10 agosto 1996

Orozco había emprendido desde la revista una campaña mediática contra su propio jefe por no pagarle

José Luis Domínguez destituye a las cúpulas de DIARIO16 y CAMBIO16, Fernando Reinlein nuevo director

Hechos

El 10.08.1996 D. Emilio Arrojo fue relevado como director de DIARIO16 y D. Román Orozco como director de CAMBIO16, siendo reemplazados respectivamente por D. Fernando Reinlein y D. Ángel Carchenilla.

Lecturas

Los números de Cambio16 con fecha de 20 de julio de 1997 y 10 de agosto de 1997 aparecen llenos de ataques hacia su editor y propietario José Luis Domínguez Morales al que – como presidente del Grupo16 (Altaya) – responsabilizan de no haber cobrado aún sus salarios desde el mes de mayo. Tras su salida, el 11 de agosto de 1996 se hace pública la destitución por parte de Domínguez Morales de José Salvador Román Orozco y Ander Landáburu como director y subdirector de Cambio16 y también la de Emilio Arrojo como Director de Diario16. Nombrándose nuevo director de Diario16 a Fernando Reinlein y Ángel Carchenilla como director de Cambio16. Después de esas destituciones el periódico El Mundo publicó un editorial contra Domínguez Morales calificándole de ‘empresario indeseable’.

22 Julio 1996

Qué pasa en CAMBIO16

Editorial (Román Orozco)

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Los trabajadores de CAMBIO16 y Motor16 hicieron público el siguiente comunicado

Hace ya casi diez meses, el 25 de septiembre del pasado año, el empresario José Luis Domínguez adquirió el 84% de las acciones del Grupo Altaya, sociedad de cartera de todas las publicaciones del Grupo16, que edita, además de CAMBIO16, DIARIO16 y Motor16.

Domínguez, un hombre ajeno al mundo de la comunicación, se convertía así en el nuevo propietario del Grupo. Sus primeras declaraciones, en rueda de prensa ese mismo 25 de septiembre, sonaron a música celestial a los 571 trabajadores del Grupo: afirmó que dejaba todos sus negocios para dedicarse plenamente al Grupo16, como un primer paso para ocnvertir la empresa en un gran grupo multimedia, con inversiones en Televisión (TELECINCO)el cable y la radio. Aseguró tajante su intención de convertir a DIARIO16 en ‘el periódico de moda’.

Domínguez pagó por las acciones de Altaya una peseta. Y se comprometió a invertir los fondos necesarios para el relanzamiento del Grupo.

El saneamiento de las publicaciones 16 hacía imprescindible la suspensión de pagos. Y alguien tenía que soportar los gastos de esa suspensión. Según Domínguez, su compromiso al adquirir el Grupo por una peseta era el de aportar 1.500 millones de pesetas de capital propio al término de la suspensión de pagos.

Otras fuentes de la empresa afirman sin embargo que el nuevo empresario se comprometió a aportar ese dinero sin condicionarlo a la suspensión de pagos y además financiar todo ese proceso.

Algunas de las publicaciones del Grupo, DIARIO16 especialmente y muy en menor medida CAMBIO16 no generaban los recursos suficientes para financiarse por sí solas. Por lo que, como es lógico, debía ser el nuevo propietario quien soportara esas cargas.

El 23 de enero de 1996, Domínguez dio entrada a dos nuevos empresarios con el objetivo de que fueran sus futuros socios: el distribuidor de prensa catalán, José Cadena, propietario de Coedis, y el periodista y empresario Miguel Ángel Jiménez, que posee una empresa MAJ, que edita diversas revistas especializadas.

Cadena y Jiménez suscribieron un contrato de opción de compra para repartirse con Domínguez, a partes iguales las acciones de este.

Los tres acudirían a una ampliación de capital al término de la suspensión de pagos en la que Domínguez aportaría 400 millones de pesetas y 550 cada uno de los otros dos futuros socios.

Los tres nuevos socios de repartieron responsabilidades en el Grupo: mientras Domínguez, propietario de una empresa de venta por catálogo, se reservaba todo el área de marketing, Cadena se apoderaba en exclusiva de la distribución de las publicaciones y Jiménez creaba una empresa propia, Gestora 16, para acaparar la cartera de publicidad.

Al día de hoy, la situación del Grupo16 es como sigue:

El presidente, José Luis Domínguez lleva semanas sin aparecer por su despacho en la sede del Grupo. Afirma estar amenazando, pero no se tiene constancia de que haya denunciado tales amenazas anónimas al parecer recibidas en su domicilio particular. No ha invertido de su propio dinero más de 31 millones de pesetas. Ha contratado a casi una docena de personas, algunas en puestos de relevancia ejecutiva en el área de gestión.

Miguel Ángel Jiménez dimitió como consejero delegado y vicepresidente, cargo que ocupaba desde enero de este año. Se ha cobrado religiosamente todas sus comisiones publicitarias. El Grupo no tiene ninguna deuda pendiente con él.

José Cadena retiene todo el dinero que, como distribuidor le corresponde, y el Grupo apenas si le debe algo menos de 60 millones de pesetas.

Mientras, a los 571 trabajadores se les adeudan salarios y pagas extras por valor de más de 1.200 millones de pesetas. Están pendientes de cobrar la gran parte del salario del pasado mes de mayo, se les debe íntegro el sueldo de junio y los responsables administrativos de la empresa afirman que no hay posibilidades a corto plazo de hacer frente a nuevas nóminas.

Tanto púbica como privadamente, el presidente del Grupo y accionista mayoriario, Domínguez, ha afirmado que su obligación no es la de pagar la nómina. Repite constantemente que su deseo es marcharse cuanto antes del Grupo y ha ofrecido sus acciones, a diversos posibles compradores.

Entre éstos se encuentra un grupo de directivos de DIARIO16, que cuentan con el apoyo expreso de 175 trabajadores del total de la plantilla para quedarse con la peseta y buscar nuevos empresarios dispuesto a invertir en el Grupo.

10 Agosto 1996

Los directores de Diario 16 y Cambio 16, cesados por pedir el pago de nóminas

Sergio Piccione

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José Luis Domínguez, propietario del Grupo 16, cesó ayer de manera fulminante a los directores de Diario 16 y Cambio 16, Emilio Arrojo y Román Orozco, después de que reclamaran privada y públicamente el pago de las nóminas que el empresario adeuda a las plantillas desde el mes de mayo.

Domínguez comunicó las destituciones a través de Alberto Conde, administrador único del Grupo 16 nombrado por la Junta de Accionistas el 29 de julio.

Igualmente fueron destituidos el director adjunto de Cambio 16, Ander Landáburu, el director de Operaciones de Diario 16, José Pérez Gracia, y Manuel Velasco e Ignacio Fontes, asesores de la dirección de Diario 16.

En el caso de Orozco y Landáburu, ausentes de Madrid por vacaciones, su cese estaría vinculado al editorial y a la entrevista ficticia con José Luis Domínguez, principal accionista del Grupo 16, que se publicaron en los números de Cambio 16 del 22 de julio y del próximo 12 de agosto.

En este último, Landáburu se interrogaba sobre el paradero de Domínguez y sus intenciones respecto al pago de las nóminas de los empleados.

«OPCION PROFESIONAL».- En el caso de Arrojo, su destitución, según fuentes de la redacción, se debería a su pertenecia al grupo de empleados de la «opción profesional», y que pretendía conseguir de los interventores judiciales que supervisan el cumplimiento de las condiciones de la suspensión de pagos la gestión del Grupo 16.

Tras el cese, Fernando Reinlein, uno de los tres directores adjuntos, ha asumido la dirección en funciones del diario.

En el caso de Cambio 16, para reemplazar a Orozco y Landáburu, Alberto Conde ha nombrado director a Angel Carchenilla, que hasta el momento ocupaba un cargo similar en Motor 16.

Carchenilla, que también se encontraba de vacaciones en el momento de su nombramiento, deberá compartir la dirección de Cambio 16 con la dirección general de Inrevisa, la empresa del Grupo 16 propietaria de Cambio 16 y que al mismo tiempo controla el 100% de las acciones de Cavisa, la editora de Motor 16. Mientras tanto, el hasta ahora director adjunto de Motor 16, Gigi Corbetta, pasará a la dirección en funciones de esta revista.

¿SEGREGACION DE INREVISA?.- La concentración de cargos en manos de Carchenilla -pese a la «colocación» de Corbetta- podría constituir un primer movimiento hacia la segregación de Inrevisa, a fin de facilitar su viabilidad, al no tener que compartir las cargas del diario y su posible venta. Según parece, había hasta tres grupos editoriales interesados en la compra de Motor 16 en el momento en el que el Juzgado que controla la suspensión de pagos la autorizase. Conde debería continuar en los próximos días la reestructuración de la empresas que debe suponer nuevos cambios.

Asimismo, ha advertido sobre la posibilidad de solicitar un expediente de regulación de empleo para toda la plantilla, a fin de permitir que los empleados puedan cobrar parte de sus sueldos. A los 571 trabajadores que en la actualidad mantienen el Grupo 16 se les adeudan en concepto de salarios y pagas extra más de 1.200 millones de pesetas.

Al mismo tiempo, esta maniobra podría presionar a los acreedores para que acepten las quitas que se les han propuesto ante lo que supondría un cierre en la práctica del periódico.

11 Agosto 1996

Empresario indeseable

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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Los tristes avatares del Grupo 16 vienen demostrando que en materia de irresponsabilidad empresarial todo es empeorable. Con motivo de la destitución de José Luis Gutiérrez poco antes de las elecciones, ya advertimos de la catadura de un individuo como José Luis Domínguez, capaz de mentir con todo desparpajo. Ahora este cazador de subvenciones se ha llevado por delante de una tacada, un viernes de agosto por la tarde, a media docena de profesionales de sólida trayectoria, incluidos los directores de Diario 16 y Cambio 16, que habían osado denunciar el reiterado impago de las nóminas. Más allá de discrepancias políticas o ideológicas, el comportamiento de este individuo sin escrúpulos constituye una afrenta al conjunto de la profesión periodística. Sería una vergüenza que ningún estamento político o financiero siguiera aceptándolo como interlocutor. Es inadmisible que alguien pretenda convertirse en propietario de un grupo periodístico supeditando su inversión a la llegada de dinero público, mientras trafica con la indefensión de sus asalariados. Un empresario que incumple de esta manera sus obligaciones de toda índole debe terminar ante los tribunales por razones de elemental higiene.