICO era eso mismo, una versión del papel prisaico en colorines y letras extragandes adaptada para chavalines de extrema izquierda con la cabeza llena de consignas y prejuicios logsianos. Salió a la calle tras una masiva campaña publicitaria que incluyó spots de televisión en los que una que estaba regando en la terraza se daba la vuelta y enseñaba una camiseta con la leyenda “Fuck Bush”.

Aquello era demasiado. Es como, si dos años después, cuando fue relanzada LA GACETA, INTERECONOMÍA hubiese encargado un anuncio en la que apareciese la misma gachisa regadera en mano con el lema “Fuck Obama”. En fin, la hubieran armado pero bien armada. Y con razón. Pero a la izquierda, que está permanente indignada y en un estado virginal perpetuo, se le perdona todo. Se le han perdonado los 100 millones de muertos como para no perdonarles un spot delirante.

Bien, después de eso PÚBLICO echó a andar tal y como estaba previsto que lo hiciese. Era la voz de su amo más ridícula de todas las voces de su amo que en el mundo han sido. Leerlo era sencillo, y no por las pocas letras que llevaba impresas, sino porque era regalado. Y esto es literal, era bastante más fácil encontrarse con una pila de Públicos gratuitos que con un quiosco. Luego se daba la circunstancia de que las suscripciones a Público por parte de los organismos oficiales eran numerosísimas, así que, como todos tenemos un amigo funcionario, no costaba demasiado hojearlo de prestado. Eso, y ciertas coincidencias en el diseño gráfico, lo llevaron a ser conocido como el único periódico gratis de pago.

Había gente que lo compraba -no mucha, la verdad-, especialmente los domingos de manifa si al chico que los repartía gratis se le habían acabado las existencias. Esos días el director se esmeraba en hacer una portada-pancarta, que luego los manifestantes elevaban orgullosos sobre sus cabezas. Con cosas así nadie, a excepción de los cuatro flipados de siempre, se lo podía tomar en serio. Ente la innoble presentación, los titulares desmadrados y unos contenidos que oscilaban entre lo malo y lo peor, el número de lectores era muy limitado.

Para animar las ventas empezó a lanzar promociones dominicales, casi siempre deuvedés de pelis comprometidas y algunas veces colecciones de libros, también comprometidos. El periódico también estaba comprometido, pero con el Gobierno de Zapatero. Las pelis funcionaban porque el público objetivo del diario era más de ver que de leer. Ya se sabe, la LOGSE. Los libros eran tostones de contenido político que los compradores dejaban pudrirse en el quiosco. Es el drama de la izquierda cultural, hace todo lo posible por hacer del mundo un lugar lleno de analfabetos y luego padece su propia creación. La utopía, al fin y al cabo, no se conquista leyendo tranquilamente el periódico en un café de la plaza como un detestable burgués, sino lanzándose sobre la yugular del capitalismo cóctel molotov en ristre para meter fuego al McDonald’s más cercano.

Al final ha tenido que cerrar su edición de papel. Con Zapatero vivían mejor. Ha tirado un porrón de números, creado infinidad de polémicas e interpuesto alguna que otra demanda, unas contra periodistas que les criticaban, otras contra simples blogueros. Eso era PÚBLICO, un subproducto periodístico imposible de entender si no es en el marco del zapaterismo piafante que reinaba en España aquel día 26 de septiembre de 2007 en que vio por primera vez la luz. Sus deudos no lo lamentarán porque la red hierve de Públicos digitales llenos de viñetas de El Roto y fotos de falsos ciegos a los que agrede la policía. Los que padecimos su ira lo celebramos porque, como diría mi buen amigo Gonzalo Altozano, el que ríe el último, ríe mejor.

Fernando Díaz Villanueva

25 Febrero 2012

ADIÓS A MIS ÍNTIMOS ENEMIGOS

Carlos Esteban (El Trasgo)

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Hoy es un día triste para el Trasgo. Hoy me va a permitir mi señoritoDávila que ignore esa izquierda caviar, esa rojez de Carnaval que es  EL PAÍS, ese papel engolado y autoimportante que hace de BOE de la progresía patria incluso ahora que pertenece a una firma de capital riesgo americana, que ya hace falta un rostro pétreo.

Bueno, venga: «Rajoy apela a la sensatez de los españoles ante los nuevos recortes». Bostezo. «La Fiscalía desarticula otra trama corrupta del Gobierno valenciano». Gran bostezo. Nos enteramos por Esteban García-Albea de que el copago es «temerario, injusto e ineficaz’ en su tribuna prisaica de este titulo. Dice García-Albea que «exigir tasas delega en el enfermo la valoración de su dolencia y le culpabiliza», con lo que viene a decir que cada vez que alguien en toda la historia antes de la sanidad pública ha decidido ir al médico se estaba «culpabilizando». Los disparates, señor profesor titular y jefe de Neurología del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, las prefiero en frases sencillas y palabras que todo el mundo pueda entender. ¿Tienen ya suficiente, puedo pasar a lo interesante?

Hasta siempre, compañeros

Quédense con esta frase, este titular de PÚBLICO: «La UE aprieta a Rajoy». Porque es el último titular de primera que van a leer en el diario PÚBLICO.

Frente a lo que muchos puedan pensar, el Trasgo no es de piedra. La noticia hoy es que cierra PÚBLICO, el diario que ha centrado el grueso de mis ironías, cuarto y mitad de mis ataques. Va ya para un año que lo devoro en busca de material de guerra. Nunca me ha defraudado.

Hará un mes y medio que se anunció la suspensión de pagos en el diario de Roures, pero la redacción siguió adelante. Había esperanzas. Se rumoreaba un posible trato con un diario mexicano, ayudas bolivarianas… Incluso se llegó a hablar de que Roures vendiera un cuadro de su exclusiva colección. Pero nada, y el día del cierre, mientras los ‘few, happy few, band of brothers’, los redactores de infantería que reclutó ven naufragar el proyecto en el que los embarcó, Jaume Roures está en Los Ángeles para asistir a los Oscar. Todavía hay clases, incluso con multimillonarios que abogan por la sociedad sin clases.

Ustedes disculpen este desahogo. Han sido muchos días mis enemigos íntimos, y a riesgo de que se desdeñe al Trasgo como un sentimental, no es fácil tratar con lo que escriben un día tras otro sin ver a la gente que está detrás.

Hay clases. No temo por un Nacho Escolar, hombre orquesta, que es de los que siempre caen de pie y es una franquicia en sí mismo. E imagino que hasta Maraña encontrará su acomodo. Me buscaré la vida para encontrar dónde escribirán ahora Isaac Rosa, Juan Carlos Escudier. Javier Vizcaíno lo tengo en Deia (y en Twitter). Marco Schwartz, verbo florido, ¿dónde irás a verter tu flamígera prosa de revolucionario decimonónico?

Rey, reina, peones

No me malinterpreten: creo que la izquierda es la abominación de la desolación. Creo que es una rebelión contra la realidad y una conspiración contra la civilización occidental; no: contra toda civilización. Si me dijeran mañana que ha desaparecido de la faz de la tierra, descorcharía el Moët Chandon.

Pero los izquierdistas son otra cosa. Tengo a algunos por amigos y sé de muchos que son de lo mejor. Errados, por supuesto, pero de lo mejor, porque la política no es la vida (uno de los principios básicos del conservadurismo).

En cualquier caso, por nuestros muchos pecados, la izquierda no va a desaparecer mañana y, dada esa condición, prefiero que tenga una voz. Prefiero leerles y debatir con ellos y refutarles. Quiero un periódico de ultraizquierda si existe la ultraizquierda. No hay modo de combatir a los grupos sin voz, y todo va bien en una democracia cuando las discusiones se libran con tinta y no con sangre.

Yo lo siento también egoístamente, por mí. Pero después por ‘la fiel infantería’, por Javi Salas, porNuño Domínguez, Patricia F. de Lis, Manuel Ansede, Alejandro Torrús y tantos otros con los que me he encontrado en las redes sociales, que pusieron toda la ilusión del mundo en el proyecto y que se quedan con una mano delante y otra detrás. Va por vosotros, compañeros.

El Trasgo

25 Febrero 2012

Roures, sobre el cierre del diario 'Publico': "Han caído otros y caerán más"

Elsa Fernández-Santos

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El productor achaca el cierre a la crisis económica, la del papel y la de la política de izquierdas "Básicamente, el dinero que habíamos puesto se ha acabado", dice el accionista mayoritario

«No somos los primeros ni seremos los últimos». Lo repitió el empresario Jaume Roures en catalán y en castellano anoche (madrugada en España) en el hotel Montagne de Beverlly Hills al referirse al cierre de la edición en papel del diario Público. Roures, accionista mayoritario del periódico (que mantendrá su edición digital) también es el productor español de la película de Woody Allen Midnight in París, candidata a cuatro premios Oscar en la gala que se celebra mañana por la noche en Los Ángeles, “No estoy aquí para ir de fiesta, estoy aquí por trabajo. El calendario no lo hemos fijado nosotros. Ni el de los Oscar ni el de la crisis económica. Cuando presentamos el concurso de acreedores sabíamos que los plazos eran cortos”, añadió.

Roures justificó el cierre definitivo del periódico por la convergencia de tres crisis: la provocada por el agotamiento de un modelo de periodismo (“la crisis de identidad del papel frente al digital”), “la brutal crisis económica y la crisis de la izquierda”. “Errores hemos cometido como los comenten todos, pero lo que está en crisis es la información como tal, el propio periodismo, su capacidad de profundidad y de respuesta en esta era en la que todo el mundo se vuelca en lo digital. Público no nació como un negocio y el hueco que quería crear existe, una información con una base de conocimiento, que nos explique cómo hemos llegado hasta aquí y cómo salimos de aquí, un periodismo que estaba cerca de reivindicaciones como las del 15-M o las últimas de Valencia”, afirmó el empresario.

“Han caído otros periódicos y, desgraciadamente, caerán más”, insistió Jaume Roures. “Nosotros no tenemos multinacionales detrás y veremos si algunas de éstas aguantan las pérdidas que tienen. Nuestra gasolina es de bajo octanaje”. El empresario negó “causas políticas” que hayan hecho coincidir el fin del proyecto con el fin de la era de José Luis Rodríguez Zapatero en el gobierno español y en el partido socialista. “No hay relación más allá de que la izquierda está en crisis y nosotros también lo estamos”, repitió.

12 Marzo 2012

DEL ROJO AL AMARILLO

Fernando Sánchez Dragó

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Nadie, ni siquiera PÚBLICO, me ha acusado nunca de hipocresía. La buena noticia de la que hoy me hago eco no es de anoche, pero he pospuesto el comentario para escribirlo con la frialdad que exige. La venganza, frapé. No pocos periodistas, incluso en este mismo periódico, y no digamos en los de tinta roja, han derramado lágrimas de cocodrilo -perdón, colegas- por la muerte de un periodicucho que desde el día de su nacimiento hasta el de su defunción lanzó a diestro, nunca a siniestro, calumnias, insultos, mentiras y venenos. No suscribo el tópico de que el cierre de cualquier cabecera de información es malo para la democracia. Según. Bueno para ella y para Cuba sería, por ejemplo, que cerrase el Gramma. ¡Ojalá lo hiciera también, entre nosotros, el libelo clerical, que no PLURAL, del inquisidor Dapena! El país, con minúscula, mejoraría. El otro, no, aunque ahora, chupando rueda, aumente su tirada. La hoja parroquial del zapaterismo lo fue de manipulación y no de información, pues manipula y no informa quien sirve a los designios de un gobierno, ya sea éste de feliz o de triste memoria. Peor aún si es lo último, como en el caso que nos ocupa. Algunos dicen que España, desde que PÚBLICO enmudeció, es un país menos plural (y dale). ¿No será más cierto lo contrario? El servilismo, el sectarismo y la mala baba de perro hidrófobo, lejos de contribuir a la pluralidad, la estrangulan. ¿Debería entristecerme por el óbito, tantas veces deseado, de un diario monocorde y bicolor -del rojo al amarillo. Ahora funde en negro- que siempre me ha vilipendiado, ha faltado a la verdad, ha insultado a la razón y ha escarnecido los valores que convierten a las personas en hombres de bien? Ni borracho. Muerto ese perro, no se acabó la rabia, pero disminuirán sus víctimas. En cuanto a los lectores… ¿Lectores? ¡Pero si PÚBLICO era un catón para asnalfabetos y un dazibao de titulares para miopes! La zeta con la a… ¡Zeja! ¿Trabajaban en él excelentes profesionales? Pues si de verdad lo son, pronto saldrán de apuros. Y si no, unas cañas a cuenta del sindicato. Ya sabían al enrolarse en la nómina de esa cheka que el curro terminaría cuando Zapatero volviese a la nada. También el verdugo se fue al paro cuando la Constitución prohibió la pena de muerte. ¿Hipérbole? No. Paralelismo. El día en que cerró PÚBLICO quise brindar con champán, pero la noticia me pilló en Camboya y no pude encontrarlo. Será a mi vuelta. ¡Chin, chin!

Fernando Sánchez Dragó

13 Marzo 2012

EN EL MUNDO LES GUSTARÍA EL CIERRE DE ELPLURAL.COM

Enric Sopena

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EL MUNDO, en su editorial, se permitio ayer una frase propia del fascismo. “Manjon –senalaba el diario de Pedro J. Ramirez- ha optado por el activismo politico, demostrando que le puede mas el odio a quienes no comparten sus ideas que el dolor por la muerte de su hijo”. Una aseveracion como esta solo se le puede ocurrir a un tipo especialmente perverso.

Pero que nadie se engañe. El modelo periodístico que Ramírez idolatra es el de Rupert Murdoch. Este verano, Ramírez llegó literalmente a levitar. El magnate australiano/norteamericano, jefe de la prensa amarilla, de escuchas ilegales y protector del Tea Party, entre otras aventuras tenebrosas, pasó dos días en Mallorca con el director de EL MUNDO.

Las manos del magnate

Le fascinaron “las manos tostadas y nervudas” del magnate. “Son manos de trabajo y de combate (…) Manos que persuaden, conquistan o defienden la trinchera”. ¿Manos de millones de dólares? ¿Manos también de presunto delincuente? Recordemos cómo acabó recientemente The News of the World.

“El inquisidor Dapena”

En EL MUNDO, ayer se jaleó la debacle de PÚBLICO, al que denominaron “periodicucho”. Fernando Sánchez Dragó, habitual colaborador del periódico de Ramírez, apostó también por cerrar el periódico cubano Gramma y añadió haciéndose el gracioso: “¡Ojalá lo hiciera también, entre nosotros, el libelo clerical, que no Plural, del inquisidor Dapena!”

No sólo es mentira; es infamia

ELPLURAL.COM cumplió el pasado mes de septiembre seis años. Ni somos un libelo, ni somos clericales, ni somos inquisidores. Todo eso que se inventa Sánchez Dragó no sólo es mentira; es infamia. Mi nombre es Enric y mi apellido paterno Sopena. No nos avergüenza ocultar –todo lo contrario- que somos un diario digital progresista. Estamos rodeados -salvo excepciones- de medios digitales vinculados a todo el nutrido abanico de la derecha, incluida la extrema, tan frecuente. Nuestros lectores son más cada día que pasa y si quiere alguien comprobarlo que vea la certificación del OJD.

Un tal Sánchez Dragó

La derecha mediática querría -como se ha podido leer ayer en EL MUNDO – que ELPLURAL.COM cerrara. Sin embargo, no lo va a conseguir. La caverna del amarillismo, donde los Rupert Murdoch y los Pedro Jota disfrutan juntos, es enemiga de la democracia. Pero los periodistas demócratas haremos cuanto podamos para eludir las amenazas de un chaquetero o un tal Sánchez Dragó.

Es un placer

Por cierto, es un placer para ELPLURAL.COM que el mismo día que EL MUNDO insultaba de forma salvaje a Pilar Manjón y se nos decía que deberíamos cerrar nuestro periódico, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, tuvo que ponerse a toda prisa el freno a sí mismo respecto al 11-M. Una pésima noticia para Ramírez y una excelente noticia para la mayoría de los ciudadanos de este país.

Enric Sopena

El Análisis

¿HIPOCRESÍA O FALTA DE COMPANSIÓN?

JF Lamata

Los comentarios de satisfacción por el cierre del diario izquierdista PÚBLICO por alguna de las figuras derechistas que habían sido atacadas por él como INTERECONOMÍA, el Sr. Tertsch o el Sr. Sánchez Dragó pueden considerarse una auténtica falta de compasión ante los compañeros que pierden su trabajo, pero… por otro lado… ¿no sería también una hipocresía? Si el Sr. Dragó detestaba el diario PÚBLICO… ¿debía, hipocritamente fingir que lamentaba su cierre?

Por otro lado no deja de llamar la atención que se escucharan muchos repudios contra las palabras de quienes se alegraron del cierre de PÚBLICO… cuando era una práctica habitual ver a sectores (incluyendo lectores de PÚBLICO) celebrando el cierre de programas de televisión. De hecho, la cadena LA SEXTA (que algo tenía que ver con PÚBLICO) había mantenido un programa que había celebrado y aplaudido reiteradamente el cierre de programas de televisión. Por lo tanto ¿Quién era más hipócrita ante esta cuestión?

J. F. Lamata