19 abril 1993
El 'loco de la colina' les preguntó por las presiones políticas, pero no aludió a cuestiones empresariales de cada uno de los medios
Jesús Quintero dedica un programa especial a los directores de periódico en ‘La Boca del Lobo’ en ANTENA 3 TV
Hechos
El 19.04.1993 se emitió el programa ‘La Boca del Lobo’ en ANTENA 3 TV a los directores de periódicos de EL PAÍS, ABC, DIARIO16 y EL MUNDO.
Lecturas
PROTAGONISTAS DEL PROGRAMA:
D. Joaquín Estefanía, Director de EL PAÍS (propiedad del Grupo PRISA presidido por D. Jesús Polanco)
D. Luis María Anson, Director de ABC (propiedad de Prensa Española, presidida por D. Guillermo Luca Tena)
D. Pedro J. Ramírez, Director de EL MUNDO (propiedad de Unidad Editorial, de la compañía italiana Rizzoli)
D. José Luis Gutiérrez, Director de DIARIO16 (propiedad del Grupo16, presidido por D. Juan Tomás de Salas).
21 Abril 1993
Vidas Ejemplares
A pesar de mi adolescente vocación de «kamikaze» las escasas neuronas cerebrales que me quedan me aconsejan que les describa en este artículo el cinematográfico ascensor de ‘La boca del Lobo’, el trabajado cromatismo de las imágenes, las aspas del ventilador, los coquetos chalecos del entrevistador, la máquina de escribir en la que vuelca sus desolados interrogantes y sus crónicas de los tiempos oscuros, los intensos primeros planos que pretenden fotografiar el alma de la pintorescos invitados y bla, bla, bla… Mi sentido de la supervivencia estaba dispuesto a fijarse en la sofisticada puesta en escena y a olvidarse de los protagonistas, pero el espectáculo fue tan exaltador y épico que me resulta imposible. Quintero dispuso en su programa del más lujoso sanedrín del periodismo español. El terreno se prestaba a la impertinencia con causa, a intentar desvelar con trampas o intuición el lado oscuro de los que dedican su vida a sacar a la luz las oscuridades ajenas, a extraer las grandezas y las miserias de su mitificada profesión. Quintero, que es una persona educada, debió de considerar zafio interrumpir a sus ilustres invitados, provocarles, hacernos dudar a los espectadores de su brillante transparencia y de su sincera elocuencia. En pleno crepúsculo de la heroicidad, Quintero acaba de descubrir en la élite de los periodistas a los últimos cowboys justicieros del ruín siglo XX.
Resulta alentador que hombres tan poderosos como Ramírez, Ansón, Estefanía y Gutiérrez consideren su principal deber enfrentarse a las tropelías del Poder y que estén convencidos de su independencia, su libertad, su coraje y su rebeldía frente a los abusos de lo establecido. Encontré fatigosamente previsible el relajado tono europeista de Estefanía y su certidumbre del «exilio interior». Muy graciosa la coincidencia entre EL PAÍS y ABC respecto a la madurez política de Aznar y la futura actitud de ambos periódicos si el progresista PP gana las elecciones. Anson, que no es de izquierdas ni de derechas, encuentra su fuerza y su convicción más sólida en la fe y en Dios. Al lírico y tolerante Gutiérrez nadie podría comprarle con el vil metal, pero puede venderse por una sonrisa, un beso, una flor o un perfume. Sólo pretende ser feliz y echarle una mano a sus semejantes. Ramírez afirma que Nixon vive en la Moncloa. No aclara si van a reemplazarle Reagan o Bush. No escuché los cotidianos insultos que los civilizados periódicos se dedican entre sí. ¡Qué bonito y fraternal!. La despedida «quinteriana» es homérica: «Los cuatro habían estado muchas veces en la boca del lobo por defender la libertad de expresión. Por algo estaban donde estaban».
Carlos Boyero