25 noviembre 1989

Informaciones periodísticas habían señalado que Polo estaba trabajando como arquitecto

La dimisión de Luis Diego Polo como alcalde de León causa el retorno de Juan Morano tras su reconciliación con el PP

Hechos

El 25.11.1989 D. Luis Diego Polo dimitió como alcalde de León.

Lecturas

Las constantes divisiones del bloque de concejales de centro-derecha en el ayuntamiento de León causan el 25 de noviembre de 1989 la dimisión del alcalde de León D. Luis Diego Polo que, además, renuncia a su acta de concejal.

D. Juan Morano Masa volverá a la alcaldía con el apoyo de todos los concejales tanto provenientes del grupo concejales independientes de su lista como del grupo de concejales del PP, ahora fusionados en un mismo grupo, poniendo fin al ‘Paco Cívico’ de 1987 cuando los concejales del PP entonces liderados por D. José Luis Díaz Villarig (ahora en el CDS) le echaron de la alcaldía pactando con el PSOE.

Con el acuerdo Morano-PP Se culmina así el proceso de integración de la derecha en León buscada por D. José María Aznar López con la integración del grupo del Sr. Morano Masa en el PP (que será simultáneamente alcalde de León y diputado por el PP).

No obstante, uno de los concejales de la lista independiente del Sr. Morano, D. José María Rodríguez de Francisco, no se integrará en el PP y creará su propio partido local: la Unión del Pueblo Leonés (UPL).

¿POLO ‘GUARDABA’ EL SITIO?

LuisDiegoPolo__ D. Luis Diego Polo fue elegido concejal de León en las listas de la Candidatura Independiente que encabezaba D. Juan Morano. Ahora los miembros de esa candidatura se han integrado en el PP incluyendo en el propio Sr. Morano que va de número 2 del PP en las listas al Congreso por León y que además ahora simultaneará ese cargo con la alcaldía.

10 Diciembre 2016

El caudillo del «leonesismo»

Lucía Méndez

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La fuerza de este singular político reside en su capacidad para enfervorizar a las masas. La oratoria y la demagogia son sus armas. Su vida pública tiene tiene dos fases: una radical cuando la Junta de Castilla y León estaba gobernada por el PSOE y otra moderada desde que José María Aznar ocupó la Presidencia de la Comunidad Autónoma. En la primera, Juan Morano se declaró dispuesto a morir en huelga de hambre por defender la autonomía uniprovincial para León. Razones médicas le obligaron a desistir de su huelga, aunque no de su empeño. El alcalde dedicó a varios altos cargos un sinfín de desplantes. La estrella de Morano brillaba en todo su esplendor. Ganó las elecciones municipales de junio del 87, encabezando una lista independiente. El carismático líder de la derecha leonesa fue desalojado del Ayuntamiento. PSOE, CDS y AP -hay que imaginarse lo que es Morano para lograr que se pongan de acuerdo los tres -firmaron un pacto «cívico» para colocar en la alcaldía a José Luis Díaz Villarig. Este discreto político duró medio asalto. Una voz anónima informó amablemente a la opinión pública de varios pecados del alcalde, que cuando era joven tenía la afición de robar joyerías. Díaz Villarig pertenecía a AP, partido en el que Morano, con la etiqueta de independiente, hacía y deshacía a su antojo, igual que ahora en el PP. El caudillo, junto con su grupo de 11 concejales independientes, juraron no volver al Ayuntamiento, mientras por toda la ciudad se extendió un clima de violencia. Grupos de jóvenes partidarios de Morano, que el PSOE situó en la extrema derecha, intentaron quemar el chalet de un concejal de AP. La virulencia política desatada por el leonesismo remitió cuando José María Aznar se hizo cargo de la Junta de Castilla y León. Consciente de que tenía el enemigo en casa, Aznar llegó a un acuerdo: el PP y los independientes presentarían una moción de censura contra su propio alcalde, Díaz Villarig, a cambio de que Morano dimitiera como concejal y de que la aldaldía la ocupara un edil popular, Luis Diego Polo.

Todos los extremos del acuerdo se cumplieron, menos uno. Juan Morano no dimitió cono concejal y al PP no le quedó más remedio que tragar quina, ante el apoyo popular que suscita el personaje. Para entonces Juan Morano había olvidado su reivindicación leonesista para conseguir un buen puesto en el PP, con un sector de este partido enfrentado a muerte con los independientes. En las pasadas elecciones el caudillo ocupó el primer puesto en la lista del PP para el Congreso y obtuvo un resultado envidiable. Todo el mundo supo a partir de ese momento que Luis Diego Polo, el alcalde, tenía los días contados. Morano volvió a poner los votos encima de la mesa. Hace diez días aseguraba que Luis Diego Polo no dimitiría. tres días más tarde, Luis Diego Polo dimitió. Y Juan Morano fue elegido alcalde entre una lluvia de serpentinas y lágrimas de sus seguidores, en los que sobresale una legión de mujeres maduras. La oposición le ha calificado de «traidor al leonesismo». De momento, tiene que hacer frente a un turbio asunto sobre recalificación de terrenos conocido como el caso del «Fantasma Cándido». Conocida su capacidad de escurrirse, es probable que salga ileso de este asalto. El abogado leonés, que ha viajado con toda tranquilidad de UCD al PP pasando por AP y los independientes, sólo parece avergonzarse de una cosa. De haber nacido en Madrid.