16 febrero 2009

El que pasara de ser hombre de confianza de Pujol en CDC y después fuera la gran apuesta (fallida) de Aznar en las generales de 1996 ahora está dispuesto a retornar a la política apoyando a Rosa Díez

Josep María Trías de Bes, ex dirigente de CiU y del PP catalán, anuncia su pase a Unión Progreso y Democracia

Hechos

El 16.02.2009 D. Josep María Trías de Bes publicó en EL MUNDO el artículo ‘Por qué apoyo a Rosa Díez’.

Lecturas

EL ARTÍCULO DE TRIAS DE BES, ÍNTEGRO:

POR QUÉ APOYO A ROSA DÍEZ

Después de más de una década retirado y lejos de la política activa, vuelvo a colaborar. El año pasado contacté con Rosa Díez y después de una agradable entrevista le propuse mi apoyo activo a ella y a su proyecto, desde la difícil plaza de Cataluña.

Vaya por delante que se me retraerá en su momento mi pasado político. Se dirá que mi mochila pesa mucho y se repetirá todo lo que ya se vertió en los medios cuando encabecé en 1996 la lista del PP por Barcelona. Desde entonces ha llovido mucho.

A Rosa la conocía desde hace mucho tiempo. Flaca, activa, incansable, inteligente y lista, vasca y sincera. Afronta los problemas de cara y sin tapujos. Su gran activo consiste en anteponer siempre la verdad, aquí, allí y acullá. No pretendo acumular méritos.Es una constatación. Su proyecto o mejor, el de su partido, es sumamente atractivo y más necesario que nunca en este momento político.

Creo que es necesaria la presencia de un partido que se mueva con libertad, introduzca aires limpios y nuevos, ventile la cocina de la política nacional y contagie a todos. Hemos desembocado con el transcurrir del tiempo, en un sistema bipartidista impuro del que extraen provecho los llamados partidos mayoritarios y el territorial de turno que con pillería pueda controlar la situación con escasa legitimidad representativa.

Este hecho ofrece como resultado unas instituciones alejadas de la calle, distanciándose de ella en la medida en que los problemas, desde los más perentorios y acuciantes hasta los más simples, no se resuelven.

Entretanto, los grandes partidos contemplan en actitud política pasiva, como se desgastan solos, bien en el Gobierno bien en la oposición. Esperan sin resolver siquiera sus propios problemas, una alternancia novocentista para ocupar el lugar del otro.

Los problemas de los ciudadanos se acumulan sin resolver o con frecuencia se complican innecesariamente. Estas sencillas reflexiones traídas a colación justificarían por si solas la necesidad de un partido que pretenda cambiar esta situación para resolver los asuntos que interesan. El ciudadano debe estar por encima de los intereses de las cúpulas de los partidos turnantes y sus problemas más acuciantes deben tratarse para paliarlos, minimizarlos o resolverlos.

Existen otras muchas razones por las cuales no sólo apoyo a este partido sino que participo en el. Entre ellas -y nada baladí- el enfoque que se plantea para resolver las numerosas incongruencias territoriales.

Se trata de que el Estado sea protagonista de las cuestiones básicas de determinadas materias. Se trata de defender ante todo los derechos de los ciudadanos reconocidos y protegidos por la Constitución, mal tratados en la práctica, sino constreñidos y cuando no violados.

Es incongruente y atenta el derecho de igualdad la existencia de planes y contenido de algunas materias en los sistemas educativos de las comunidades autónomas. También es incongruente en la sanidad todo lo concerniente a desplazamientos, vacunas. Por mencionar tan solo dos problemas. El Estado debería tener algo que decir.

También el dislate legislativo y normativo sobre las mismas cuestiones con efectos distintos que provoca inseguridad jurídica, indefensión y desigualdad ante la Ley.

El derecho a la igualdad debe restablecerse a todos los niveles.Debe modificarse la Ley Electoral. No es justo que un partido de ámbito nacional tenga menos representación que otros sin vocación, ni pretensión de representación nacional. Tuvo quizás su razón de ser en un momento dado, pero hoy no se justifica.

Estos y otros muchos problemas que Rosa Díez y su partido han denunciado con un discurso abierto, ausente de temores y libre de tabúes, que podría ayudar a una regeneración y superación de las inquietudes que hoy ahogan a los españoles.

Vaya de antemano que nada pretendo en lo personal. Mi cupo de vanidad está ya suficientemente saciado.

Josep Mª Trías de Bes