19 diciembre 2020

Amber y Telefónica se unieron contra Monzón al que acusaron de haber intentado vender PRISA a Blas Herrero u otras compañía a precios muy inferiores al valor real de la compañía

Junta de Accionistas Extraordinaria de PRISA 2020 – Destitución de Javier Monzón de Cáceres como Presidente, que es reemplazado por Joseph Oughourlian (Amber Capital)

Hechos

El 18 de diciembre de 2020 se celebró la Junta General de Accionistas de PRISA.

Lecturas

La Junta General Extraordinaria del Grupo PRISA del 18 de diciembre de 2020 convocada para oficializar la venta de Santillana a Sanoma incluye a petición del accionista mayoritario, Amber Capital, la solicitud de destitución del presidente no ejecutivo de la compañía, D. Javier Monzón de Cáceres. La solicitud fue apoyada por Telefónica y otros accionistas que sumaron el 52% de los accionistas presentes en la Junta frente a un 46% que votó en contra. La presidencia será asumida provisionalmente por D. Joseph Oughourlian.

RESULTADO DE LA VOTACIÓN:

  • A favor de la destitución de D. Javier Monzón – 312.870.949 acciones (52,2%).
  • En contra de la destitución de D. Javier Monzón – 276.316.825 acciones (46,1%)
  • Abstenciones – 10.171.070 acciones. (1,6%)

D. Javier Monzón, consejero independiente (a propuesta del Banco Santander) asumió la presidencia del Grupo PRISA en diciembre 2018. Su nombramiento tuvo que ser revisado en 2019 tras aparecer su nombre salpicado en la ‘Operación Púnica’. En la junta de accionistas de junio de 2020 el Sr. Monzón logró ser reelegido por la mínima evidenciándose que no contaba con el respaldo del primer accionista, Amber Capital. En esta junta extraordinaria Amber ha alegado que el presidente estaba obstaculizando el deseo de dividir las unidades de negocio de PRISA (la periodística y la educativa).

El intento fallido del Sr. Monzón de fomentar la venta de PRISA y todos sus activos a D. Blas Herrero Fernández ha supuesto el final del mandato de D. Javier Monzón de Cáceres.

El periódico El País  no permitió a Joseph Oughourlian expresar su opinión, pese a ser primer accionista de la compañía, hasta el 27 de diciembre de 2020, diez días después de que la Junta General de Accionistas Extraordinaria evidenciara la fuerza de Amber al revocar a Monzón como presidente no Ejecutivo de PRISA y colocar en el cargo al propio Oughourlian tras un     polémico intento de Blas Herrero Fernández de adquirir la compañía mediante una OPA. En su primera entrevista en su periódico Oughourlian dio su versión sobre lo ocurrido en el último período incluyendo críticas a Juan Luis Cebrián Echarri. Oughourlian daba a entender que el principal respaldo de Cebrián en el último período eran los apoyos políticos de los que se dispuso que, a lo que se ve, no fueron suficientes para retenerle más tiempo. Durante 2021 Oughourlian sería ratificado como presidente de PRISA mientras que Carlos Núñez Murias asumía la presidencia de Diario El País S. L.

ROSAURO VARO ABANDONA ‘EL ESPAÑOL’ PARA ENTRAR EN PRISA.

Junto a D. Javier Monzón de Cáceres también abandona el Consejo de Administración Dña. Sonia Dulá alegando circunstancias personales. En su lugar entran como consejeros D. Rosauro Varo y D. Javier Santiso, consensuados por Amber y Telefónica. D. Rosauro Varo era desde junio de 2020 miembro del consejo de administración de El León de El Español Publicaciones (Digital EL ESPAÑOL), puesto que ha abandonado para entrar en el Consejo de PRISA tras apenas unos meses.

El cambio en la presidencia podría suponer más incorporaciones en el consejo de administración y e incluso un cambio en el consejero delegado dentro del plan de dividir las dos unidades de negocio.

19 Diciembre 2020

Moncloa y la brecha entre Pallete y Botín

Carlos Segovia

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El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, no ha querido hasta ahora ejercer mando en grupos de comunicación, pero se le ha agotado la paciencia en Prisa y, aunque no va a colocar consejeros, ha decidido tumbar al hasta ahora presidente, Javier Monzón.

Su decisión abre una situación de interinidad que da oportunidad a Moncloa a colocar afines en un grupo de comunicación del calibre del propietario de El País y la Cadena Ser, que considera crucial para su estrategia política.

La capacidad del Gobierno de ejercer influencia en Telefónica se ha multiplicado además, desde que su principal accionista, CaixaBank se está fusionando con la estatal Bankia. Y también desde que Telefónica puede ser un beneficiario claro en el reparto de los nuevos fondos europeos, que tienen en la digitalización de España uno de sus principales vectores.

¿Está actuando Pallete como palanca del Gobierno? En Telefónica lo niegan categóricamente. Aseguran que, de hecho, el sucesor de Monzón no estará ligado al Gobierno y que será un profesional al margen de Moncloa. Sus argumentos no son actuar en Prisa para favorecer a Pedro Sánchez, sino por razones de intentar rentabilizar lo posible su vieja inversión en la empresa.

Según esta versión, Pallete ya se planteó el pasado 29 de junio votar contra la continuidad de Monzón al frente de Prisa en la junta de accionistas de ese día.

No lo veía el adecuado ni por cuestión de imagen -todo un expresidente del Ibex ligado al Banco Santander- ni para relanzar y rentabilizar este importante grupo editorial, propietario de Santillana y los citados medios de comunicación, entre otros activos.

Finalmente, Pallete no quiso desmarcarse del Banco Santander, porque su presidenta, Ana Botín, le había convencido de que no era el momento para precipitar su caída sin tener bien organizada una alternativa profesional que no ofreciera la imagen de un cambio súbito para favorecer al Gobierno.

En el Banco Santander tampoco convencía, ni convence, que tome el mando el presidente de Amber, Joseph Oughourlian, que dirige un fondo de inversión sin particular vocación industrial.

Pallete había sopesado el pasado febrero la posibilidad de introducir en el consejo de administración de Prisa a un profesional del sector: el que fuera consejero delegado de la Sexta, José Miguel Contreras, con el que tiene buena relación, pero ni éste mostró entusiasmo ni su nombre tenía buena acogida en otros accionistas ni en el felipismo, la corriente socialista que ha sido siempre referente en Prisa. No hay que olvidar que el ex presidente del grupo, Juan Luis Cebrián, calificó a Contreras como miembro destacado de los llamados «brujos visitadores» de Zapatero a los que la vieja guardia socialista tenía alergia.

Descartado Contreras, Pallete se abstuvo de dar pasos en Prisa. Tampoco es una obsesión para él. Tanto en Telefónica como en el banco cántabro presentan su inversión en Prisa como una reliquia de la época de sus anteriores presidentes, César Alierta y Emilio Botín, y aseguran que incomoda a los presidentes actuales porque no quieren controlar medios de comunicación ni enredar contra el Gobierno. Pero, al tiempo, señalan que no pueden salir de forma desordenada y con fuertes minusvalías.

Eso había mantenido unidos a Pallete y Botín en la misma longitud de onda, pero se ha abierto una brecha. Seis meses después de ratificar a Monzón, Pallete se ha desmarcado de Botín y se ha unido al fondo Amber para tumbar al hasta ahora presidente. ¿Por qué? En Telefónica critican la gestión de Monzón, al no haber sabido impulsar las transformaciones necesarias en Prisa hasta el punto de dejar terreno para que se presenten ofertas que consideran poco profesionales como la de Blas Herrero por los medios de comunicación del grupo. Todo sin que Monzón haya sido capaz, previamente, según critican, de concretar una división de los activos del grupo con reparto de la importante deuda que pueda permitir nuevas operaciones. La sorprendente oferta de Herrero es considerada en Telefónica como la gota que colmó el vaso. En el grupo cántabro, por su parte, han venido asegurando en los últimos meses que Monzón no está en Prisa representando al Santander, que tiene un 4% del capital, y que Botín estaba dispuesta a su relevo, pero siempre que se encontrara una alternativa profesional capaz de pilotar una empresa multinacional como Prisa.

El presidente de Amber, por su parte, detestaba a Cebrián y ha terminado sintiendo lo propio por Monzón. Fuentes próximas a él aseguran también a este diario que asume la presidencia de forma provisional y que coincide con Telefónica en que el sucesor será profesional no ligado al Gobierno.

De momento, lo que es seguro, es que tampoco se buscará un sucesor de Monzón incómodo para Moncloa, que está al acecho.

27 Diciembre 2020

“No he invertido 300 millones para poder hacer favores al Gobierno”

Joseph Oughourlian

(Entrevista de Miguel Jiménez)

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El primer accionista del grupo editor de EL PAÍS defiende que el valor de los medios viene de su independencia

Joseph Oughourlian nació en París, pero tiene raíces armenias y libanesas. Este financiero de 48 años es, a través de Amber Capital, el mayor accionista de PRISA, grupo editor de EL PAÍS, con una participación del 29,84%. Se formó en París en las escuelas de negocios HEC e IEP (SciencesPo) y en la Sorbona. Comenzó su carrera en Société Générale en la capital francesa en 1994 y se trasladó a Nueva York en 1996. En 2001 creó Amber Fund y en 2005 fundó Amber Capital. Vive en Londres y está casado con una inglesa con la que tiene tres hijos: Jean, Alice y Julien.

Oughourlian entró en el consejo de administración de PRISA en diciembre de 2015 y fue nombrado vicepresidente en abril de 2019. El pasado 18 de diciembre propuso en la junta de accionistas la destitución de Javier Monzón como presidente. Tras el cese, es presidente en funciones. Su primera propuesta fue reducir la retribución que corresponda al presidente no ejecutivo de 400.000 a 200.000 euros, y dicha propuesta fue aprobada por el consejo.

Pregunta. ¿Por qué ha promovido el cese de Javier Monzón?

Respuesta. Este grupo ha tenido muchos problemas de gobernanza en los últimos años. Con el anterior presidente no había una dinámica de creación de valor para la compañía. Como mayor accionista, y habiendo invertido muchísimo dinero, me decidí a proponer el cambio de presidente, lo que fue apoyado por la mayoría de los accionistas en la última junta general.

P. Monzón aseguró que apoyaba la hoja de ruta estratégica que se había definido por consenso.

R. Siento decirlo, pero no fue así. Hemos tenido un año muy complicado, con muchas tensiones sobre la estrategia del grupo. La venta de Santillana España no fue una decisión fácil de consensuar. Ya en la junta de junio lanzamos un mensaje más que claro al abstenernos en su renovación para significar que no estábamos de acuerdo con su modo de gestionar el consejo y la gobernanza. La oferta para la venta de los medios, a nosotros como accionistas nos molestó mucho y nos llevó a pensar que había un conflicto de interés importante.

P. ¿Está en contra de vender los medios de comunicación del grupo?

R. Sería un gran error vender los medios de la compañía en este momento. El mercado está totalmente hundido y aparte del precio, no es el momento, es un sinsentido. Tenemos aún que reestructurar parte de nuestros medios y acelerar la digitalización. Tengo entendido que Monzón había hablado y había propiciado ciertas ofertas que nos llegaron y que francamente eran indecentes, a precio de derribo. Vamos a demostrar que los medios valen mucho más de 200 millones.

P. ¿Es el cambio de presidente una maniobra impulsada desde el Gobierno?

R. Ese cuento lo veo muy raro. Hace tres años la gente decía que yo era la mano de César Alierta [expresidente de Telefónica] y se lanzó ese cuento en el mercado para desacreditar a Amber Capital. Ahora se dice que somos del Gobierno, que es un cuento todavía más raro. Yo no he invertido 300 millones de euros para poder hacer favores al Gobierno de España. Es un sinsentido. Yo he venido aquí para ganar dinero.

P. ¿Es usted amigo de Pedro Sánchez?

R. Yo le conozco, le conocí en su momento, pero no lo he visto desde hace año y medio o algo así. Cuando entré en PRISA, quizá uno de los errores que cometimos es que estábamos muy centrados en los negocios y no entramos nada en los temas de política española, que era el gran terreno de Juan Luis [Cebrián, expresidente de PRISA y primer director de EL PAÍS]. Cuando aparecieron toda una serie de rumores y cuando hubo los cambios del consejo de PRISA de 2017 me di cuenta de que al no habernos reunido con ningún político y al no haber manifestado nuestra existencia en el panorama financiero español, éramos como un objeto no identificado. Entonces yo hice un pequeño esfuerzo, pero pequeño, de reunirme con algunos políticos y decirles: “Estoy aquí, hemos invertido mucho dinero en España, no solo en PRISA, sino también en otras empresas, y estamos aquí porque creemos en el futuro de este país y de estas compañías, PRISA en particular”. Yo creo que eso me ayuda porque me da credibilidad y así cuando alguien va a ver al Gobierno español y le dice que detrás de Oughourlian están los rusos o los independentistas catalanes o los marcianos, pues ya se han reunido conmigo, me conocen y saben que no es así, así que se dejen de historias.

P. ¿Cuándo acordó con Telefónica el cese de Monzón? ¿Le ha prometido algo a cambio?

R. No le he prometido nada a cambio a ningún accionista. Llevamos hablando con Telefónica y con otros accionistas relevantes de la compañía desde hace varios meses o varios años. No quiero hablar por ellos porque sería injusto, pero noté en ellos un cambio en su postura, que antes era muy pasiva. Todos ellos apoyaron el cambio de 2017 y la presidencia de Monzón y estaban bastante decepcionados con este periodo. Y luego la crisis de la covid ha sido el gran revelador de los problemas y las tensiones que teníamos en el consejo. Por todo ello pensé que era el momento de proponer un cambio y los hechos demuestran que fue un acierto.

P. ¿Teme que se instale la inestabilidad accionarial en la compañía cuando un 45% del capital votó la destitución de Monzón y un 39% lo apoyó?

R. Aquí hay muchas delegaciones de voto que van automáticamente al presidente en una junta como esta. Del 39% que le apoya en la junta, hay casi un 10% de delegaciones de voto, de gente pasiva que por nuestros estatutos al no estar este punto en el orden del día son votos que van directamente al presidente. El 45% que ha votado a favor del cese es un 45% de gente muy decidida.

P. ¿Cómo han quedado sus relaciones con el Banco Santander?

R. No veo ningún problema con el Santander. El Santander ha tenido muchísimo protagonismo en esta compañía, quizá demasiado para un banco. A mí me gusta que los bancos financien a las empresas y menos que se involucren en la gobernanza de las compañías de medios.

P. ¿Quién será el próximo presidente de PRISA?

R. No lo sé, ahora se abre un periodo de transición y lo quiero llevar bien. Quiero hacer un procedimiento muy transparente, contar con todos los accionistas, con todos los consejeros, para hacer algo muy bien hecho, muy abierto. Precisamente quiero evitar este tipo de pulso y de división que viene de 2017, cuando algunos pensamos que no era la manera de hacer las cosas.

P. ¿En qué plazo se nombrará?

R. De aquí a la junta general tenemos que haber elegido un presidente, tenemos que personificar esta compañía, pero espero que podamos hacerlo en un plazo más reducido.

P. Han sonado nombres de candidatos próximos al Gobierno.

R. Vamos a hacerlo bien. La idea es poner una persona muy institucional y muy independiente porque sabemos perfectamente que la persona del presidente de la compañía manda un mensaje muy importante tanto al exterior como al interior y la independencia de nuestros medios es absolutamente clave. De todos los accionistas, yo, por ser financiero, soy la persona para quien la independencia de los medios es más fundamental, porque si perdemos nuestra independencia yo como accionista voy a perder muchísimo valor. El valor de los medios viene de su independencia. Yo soy de la escuela de Carlo de Benedetti, estuve en su consejo ocho años y fui accionista muchos años de su holding. Todavía somos muy amigos, hablamos a menudo y siempre me ha dicho que si quieres crear valor con un periódico o con los medios en general tienes que ser completamente independiente. Si no, se convierte en una basura de periódico y a lo mejor consigues algunos favores, pero esos favores nunca te van a compensar la pérdida de lectores.

P. ¿Supondrá el relevo en la presidencia un cambio en la línea editorial de los medios del grupo?

R. No debería. Al revés. La línea editorial del grupo está muy bien. Como hombre de negocios, un mundo de fake news para nosotros es una oportunidad fantástica para la prensa de calidad. Todos los periódicos en casi todo el mundo hemos cometido un error garrafal con la llegada de Internet. Hemos regalado nuestras noticias y artículos. Y francamente no veía la salida: es muy complicado cuando has regalado algo pedir al lector después que pague. Pero las fake news nos dan una oportunidad histórica de mostrar al lector que le aportamos muchísimo valor frente a lo que puede encontrar en las redes sociales. Y EL PAÍS en España es, ha sido y será un periódico de referencia. No podemos tocar nunca ni la profesionalidad, ni la independencia ni la calidad del producto, eso no lo podemos tocar nunca. Tenemos una redacción excelente, un director excelente y esto no se toca. Te miras el currículum del director dos minutos y ves que es una persona totalmente creíble y de gran prestigio no solo en España sino a nivel internacional.

P. ¿Considera que los medios de comunicación son como cualquier otro negocio?

R. No. Lo más terrible de lo que pasó con Blas Herrero, y que creo que fue el colmo y desató todas estas peleas que acabaron con el cese del presidente, es que aunque el precio fuera bueno, tú no puedes vender EL PAÍS y la cadena SER a Kiss FM. Me parece algo obvio, es imposible. El Financial Times se vendió a Nikkei, The Economist se vendió a un grupo con algunas de las familias más prestigiosas de Europa. Cuando miras los grandes periódicos de este mundo que han cambiado de manos en los últimos años, ves que los dueños son familias, accionistas institucionales, todos conscientes de que no se juega con estos negocios porque son sistémicos para un país. Acabo de decir que EL PAÍS es fundamental para luchar contra las fake news en España y en el mundo hispanohablante, así que lo siguiente no puede ser vender al primero que te ofrece un buen precio sin ver quién te hace la oferta.

P. ¿Cabe temer recortes que dañen la calidad en busca de una mayor rentabilidad?

R. Tienes que hacer recortes, porque en el mundo de los medios hay toda una serie de cosas que no sirven para el futuro, como las imprentas, por decir algo, todo el mundo de circulación de papel y una parte de tu negocio que no está adaptada al mundo digital. Pero a la vez para el éxito del modelo de suscripción que hemos lanzado, tienes que dar más contenido, enriquecer la oferta y no lo vas haciendo de golpe sino que al tiempo que recortas costes por un lado, por otro tienes que invertir también en tu redacción, potenciar tu producto para incentivar a que el lector que es suscriptor se quede y otros entren.

P. ¿Cuánto han invertido usted y los fondos de Amber en PRISA?

R. Unos 300 millones de euros.

P. ¿Se arrepiente?

R. Obviamente estamos perdiendo dinero, debemos tener un coste medio de nuestra inversión algo por debajo de 1,50 euros por acción y el título está por debajo de un euro, es una pérdida grande. Pero además es el tiempo que le he dedicado a la inversión, yo no había pensado que me iba a costar tanto tiempo la parte financiera. Yo he puesto mucho dinero personal también, me lo he creído mucho. Es lo que es.

P. ¿Cómo explicaría a la gente qué es Amber?

R. Amber son fondos gestionados por un equipo con base entre Londres y Milán. Es un gestor de fondos value, es decir, invertimos en negocios que a veces no suenan tan excitantes, pero donde nosotros vemos muchísimo valor. Aquí hemos visto el líder incontestable en toda Latinoamérica en educación, en los medios, tanto en varios países latinoamericanos como en España, con las marcas más prestigiosas y esto está escondido por un problema de deuda financiera demasiado alta, que se arrastra desde hace ya 10 años y que tenemos que arreglar de una vez. Son unas marcas prestigiosas, pero con las cuales, aparte de Santillana, hasta ahora se había hecho poco. Hay que arrancar este modelo de suscripción, hay que impulsar la digitalización de la radio con el desarrollo de los podcast, probablemente hay que añadir una parte audiovisual, porque lo que le falta a este grupo es una parte audiovisual… Lo bueno es que todas esas inversiones no requieren demasiado dinero, estamos hablando de coger equipos, periodistas, hacer inversiones pequeñas y sensatas que pueden acelerar muchísimo el desarrollo digital de esta compañía.

P. Los fondos invierten, rentabilizan y venden. ¿Cuál es el horizonte para vender? ¿Le interesa seguir en los dos negocios cuando se separen o vender alguno?

R. Es algo difícil para un financiero contestar a esta pregunta. Todo depende del precio y del horizonte de tiempo. Mirando los dos negocios, lo más lindo, lo más rentable, lo que está ya más digitalizado es la educación, pero si alguien te ofrece un precio fantástico por este negocio, todo tiene su precio y lo hemos demostrado este año con Santillana España. Ahora que tenemos algo más de tiempo y pulmón financiero, nos podemos permitir aguantar un tiempo y desarrollar los medios. PRISA tiene dos negocios muy distintos y los dos con perspectivas fantásticas. Medios está muy atrás desde el punto de vista del desarrollo digital si lo comparas con Santillana Latinoamérica, pero eso no quiere decir que no se pueda mejorar en unos años.

“Una crisis te fuerza a acelerar los cambios en la compañía”

Oughourlian ha promovido el cese del presidente de PRISA, pero mantiene la confianza en el equipo directivo, encabezado por el consejero delegado, Manuel Mirat. El financiero defiende la separación de los negocios de medios de comunicación y educación.

P. Como primer accionista, ¿mantiene la confianza en el equipo directivo?

R. Sí, yo creo que eso es fundamental. Tengo una total confianza en este equipo directivo, ha luchado muy duro este año a pesar de haber tenido un año terrible y ha salvado la situación de casi quiebra técnica de principios de la crisis de la covid. La venta de Santillana España, y me duele vender un activo de tanta calidad, ha salvado el match ball, por así decir. Ahora tenemos que pensar en el futuro, ir más allá y desarrollar los modelos de negocio a fondo.

P. PRISA ha anunciado la separación de sus negocios de medios y educación. ¿Cuándo se llevará a cabo?

R. Creo que va a tardar tiempo porque es una separación complicada tanto por razones financieras como operativas, pero es fundamental no solo por un tema de creación de valor, de poner en valor unos activos que están infravalorados por el mercado, sino que también es una cuestión de foco. Son negocios totalmente distintos. Cuando entré en esta compañía vi una ausencia total de foco, pero luego me he dado cuenta de que era muy complicado seguir a la vez los problemas de la radio en Colombia, la televisión en Portugal… Estamos con Santillana en 21 países, los negocios de medios requieren mucha atención.

P. ¿No quedarán empresas más frágiles al separarse?

R. Es al revés. Si les das foco y potencia financiera, creas dos negocios más sólidos. Somos frágiles desde hace más de 10 años, desde la opa [para controlar Sogecable en diciembre de 2007] y la falta de gestión en la compañía y hay que acabar de una vez con el problema de deuda.

P. ¿Cómo ha alterado la pandemia los planes del grupo?

R. La pandemia ha sido terrible. Nos ha afectado muchísimo en la parte de medios. También en educación porque las escuelas llevan meses cerradas en la mayor parte de Latinoamérica. Además, las divisas se han depreciado muchísimo, cuando el 80% de nuestro ebitda viene de Latinoamérica. Ha sido la tormenta perfecta. Pero al tiempo nos ha forzado a centrarnos y de una crisis ha surgido una oportunidad. Hemos cambiado la gobernanza para mejor. Espero poder demostrarlo en unos meses con el nombramiento de presidente, pero ya la entrada de los dos nuevos consejeros demuestra que vamos a tener un consejo muy potente, con personalidades independientes. Tenemos una hoja de ruta mucho más clara con la separación de los negocios. Una crisis te fuerza a acelerar los cambios dentro de la compañía en cualquier sector.