9 octubre 1968

Los diarios YA, ABC y NUEVO DIARIO respaldan a antigua redacción de EL ALCÁZAR ahora reemplazada

La ex redacción de EL ALCÁZAR ahora en paro por el cambio de propiedad protesta contra las críticas de Emilio Romero (PUEBLO)

Hechos

El 9.10.1968 el diario YA publicó una carta de la antigua redacción de EL ALCÁZAR, de PESA, ahora sin trabajo tras el cambia de empresa titular (de PESA a DYRSA).

Lecturas

El diario Pueblo de Emilio Romero Gómez respaldó el cambio de empresa gestora de El Alcázar, de PESA a DYRSA. Esa medida llevará a que la ex redacción de El Alcázar, los periodistas de PESA encabezados por José Luis Cebrián Boné escribieran una carta de protesta contra Romero Gómez publicada en Ya, ABC y Nuevo Diario. Romero Gómez responderá desde Pueblo representando a PESA como una organización dependiente de los intereses económicos del Banco Atlántico, Bankunion o la Unión Infustrial Bancaria, recordando que los directivos eran los mismos, como Josep Ferrer-Bonsoms Bonsoms o Pedro Bofill Quadras, que simultaneaba la presidencia de PESA con su condición de Consejero Delegado del Banco Atlántico. Y alude también a que el Diario Madrid es en gran medida propiedad del Banco Popular y a que la agencia Europa Press lo es de la Confederación Española de Cajas de Ahorro.

07 Octubre 1968

A cada uno lo suyo

Emilio Romero

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Primero- Los redactores de EL ALCÁZAR vieron un día suspendido su periódico.

Segundo- Los redactores de EL ALCÁZAR, en paro, constituyeron en seguida, por su situación, un problema laboral.

Tercero- Los redactores de EL ALCÁZAR recibieron la invitación de trabajar en el nuevo EL ALCÁZAR, que, según se dice, saldrá esta semana. Asunto laboral resuelto.

Cuarto- Pero los redactores de EL ALCÁZAR rechazaron este ofrecimiento de trabajo, y decidieron continuar sin periódico con la empresa que editaba el viejo EL ALCÁZAR.

El espectáculo conmueve por lo valeroso, por lo decidido, por lo raro, por lo generoso, por lo consecuente, por muchas cosas más. Pero uno, que ve el panorama dese el puente, contempla con tristeza la admirable profesión periodística a la que pertenece y reflexiona.

REFLEXIÓN INTERROTAGIVA

Los compañeros de EL ALCÁZAR, según se ha informado, mostraron curiosidad por saber quienes eran los accionistas de la nueva empresa. ¿Pero mostraron curiosidad alguna vez por saber quiénes eran los accionistas de la empresa donde trabjaban? Quería saber mis compañeros de EL ALCÁZAR, razonablemente, quiénes eran los que podrían dirigirles políticamente si pasaran a trabajar al a nueva empresa. ¿Pero sabían quién dirigía políticamente, y con qué móviles, la empresa en la que estaban?.

REFLEXIÓN PATÉTICA

Hasta ahora en nuestro país la empresa tiene un propietarios, bien privados, o representantes de corporaciones. Todos estos propietarios tienen cosas que defender, y por eso tienen periódicos: defienden ideas o intereses. Solamente los redactores son asalariados. Defienden, exclusivamente su pan y aman su oficio. Si sus ideas coincidieran con la empresa, pues muy bien, todos contentos. Pero si no coincidieran, o tienen que escribir lo que les digan, o tendrán que marcharse. Y a este oficio se le exige juramento y tiene tribunales de ética y principios morales de la profesión, y se le puede echar encima el Código Penal y otros códigos. (…)

REFLEXIÓN AMARGA

Los compañeros de EL ALCÁZAR son en estos momentos el único y colosal instrumento de agitación. Son como la triste y conmovedora carne de cañón de las viejas guerras, donde la tropa es incoente. Sobre mis heróicos compañeros de oficio y sacrificio se va a estar haciendo la más recusable de las demagogias, la demaogia de la ética. Ellos que no son propietarios de nada, ellos que no figuran en ningún ayuno de presión, ellos que no crean la estrategia de asalto al poder, a la influencia o a las finanzas, ellos que hacen el periódico y crean la opinión pública, y al final son solamente trabajadores por cuenta ajena, comprendidos en el Reglamento Nacional del Trabajo en Prensa, son como un inocente dinosaurio del idealismo y de la honrades, asomado a nuestra sociedad de consumo.

Mi imparcialidad para decir todo esto se basa en que, con todo el respeto y admiración de los símbolos que titularizan la empresa propietaria del título EL ALCÁZAR – La Hermandad de Nuestra Señora Santa María del Alcázar – ese grupo me huele, en algunas personas, no en todas, a inmovilistas, a sacrosantos, a ortodoxosos, a custodios de la fe, a cruzados (aunque personalmente respetabilísimos) y no están por todo ello en mi rumbo, que es fiel con el tiempo, sin dejarme tirar de él, y mudo, no porque sea uno sabio, sino porque no aspira a ser fósil. Confío en que hagan el sencillo ejercicio que hay que hacer para dirigirse a la opinión pública, que es asomarse a la calle. Esto es saludable. El nuevo director es apacible, experimentado y realista.

Y también con todo respeto a quienes empujaron EL ALCÁZAR, y a quienes fundaron NUEVO DIARIO, estoy muy lejos de ellos por razones epidérmicas, que es casi siempre una frontera del hombre para admitir o rechazar a alguien. Por el momento, a esas personas las tengo detenidas en la epidermis. ¿Para qué más razones? Me lo denuncia la piel.

Una vez probada la imparcialidad, ello no quiere decir que se me desmedule la fe en la convivencia y en el pluralismo. Acudo al beneficio de la libertad de opinión para salvaguardar mi independencia.

La cosa es que como no voy a dar satistacción ni a unos ni a otros, y entre ellos hay personas que considero y estimo, tengo garantizado el encono de los dos. Pero como pienso que ninguno exhibe razones completas, me dispongo a dormir tranquilo, con la conciencia a punto, que es quien me dicta mis actos.

Emilio Romero

09 Octubre 1968

Carta de la Asociación de Redactores de EL ALCÁZAR al director de

Asociación de Redactores (José Luis Cebrián y el resto de la redacción)

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Con disgusto y estupor, hemos leído su comentario titulado ‘A cada uno lo suyo’ publicado ayer en PUEBLO, en el que en justicia el problema, para nosotros penoso, de la suspensión de EL ALCÁZAR. Vaya por delante que no esperábamos recibir del director del órgano oficial de los Sindicatos, siendo nosotros también trabajadores y compañeros, un trato tan desconsiderado. No habrá de extrañarle, pues, que le expresemos nuestra línea que nuestra situación laboral le haya dado pie para definiciones tan personales y de dudosa imparcialidad.

Considerando que su artículo de ayer puede haber confundido a la opinión pública, queremos aclarar lo siguiente:

1 – Es paradójico que usted – cuyas dependencias ideológicas son obvias – se conmueva por nuestra postura y la considere romántica y rara cuando en tantas ocasiones ha dicho defender la legalidad y la libertad, en cuyo marco nos encontramos nosotros. Debe saber el director de PUEBLO que si hemos preferido el riesgo que comporta la fidelidad es porque pensamos que España es un Estado de Derecho. Nuestra decisión, adoptada libremente, en asamblea democrática, se debe a que estamos convencidos de que se restituirá a PESA el derecho de que se le ha privado. De no ser así, hubiéramos acudido a trabajar a la otra empresa, creada apresuradamente para sacar a la calle un periódico cuyo derecho a publicarlo está jurídicamente en el aire.

2 – En todo momento, ante la suspensión ordenada por la Dirección General de Prensa, hemos obrado con entera independencia y dentro de unos criterios puramente profesionales. Primero, constituyendo legalmente una Asociación de defensa profesional; después utilizando todos los recursos que las leyes ponen a nuestro alcance para la defensa de nuestros derechos.

3 – Dice usted que hemos pedido la lista de los accionistas de la nueva empresa Hermandad de Santa María de EL ALCÁZAR, mientras no pregunta si nos preocupábamos de saber quiénes eran los accionistas de PESA. Resulta ingenua esta pregunta. PESA nos viene ofreciendo unas condiciones económicas que causaron asombro al mismo don Lucio del Alamo cuando se las expusimos al acudir a él en calidad de presidente de la Asociación de la Prensa. Pero aún hay más. Cuando EL ALCÁZAR festejó en un almuerzo de confraternidad, al que acudieron todos sus empleados, el logro de los 200.000 ejemplares, en 1967 el entonces consejero delegado de PESA, don Carlos Merino, expresó públicamente la composición completa de los accionistas de nuestro periódico.

Poco sabemos, por el contrario, de la nueva empresa todavía en periodo de constitución. Se nos dijo, eso sí, que contaba con un capital inicial de veinte millones de pesetas sin especificar de dónde salían. ¿Pueden parecerle extraños nuestros temores, cuando usted ha manifestado en más de una ocasión que sacar un periódico con menos de ciento veinte millones es un suicidio

4- En cuanto a la curiosidad por los móviles ideológicos de nuestra empresa, la hemos sentido idéntica a la que puedan abrigar los redactores de PUEBLO por su periódico. Como profesionales entendemos que la actual legislación de Prensa pone en manos de las autoridades suficientes garantías en este orden como para no sentirnos ni incómodos ni sospechosos dentro de cualquier empresa legalmente autorizada.

5 – Es lamentable que a usted le parezca digno de caricatura el que un consejero delegado agradezca la fidelidad a más de ciento sesenta personas, la mayoría dependientes de un único sueldo. ¿Tan insólito le parece este hecho al director de PUEBLO? Pero más lamentable aún e insospechable en usted, comentarista político es que en la tercera página de su periódico se permita el lujo de minimizar uno de los problemas jurídico-políticos probablemente más importante de los últimos años diciendo que ‘solamente habrá unos sacrificados: los periodistas’. Ni las leyes, ni la ética, ni la fidelidad a los contratos, ni el respeto a los Tribunales tiene, por lo visto, nada que ver en este caso. Con considerarnos unos ingenuos, ya queda el asunto despachado. ¿Es ésta la actitud que podíamos esperar del director de un periódico sindical, que debe defender los intereses profesionales de los trabajadores? ¿Estaría de más que le rogáramos que no hiciera demagogia y no ayudase a convertirnos en carne de cañón en un periódico pagado de los trabajadores?

6 – En periodismo, contra lo que usted dice, no todo queda reducido a ‘defender exclusivamente el pan’. Esto sería despreciar la servidumbre y grandeza de esta profesión. Hay muchas otras cosas que también exigen ser defendidas, y usted tiene la obligación profesional de saberlo y de demostrarlo.

Y como usted dice a cada uno lo suyo. Le recojamos que nos publique esta carta sin apostillas ni comentarios como creemos que merecemos.

La Asociación de Redactores de EL ALCÁZAR

14 Octubre 1968

Una contestación

Emilio Romero

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Preámbulo

Los redactores de EL ALCÁZAR exiliado me han dirigido una carta circular que han publicado, escalonadamente YA, ABC y NUEVO DIARIO. En vista de que la carta era para mí, pero la han recibido todos, y algunos la han pregonado, considero suficiente la publicidad y el redoble monárquico financiero-espiritual, y no la publico.

A los redactores de EL ALCÁZAR exiliado les dediqué elogios que harían sonrojar a Larra por excesivos. Pero quien les dirige, quien les mueve, quien les asusta y quien les promete, con el espíritu a la diestra y la materia a la siniestra, no les ha permitido que me lo agradecieran, y les ha dicho que me digan que son libres, felices y benéficos.

Una fórmula mágica

Los ideales del sufragio universal, libre, directo y secreto, los grandes liberales de la historia, no podían suponer el reformismo de nuestros novísimos y originales liberales que han descubierto el huevo de Colón de obtener unanimidades electorales sin corte totalitario; simplemente ordenando a los votantes que en la papeleta de voto libre, directo y secreto pongan arriba su nombre y apellidos Con esta ingeniosa fórmula, que es una tercera posición entre Juan Jacobo Rousseau y Hitler, EL ALCÁZAR exiliado obtuvo la unanimidad de sus redactores para quedarse democr´taicamente donde estaban y conmover al país con su heroísmo civil.

También es verdad que el nuevo EL ALCÁZAR que se refundaba con Lucio del Álamoa la cabez, era, en su aparición, una realidad muy débil; ni tenía bancos, ni bendiciones, ni apoyo general del poder, ni crédito de liberal, y con cierto tufillo gubernamental. Más valía por ello – pensarían los redactores – poner el nombre arriba de la papeleta y votar en secreto lo que les dijeran. Este nuevo sistema de votación donde se sabe quién vota y a qué vota, está patentado por PESA (Prensa y Ediciones Sociedad Anónima) y constituye como una nueva revolución democrático-cultural para obtener unanimidades electorales y políticas mediante sufragio libre, directo y secreto. Si esto lo llegan a inventar los fascistas y los comunistas, la Democracia liberal hubiera muerto de infarto de miocardio y los actuales dirigentes demócratas europeos estarían en un Museo.

Las concominitancias

Un periódico independiente debe ser aquel que no depende de nadie. Y un periódico, lógicamente, es su redacción, que es quien lo hace. PESA es una sociedad propietaria de EL ALCÁZAR en el exilio y de NUEVO DIARIO, con un capital social de ciento diez millones de pesetas. La sociedad empezó con veinte millones. El presidente de esta sociedad, señor Bofill de Quadras, es, a su vez, Consejero-Delegado del Banco Atlántico, y otro ejecutivo de este Banco, el señor Ferrer Bonsoms, es accionista y personaje importante de PESA. En las ampliaciones de capital de esta Sociedad han invertido ese Banco con acciones y créditos estimables, más otras entidades financieras filiales, como Bankunión o Unión Industrial Bancaria. El Señor Bofill, compañero espiritual y de colegio del director de EL ALCÁZAR en exilio tiene esta alta biografía económica y empresarial: Consejero-Delegado de Universal de Inversiones, de Esfina, del Banco Atlátnico, de Unisa, del Fondo de Inversiones Mobiliarias, de la Unión Industrial Bancaria, de Sucesores de Queadra y Prim y otras. Esto no constituye, naturalmente, ningún reproche, pero hay que saberlo.

Si a don Joaquín Costa, que dicen que era el más crédulo e inocente progresista del siglo XIX le dijeran en el otro mundo que desde los Bancos se iba a hacer ahora en el país la felicidad de los mortales, a repartir mejor la renta, a acabar con el capitalismo, a distribuir la tierra y a permitir a todos la libertad de reunión y de opinión, soltaría una carcajada descomunal y escasamente candorosa. Por eso cuando el señor Molero saludo emocionado a los redactores de EL ALCÁZAR en el exilio, tras la votación – con arreglo al nuevo descubrimiento que irritaría justamente a Mendez-France – me acordé del humorista Máximo, ya que no tenía Quevedo a la mano. Fue como un disparo de la imaginación. Presento mis excusas.

Los Bancos, dueños de periódicos

En estos momentos hay en Madrid nuevo periódicos diarios de información general. Cinco de ellos están controlados directamente por Bancos, aunque hay que establecer diferencias; algunos Bancos han adquirido periódicos para defender la entidad bancaria de cierto deterioro de opinión pública; pero otros lo han hecho por una estrategia de asalto a posiciones de influencia y poder.

La agencia de noticias EUROPA PRESS bien dirigida profesionalmente, aunque tamborilera de la Prensa económico-espiritual perteneciente a esta misma familia ha cntado con fondos de las Cajas de Ahorro y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja, más la de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, sin que los ahorradores españoles, que suelen ser modestos, sepan en que negocios problemáticos y políticos meten sus directivos el dinero. Hasta ahora todo son pérdidas.

Todavía hay un pleito en los Tribunales entre el grupo fundacional de accionistas de la nueva empresa del Diario MADRID y sus actuales rectores. Todo se resolvió un día por dieciséis millones de pesetas que puso un Banco en las manos de don Rafael Calvo Serer para convertirlo en dueño y señor del periódico. Esos accionistas fundacionales y defenestrados sn ahora accionistas en el exilio hasta que no resuelvan los jueces.

La ética periodística

Mientras tanto, la ética periodista es tristemente, vulnerable y mítica, respetable e inexistente, definitoria e inexplicable, monumental e invisible, inmaculada y prostituible. El periódico YA publicaba, sorprendentemente, una carta dirigida al Director de PUEBLO, y cuando se lo reprocharon contestó el periódico apostólico diciendo que antes había reproducido, voluntariamente, el artículo de Emilio Romero; pero resulta – en el supuesto de que esta salida fuera un argumento – que del artículo en cuestión no habían publicado más que unos fragmentos, mientras que la carta de réplica la dieron completa. ABC ni siquiera publicó el artículo de Emilio Romero; pero sin embargo, publicó la carta. Este último periódico, que ha publicado todo lo que salía de la Prensa agitada, se ha tragado enteritos los dos comunicados de los periodistas asociados, simplemente porque no eran favorables a la agitación de sus amigos. ABC está haciendo las veces de amoroso ‘novio bufanda’ de esos periódicos, ajustándonos en el concepto a la feliz definición del Alcalde de Los Santos de Maimona, que es el documento del Alcalde de Los Santos de Maimona, que es el documento administrativo más delicioso que se ha producido en este país, en los años contemporáneos, y que si puedo, he de glosar como merece.

La ética periodística ha tenido un brillante colofón semanal en la Sección de Calvo Hernando en ND (No sé si he dicho en alguna ocasión que es una estupenda sección política de periódico, y si sobre este compañero no pesara PESA ya le haría alguna proposición honesta. Todo consistiría en que se propusiera y alcanzara, ser independiente). Hace un historia del asunto con una parcialidad tan intrépida y malabarística, que si no le ha saludado ya el señor Molero, bancariamente conmovido, lo hago yo con el corazón, con todas las vísceras de mi oficio, aunque sin acciones al portador. Una de las habilidades que luce es respecto a un artículo de Bugeda, publicado en este periódico que ha dado la vuelta al país, y se ha salido de las fronteras. Ha cogido un parrafito, que es solamente consecuencia de la acusación de fondo, y le ha ofrecido suelto, aislado, autónomo. Los moralistas, los sacerdotes, los mortales de conciencia recta, saben que no pueden mutilarse textos para deducir opiniones o consecuencias si no se ofrecen completos. La sustancia del artículo de Bugeda era esta:

“Cuando un grupo de presión implanta su colonización sobre una sociedad, el factor con que cuenta de modo principal para conseguir sus fines es, sin duda, la incapacidad de reacción de los invadidos, que permite la más absoluta impunidad para las operaciones más audaces: hoy cae un periódico; mañana, una sociedad financiera y una inmobiliaria; al otro día, un banco, y poco después, un Ministerio. Y nadie acierta a defenderse…”.

“…Siempre hemos creído que la llamada legalidad sólo se justificaba en el servicio de la sociedad y no en que la sciedad justificaba en el servicio de la sociedad y no en que la sociedad debiera estar al servicio y disposición del leguleyismo. ¿O estamos tal vez equivocados, señores tecni-juristas? Si estamos dispuestos a admitir que la norma legal pone fin a la ley de la selva, debe quedar claro a quien protege esa norma, si al chacal o a la gaceta…”

Pedro Calvo Hernando destaca solamente este otro párrafo: “Una sociedad se gobierna con decisiones políticas y los vetos administrativos y judiciales son tan subordinados a estas decisiones que sólo una grave confusión mental puede pretender su preeminencia’. Y entonces se le ocurre decir al compañero que esto que ha leído es literatura totalitaria.

Y lo que se sabe por ahí fuera

Y como THE TIMES londinense es un periódico bien informado, respetable, respetado, centenario, libre, independiente e institucional, a quien los periódicos españoles le han puesto más incienso en un día, que el recibido por el Apóstol Santiago en un año, transcribo la clasificación que hace de algunos periódicos de Madrid en su número dedicado a la Prensa:

  • ABC (monarchist)
  • YA (R. C. hierarchy)
  • ARRIBA (Falange)
  • NUEVO DIARIO (Opus Dei)
  • EL ALCÁZAR (evening: Opus Dei)
  • PUEBLO (evening: offical unión paper)
  • MADRID (evening: Opus Dei).

Insólito

En la Carta de Redactores de EL ALCÁZAR se me hace esta súplica insólita: “Le rogamos que nos publique  esta carta sin apostillas, ni comentarios, como creemos merecernos”. ¿Pero cómo se pide esto para una carta irritante, y divulgada? Parece que no es consecuente este espíritu con las proclamaciones de libertad, de crítica y de diálogo que tiene esa Santa Alianza de periódicos. Si monólogo y silencio son dos actitudes que se condenan a diario, ¿cómo se puede pedir que las usen aquellos a quienes se quiere descalificar? Solamente justifico el ruego a título de candor. Los lectores de todas las creencias se habrán quedado confusos. Ya sé que el silencio ha asesinado en este país más que las palabras. Al adversario siempre se le ha querido injustificar o difamar; y luego se le ha callado, si se ha podido.

Los órganos representativos de los periodistas – las Asociaciones de la Prensa – que son libres y democráticos, como mandan los cánones, han dicho su última palabra: Ese pleito es jurídico y político, exclusivamente, a nivel de empresas. No hay, en estos momentos, ningún problema laboral. Los trabajadores de los talleres hacen el nuevo EL ALCÁZAR, y los redactores, mediante votación nominal secreta, han preferido quedarse en su Sociedad.

Colofón

Mi gallo está pacífico, mirando siempre el horizonte por donde tiene que salir la luz, animoso de avisar a los perezosos, y sin entusiasmo de pelea. Este gallo es noticioso, y un poco discusivo, pero no es de lucha, y por ello no es bravucón, agresivo y sin piedad. Hay que hablar con él, y llevarle la contraria si no estuviera en lo cierto. Pero n es acertado, ni justo, tirarle piedras, ni aún vestidos con cosas serias, porque entonces saca el pestorejo, engríe la cresta, se arrincona para lanzarse y no mide la estatura de quien le cantea. “Sin un Banco – dice – se puede vivir, mal que bien. Pero sin plumas y calladito, no hay gallo decente que se atreva a ejercer su oficio”.

Emilio Romero