Juan Luis Cebrián anuncia el nombramiento de Fernando Abril Martorell como Consejero Delegado Adjunto en PRISA, primer cambio relevante tras el cambio de propiedad

Yo había animado a Juan Luis a buscar un refuerzo del máximo nivel para evitar la hecatombe a la que nos veíamos abocados por la imposible situación de endeudamiento. Fernando no acababa de decidirse y Juan Luis me pidió que intentara convencerle. Me encontré con un ilusionado y, al tiempo, dubitativo Fernando. De todos mis argumentos, el que más le llegó fue la referencia a su padre, y homónimo, el gran político de la Transición. Fernando sentía por él verdadera veneración y, al venir a PRISA, quiso en cierto modo no sólo escoger una buena opción profesional, sino también presar un servicio a la sociedad civil, acorde con el espíritu de la Transición, liberal y progresista, que había heredado. Fernando, una gran persona, de extraordinaria inteligencia e integridad, tiene un carácter fuerte. De ahí mis dudas iniciales sobre cómo funcionaría la colaboración con Juan Luis siempre le respetó a él. Así, entre ambos pudieron superar una situación financiera  que parecía insalvable.