Juan Tomás de Salas protesta ante Pedro J. Ramírez por el sesgo que Melchor Miralles da al caso Amedo en DIARIO16

Lecturas

Libro de Pedro J. Ramírez ‘La Rosa y el capullo’:

(Pag. 143)

Para mí, como director, se fue haciendo patente que tal atmósfera empezaba a prender también en algunos miembros del consejo de administración del periódico, y especialmente en el editor y principal accionista Juan Tomás de Salas. Si bien a lo largo de los años anteriores Salas siempre había respaldado la línea independiente y crítica de DIARIO16, apoyando a la redacción y al director en cuantas encrucijadas conflictivas se habían producido, en esta ocasión empezaba a percibirse por su parte un claro distanciamiento con relación a nuestra cobertura del caso Amedo. (…)

Salas me transcribió por escrito su punto de vista, quejándose de la reiterada aparición de noticias relacionadas con Amedo en la portada del periódico:

«En ese mismo día, y el siguiente, Amedo volvió a la primera reluciente. Este asunto lo hemos discutido tantas veces que ya se me agotaron argumentos y ganas de usarlos. Sólo digo que ni el consejo, ni yo, ni los dirigentes de esta casa, creemos que nuestra investigación sobre Amedo reúna las condiciones de imparcialidad y veracidad propias de un gran periódico. Al contrario, sentimos que DIARIO16 anda a la busca de su Watergate, sin importarle mucho lo demás. Hemos condenado a Amedo sin juzgarle, y ya todo lo demás es añadidura. Una añadidura que se repite sin parar y ocupa la primera en estos días, a pesar de que el consejo y yo te hemos dicho que bajes el tono de lo que aparece más como caza de brujas que como investigación imparcial.

El asunto legal es tan impopular (no valen encuestas cuando los lectores de periódicos son sólo una pequeña y muy concreta minoría dentro del universo de la encuesta) que sólo derrochando seriedad, imparcialidad y veracidad lograrás que nuestros lectores no entiendan en lugar de detestarnos. Y ello exige una imparcialidad que creo que Melchor Miralles no esta en condiciones de ofrecer. Amedo parece su batalla, y eso le quita credibilidad, aunque no lo sea.

Juan Tomás de Salas.