12 octubre 1968

Su salida de la dirección se produce tras su condena por injurias a José María Gil Robles

Rodrigo Royo deja la dirección de DIARIO SP a Cristobal Páez para centrarse en la dirección de la empresa editora del medio

Hechos

El 12 de octubre de 1968 D. Rodrigo Royo dejó la dirección de DIARIO SP para centrarse en la dirección de la empresa editora tanto de ese periódico, como de la revista SP. El Sr. Royo nombró al periodista D. Cristobal Páez nuevo director de DIARIO SP.

Lecturas

Su anterior polémica de Royo fue con Cuadernos para el Diálogo en agosto de 1968.

Después de ser condenado por el Tribunal Supremo por injurias a José María Gil Robles Quiñones, el Director de Diario SP Rodrigo Royo Masía cede la dirección del periódico a Cristóbal Páez García para centrarse en la dirección de la empresa que edita tanto la revista SP como el Diario SP.

CRISTOBAL PÁEZ, DIRECTOR DE DIARIO SP

Ayer, a las ocho de la tarde, se celebró en la Redacción del DIARIO SP el acto de transmisión de la dirección del periódico. En un ambiente cordial, como corresponde al espíritu joven del Diario, alejando de formalismo e imbuido de una seriedad que no necesita traje de fiesta, Rodrigo Royo hizo la presentación de Cristóbal Páez a la Redacción. Su introducción fue corta. La amistad que une a los dos durante muchos años periodísticos hizo innecesaria la extensión y el panegírico.

El nuevo director de DIARIO SP, Cristóbal Páez habló a continuación e inició así su primera comunicación con sus redactores.

En junio de 1969 se produjo una polémica con José María Aznar.

El Análisis

NO HACE FALTA SER DIRECTOR PARA DIRIGIR

JF Lamata

Rodrigo Royo había quedado estigmatizado por ser el primer director de periódico de ámbito nacional condenado en firme por el Tribunal Supremo por publicar informaciones falsas o no demostrables, aunque fuera contra un opositor al régimen como era Gil Robles. Ante lo cuál Rodrigo Royo decidió dejar la dirección de su periódico y cedérsela a otro periodista falangista como Cristóbal Páez, que venía, como él, del ARRIBA.

Pero una cosa que la historia de los periódicos iba a demostrar es que no hace falta ocupar nominalmente la dirección de un periódico para dirigirlo. Rodrigo Royo siguió siendo el primer ejecutivo del periódico y su firma siguió siendo la principal tanto en DIARIO SP como en la revista. Su presencia rellenaría cada una de las páginas del rotativo.

Lo de Royo no era, por tanto, la decisión de dejar de dirigir, era una maniobra para seguir dirigiendo. Algo parecido a lo que harían después Luis María Anson y Mauricio Casals, que dirigirían el periódico La Razón sin necesidad de ocupar la dirección.

J. F. Lamata