23 enero 1982
El antiguo columnista de EL IMPARCIAL mantuvo conversaciones telefónicas con Tejero y Carrés la noche del 23-F y sugirió utilizar al hijo de Tejero para presionar al golpista para que se rindiera
Joan Pla (Juan Pla) publica un libro contra los periodistas franquistas asegurando que ellos son ‘La Trama Civil’
Hechos
El 19.04.1982 D. Joan Pla compareció en el Consejo de Guerra que juzgaba el 23-F, en su condición de ‘amigo’/’conocido’ tanto de dos de los acusados, el Coronel Antonio Tejero Molina y D. Juan García Carrés. Posteriormente publicaría el libro. ‘La Trama Civil’ del 23-F.
Lecturas
Durante varios años D. Joan Pla fue periodista del periódico EL IMPARCIAL, acusado por otros medios de Madrid y Barcelona de ser de extrema derecha y de incluso apoyar el intento de golpe de Estado conocido como ‘Operación Galaxia’. El propio D. Joan Pla estaba considerado un amigo del Teniente Coronel Tejero. El periódico EL IMPARCIAL cerró en 1980 tras una profunda crisis.
El Sr. Pla aseguraba no haber dejado de ser amigo del Sr. Tejero, pero en la jornada del 23-F se posicionó contra el intento de Golpe de Estado que protagonizo este e incluso propuso usar a uno de los hijos menores de edad del Sr. Tejero para presionar a este y forzar su rendición, una propuesta que llevó a que muchos de sus antiguos camaradas le consideraran un traidor.
Fracasado el golpe, el Sr. Joan Pla decidió aprovechar su fama para publicar un libro Titulado ‘La Trama Civil’ en el que arremetía contra los periodistas situados habitualmente en la llamada ‘extrema derecha’ por sus competidores, a los que el Sr. Pla acusaba de ser involucionistas y de pretender acabar con la democracia en España. .
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LOS ‘EX COMPAÑEROS’ DE JOAN PLA A LOS QUE SEÑALA EN SU LIBRO COMO VINCULADOS EN EL GOLPISMO:
(Pag. 40)
Bajo las alas del gallo Emilio Romero se incubaron siempre las posturas más involucionistas y las más progresistas o democratizantes, del vasto contorno de la trama civil del golpe y del más vasto ambiente, todo hay que decirlo, del periodismo en libertad. (…) Pudo verse la espectacularidad proverbial de Jesús Hermida en contraste con la opacidad visceral de Aurelio Valdeón, inveterado jefe de PUEBLO y cronista del ‘Miedo de Madrid’, aquella crónica catastrófica. Romero ha proclamado su admiración por los militares procesados a los que ha visitado en la cárcel.
(Pag. 50)
Una de las frases que me dijo Juan García Carrés, cuando me llamó a casa, la noche del 23 de febrero de 1981, en las que se contenía una fortísima acusación, quizás involuntaria por eufórica, por su rotunda confianza en el triunfo del golpe de Tejero y de Milans, contra Romero. Me conminó Carrés, a voz en grito, y me dijo así: ‘A ver cuándo aprendes a ser como tu maestro y director, Emilio. ¡Ese sí que sabe lo que es necesario para España!
(Pag. 51)
Esa otra camada de ilustres fascistas que se crecen bajo las alas de Antonio Izquierdo, alias El Chino, a quien su discípulo Pérez Varela llamó truhán, mitómano y robafaroles del Ayuntamiento de Madrid. ¿Habremos quedado marcados para siempre los que construimos la nueva España de Franco con nuestros rutilantes reportajes sobre Raphael, Julio Iglesias, Lola Flores, Manolo Escobar, Luisa María Payán, Manuel Benítez, Luis Miguel Dominguín, Antonio Ordoñez y, cómo no, Juan Domingo Perón.
(Pag. 88)
Pérez Varela era un periodista que, partiendo de la escuela gallega de los Pedro Rodríguez, Fernando Ónega, etc. había alcanzado un notorio predicamento entre los militares, así como sus dos paisanos lo habían alcanzado entre gobernantes civiles.
(Pag. 89)
Nunca he visto a nadie llenarse la boca con la palabra ´muerte´ como a Julio Merino. Desde su influencia mesiánica ha sido de los principales inductores de la trama civil del golpe. Recuerdo que, cuando llegué a EL IMPARCIAL, en abril del 78, me dijo Merino mientras me acompañaba en su coche ‘antes de disiembre – transcribo su fonética y su seseo cordobés- antes de disiembre, elemento, tenemos los tanques en la calle. La situasión no puede ser peor, elemento. Esto se hunde, pero, si estás a nuestro lado, no te pasará nada’.
(Pag. 99)
De los vecinos de EL ALCÁZAR, el más acre resultó siempre Juan Blanco, quien llegó a insultarme por telefóno. Decían los Carrés y los Iniesta Cano, cuando ejuiciaron la actitud de este hombre, que todo era fruto de su trao contumaz.
(Pag. 106-107)
Ya digo, entró Latorre y jodió la marrana. ¡Que tipo incongruente y zafio, que vergüenza de colega! (Él se ha empeñado en demostrar antes sus clientes que yo no soy periodista y que ‘chupo’ del fondo de reptiles de la Moncloa. (…) Merino y Latorre, desde su iincontestable influencia y mesianismo ultrapatriótico, han sido y son, por sus obras y escritos, dos de los principales inductores de la trama civil del golpe.
(Pag. 125)
La prosa y el contenido ideológico de Fernando Vizcaíno, ha sido siempre uno de los elementos básicos de la catástrofe galopante con que nos quiso siempre regalar el régimen autoritario. No encontrará la trama golpista y paisana mejore adalid.
En el trasfondo de todas las escrituras de Rafael García Serrano existe una ilimitada voluntad de apoyar a quienes pretenden la misma victoria armada que le hizo feliz a él. No tiene entrañas de solidaridad con los que se fueron al hoyo.
(Pag. 128)
Y de las intenciones políticas de Ángel Palomino, por toda respuesta les di ésta, cordial y desinteresada: ‘Tiene la misma estatura que Franco, pero no ha llegado generalísimo’.
(Pag. 123)
La suprema crueldad de Summers en sus dibujos, cuando no tenía el más leve reparo en dibujar guardias civiles descuartizados por el encapuchado de ETA, gustaba mucho a ciertas demas de Fuerzza Nueva y a ciertos caballeros de la cuerda del general De Santiago y Díaz de Mendívil, de José Antonio Girón y otros similares.