18 febrero 1980

Había participado antes en la plantilla de los periódicos PUEBLO y de EL IMPARCIAL

José Luis Alcocer, ex periodista de EL PAÍS, ficha como columnista del periódico franquista EL ALCÁZAR

Hechos

El 15.02.1980 D. José Luis Alcácer anunció que fichaba como columnista diario en el periódico EL ALCÁZAR en ese mismo periódico.

Lecturas

El propio periodista explicó su paso al periódico de DYRSA, dirigido por D. Antonio Izquierdo con la siguiente explicación:

PUES… ME VENGO AQUÍ

EL ALCÁZAR, 15-2-1980

Inicio hoy, con sumo gusto, mi colaboración en EL ALCÁZAR. Agradezco con toda sinceridad, la hospitalidad de su director y, lo que es más, el sentido de esa hospitalidad. Tengo la absoluta y total certeza de que no sólo la libertad no va a faltarme, sino que va a sentirse respaldada y apoyada. Contra lo que muchos suelen decir, la libertad, en el día, anida y se nutre de espíritus a los que muchos tachan de contrarios a su sustancia. Por razones estrictamente profesionales, he tenido un breve contacto con el mundo de lo que en periodismo llamamos ‘sucesos’. Y me he dado cuenta de que el suceso más grave, más decisivo que está acaeciendo en España no es tal o cual crimen, sino la contradicción criminal entre quienes, de un lado, proclaman altivamente la libertad, mientras que, de otro, la asfixian con presiones económicas, con manipulaciones políticas, con tácticas de acobardamiento ejercidas hacia una profesión noble  cual es la de escribir de lo que pasa en el pueblo al que uno se debe por encima de todo y por encima de todos.

Me vengo aquí, a EL ALCÁZAR, a escribir fundamentalmente sobre un tema del que, sin vanidad excesiva, creo saber algo: a escribir en pro de la izquierda. Me refiero, claro está, no a una izquierda parlamentaria, aduladora y extravagante, que todo lo ha aceptado del poder actualmente ejerciente, que todo se lo debe y que ha renunciado, por ello, a la veracidad de sus planteamientos y a la dignidad en su conducta.

Yo me refiero, y de ella hablaré, a otra izquierda. A la izquierda objetiva que representa sencillamente la gente honrada. La que no entra en trapicheos ni en combinaciones. A la que componen los españoles que se dedican ni más ni menos que a trabajar honrada y honestamente en sus oficios, con la decepción del poder, el abandono de las centrales que teóricamente dicen defenderles, mientras que por lo bajo pactan, a la izquierda que, acaso, votó con ilusión a la izquierda oficializada (que es tan Gobierno como el Gobierno mismo) y que hoy no volvería a votar lo que votó.

Mi definición personal es absolutamente clara y no tengo ni quiero por qué ocultarla. Vengo de la Falange, estoy en una actitud independiente, tengo un talante liberal desde siempre, un alma socialista y un corazón republicano. Sobre ninguno de estos factores he escupido nunca. Ni pienso hacerlo, por supuesto.

Respiro como en ningún ambiente en la libertad. De ahí que tenga que localizar los lugares y las tribunas en que la libertad de expresión sea posible. Estimo que es perfectamente posible (casi únicamente posible) hacerlo desde aquí, desde EL ALCÁZAR. Me siento persona y me siento español por encima de cualquier otra cosa. No se me ha puesto la menor condición, el menor límite. Nunca he sido, ni lo soy ahora, fascista. Tal vez por eso, y no es paradoja, me asome hoy aquí. Defender a aquellos que lógicamente deberían estar en la izquierda, y que en vez de ello se ven empujados hacia una actitud de inhibición, propiciada por la torpeza de casi todos los políticos en presencia, me parece un propósito limpio y que vale la pena. A ese propósito deseo servir con toda honradez y, por supuesto, con el máximo de compromiso.

Bienhallado, pues, lector. Decididamente, me vengo aquí. Hasta mañana.

José Luis Alcocer.