La bailarina holandesa Mata Hari es fusilada por los franceses acusada de haber realizado espionaje en favor de Alemania

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El 15 de octubre de 1917 un pelotón de ejecución del ejército francés fusiló en el bosque de Vincennes a la célebre bailarina conocida como Mata Hari. Un tribunal francés la había condenado a muerte por espionaje a favor de Alemania.

Mata-Hari, cuyo verdadero nombre era Margareta Gertrudis Zelle, nació en 1876 en la ciudad holandesa de Leeuwarden; casada con un oficial del ejército colonial neerlandé, acompañó a su marido a Java, donde aprendió las danzas folclóricas balinesas, en 1897. Divorciada, se instaló en Paris y actuó como bailarina en Montmartre; la sensualidad de sus danzas, que ejecutaba a veces desnuda, le otorgó una extensa fama.

La guerra la sorprendió en Berlín y regresó a Holanda. POr necesidades de dinero aceptó un ofrecimiento del cónsul alemán en Holanda: 20.000 marcos a cambio de realizar espionaje en Francia. Al mismo tiempo, la bailarina – todo un mito de la Europa de la ‘Belle époque’ – fue contratada por los servicios de espionaje franceses, que simultaneamente, dado que desconfiaban de su fidelidad, establecieron una estrella vigilancia en torno a ella.

Así, agentes francesas la siguieron hasta Madrid, donde la bailarina espía mantuvo una entrevista con el agregado militar alemán, Von Kalle. Detenida en París, adujo que había visitado al diplomático alemán sólo para sonsacarle información.

No pudo demostrarlo y el tribunal que la juzgó dictó sentencia de muerte.