10 febrero 1984

Reemplaza en el cargo a Francisco Bustelo, dirigente de 'Izquierda Socialista', el sector más radical del PSOE crítico con Felipe González

La izquierda pierde el control de la Universidad Complutense de Madrid con la elección de Amador Schüller como su nuevo Rector

Hechos

El 9.02.1984 D. Amador Schüller fue designado nuevo rector de la Universidad Complutense de Madrid.

Lecturas

Las elecciones a rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) se celebran tras la decisión del hasta ahora rector D. Francisco Bustelo de no presentarse a reelección después de una fuerte campaña contra él encabezada por el periódico ABC con apoyo de sectores conservadores de la UCM.

El 9 de febrero de 1984 D. Amador Schüler Pérez es elegido nuevo rector de la Universidad Complutense de Madrid tras ganar a los candidatos de la izquierda.

Primera vuelta.

  • Amador Schüller Pérez – 407 votos.
  • Alberto Gil Novales – 226 votos.
  • Antonio Fernández Rañada – 147 votos.
  • Manuel López Cachero – 83 votos.

Segunda vuelta.

  • Amador Schüller Pérez – 535 votos.
  • Alberto Gil Novales 357 votos.

El mandato del Sr. Schüller Pérez durará hasta 1987, cuando se celebrarán nuevas elecciones a rector de la UCM.

10 Febrero 1984

Rector para la independencia

ABC (Director: Luis María Anson)

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Ayer, los 1.030 miembros que integran el claustro de la Universidad Complutense eligieron un nuevo rector en sustitución de don Francisco Bustelo. La importancia de esa votación no reside tan sólo en el peso específico de esta Universidad, la mayor de España y una de las mayores del mundo, sino también en el carácter constituyente del presente claustro, que tendrá que abordar la elaboración de los estatutos de la Complutense.

La crisis en la que se debate el mundo universitario, además de ser un reflejo del a que existe en la sociedad obedece a causas propias que radican en su progresiva dependencia de factores extrauniversitarios. Sólo desde la más plena independencia la institución universitaria puede cumplir su triple misión educativa científica e investigadora, y estas tareas son, prácticamente, imposibles de cumplir si previamente no se da tal dimensión. Y es que cuando se habla de situación crítica de la Universidad se generaliza un tanto abusivamente, porque únicamente se encuentra en crisis el modelo latino de Universidad. Por el contrario, el modelo anglosajón, donde los recintos universitarios están desvinculados del Estado y muy ligados a la sociedad, desconocen la politización degradadora de nuestra Universidad.

Si todos los datos señalan que está agotado el modelo universitario latino, mucho más indican que está agotada su peculiar versión hispana.

Por múltiples razones históricas, en España hemos asistido incluso, a la caricatura más extremada de tal modelo periclitado. A lo largo de un siglo la hiperpolitización  ha sido la constante general de la institución universitaria; reiteradamente, el ‘Alma mater’ no ha sido más que la catapulta de sucesivas plataformas políticas en claro detrimento de sus tareas pedagógicas. Dependencia que reflejada en sus mismas estructuras administrativas, la ha convertido en un mero brazo ejecutor de las decisiones del Ministerio de Educación de turno. Expresión última de esta situación degradante ha sido la concluida etapa de rectorado del señor Bustelo. No es de extrañar, por ello, que todos los candidatos a reemplazarle hayan reivindicado la bandera de la independencia de la Universidad.

La vía para su recuperación pasaba, previamente por la elección de un rector para la independencia. Ese ha sido el principal significado de la votación de ayer realizada por los claustrales de la Universidad Complutense. Era imprescindible la opción por un candidato realmente independiente con suficiente capacidad para atender la demanda nacional de una institución universitaria hostil a la politización. Los electores de la Complutense han respondido de forma adecuada a esta demanda con la proclamación como rector del señor Schüller.