16 septiembre 2010

La lucha en el PSM sobre si el candidato debe ser Tomás Gómez o Trinidad Jiménez reabre el debate sobre la candidatura de Cristina Almeida en 1999

Hechos

El artículo del 16 de septiembre de 2010 de D. Carlos Carnero y D. Juan José Azcona en EL PAÍS es replicado el día 18 de septiembre de 2010 por una carta de D. Juan Barranco.

12 Septiembre 2010

Los madrileños prefieren a Jiménez

Fernando Garea

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La ministra de Sanidad obtendría mejor resultado que Tomás Gómez ante Aguirre

La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, tendría mejor resultado en las elecciones de la Comunidad de Madrid que Tomás Gómez, es mejor valorada por los votantes socialistas y tiene mayor capacidad de movilización que su oponente en las primarias del PSOE. Pero todo el esfuerzo de los socialistas madrileños puede resultar baldío porque, según la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS, Esperanza Aguirre (PP), presidenta de la comunidad, mantendrá su mayoría absoluta, aunque por un margen más estrecho que en 2007 y con una valoración que muestra un desgaste notable.

La encuesta, obviamente, no sirve para aventurar quién ganará las primarias del PSM el próximo día 3 de octubre, porque serán solo los militantes de ese partido los que decidan, pero sí sirve para deducir quién sería mejor candidato frente a la líder madrileña del PP.

De hecho, la mejor posición en las encuestas de la ministra de Sanidad fue el argumento utilizado por el aparato del PSOE, encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero , para pedir a Tomás Gómez el pasado 7 de agosto que diera un paso atrás y dejara el camino libre a Jiménez . La baza que Gómez explota en campaña es la de apelar al orgullo de los militantes frente a la imposición del aparato del PSOE y beneficiarse del empuje que le están dando las primarias, que hace que sus resultados hayan mejorado notablemente con respecto a la encuesta realizada por Metroscopia el pasado mes de mayo . Desde entonces hasta ahora su nota ha subido de 3,9 a 4,7, dato que coincide con los sondeos diarios que hace su equipo de campaña, con picos notables que coinciden, por ejemplo, con su aparición en La noria de Telecinco. Su nota es idéntica a la de Aguirre, que está en disposición de revalidar su mayoría absoluta.

En todo caso, el 47% de los encuestados prefiere a Jiménez como candidata, frente al 30% que se inclina por Gómez. Y significativamente el porcentaje de votantes del PSOE que prefieren a la ministra triplica a los que prefieren a Gómez. La nota de la precandidata es de 5 y la de Gómez un 4,7.

Con Jiménez, el PSOE llegaría al 38,7% de los votos, lo que supone 5,2 puntos más que el resultado de 2007 de Rafael Simancas. Con Gómez, la estimación de voto del PSOE se queda en un 32,2%, por debajo del resultado de hace cuatro años.

A Esperanza Aguirre, tener como oponente a Gómez le supondría más de tres puntos en estimación de voto. Aunque, en el peor de los casos su ventaja sigue estando en casi diez puntos.

Trinidad Jiménez tiene la ventaja sobre Gómez de haber hecho ya una campaña electoral en Madrid, cuando fue candidata al Ayuntamiento frente a Alberto Ruiz-Gallardón (PP) en 2003.

Según el sondeo, las primarias tendrían un efecto colateral importante sobre Unión, Progreso y Democracia (UPyD), el partido de Rosa Díez . Con Jiménez como candidata, UPyD no superaría el 5% que exige la ley electoral para tener representación en la Asamblea, mientras que con Tomás Gómez sí lo haría y podría llegar a tener hasta seis escaños. La explicación estaría en que la presencia de Jiménez polariza el voto y arranca electores para el PP y el PSOE, procedentes de UPyD. Las encuestas del PSOE y del PP coinciden en que UPyD no logrará superar esa barrera y, en todo caso, ese efecto del 5% hace que este partido esté, entre no tener representación, o tener hasta seis diputados.

El porcentaje de Izquierda Unida no cambia según quién sea el candidato del PSOE.

Las primarias se traducen en los medios como muestra de enfrentamiento interno, pero los encuestados las valoran, porque las consideran un ejercicio de democracia interna. Además, al PSOE en Madrid le sirven para sacar a los votantes del letargo y movilizarles, hasta elevar notablemente la fidelidad de voto de los socialistas. Hace cuatro meses, la encuesta de Metroscopia mostraba una fidelidad de voto del PSOE 23 puntos inferior al 82% de ahora. Y a nivel nacional, según el último sondeo, esa fidelidad del electorado socialista apenas estaba en el 50%.

La fidelidad es mayor si se pregunta con la ministra como candidata que si se hace con Gómez o sin aportar otro nombre. Incluso, la capacidad de movilización de Jiménez hace que la fidelidad de los votantes del PSOE sea idéntica a la que tiene Aguirre entre los electores del PP.

La presidenta de Madrid mantiene esa misma fidelidad a pesar de que hasta el 50% considera que la comunidad está mal o muy mal gobernada. Pero tampoco la gestión de Gómez como líder de la oposición es aprobada por los encuestados.

16 Septiembre 2010

Los datos son lo que son

Carlos Carnero - Juanjo Azcona

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En el artículo Los madrileños prefieren a Jiménez, analizando la encuesta publicada por EL PAÍS sobre las primarias en el PSM-PSOE, se dice, refiriéndose a los argumentos utilizados por quienes apoyan a Tomás Gómez en ese proceso, que con Cristina Almeida a la cabeza el PSOE perdió en las elecciones autonómicas de 1999 200.000 votos. Juan Barranco ha insistido varias veces en tal dato, que, sin embargo, es falso.

Como se puede comprobar en la web oficial de la Comunidad de Madrid, en realidad, en 1995, con Joaquín Leguina como candidato, el PSOE consiguió 860.726 votos; en 1999, con Cristina Almeida, 944.819 (incluso con un menor nivel de participación electoral, por cierto); en porcentajes, Leguina tuvo el 29,74% y Almeida, el 36,43%. O sea, casi 85.000 papeletas y un 6,5% más para el PSOE con Almeida. Los datos, gusten o no, son los que son. Y los militantes socialistas o los lectores de un periódico tienen derecho a recibirlos correctamente para formarse cabalmente su opinión.

18 Septiembre 2010

Aclaración

Juan Barranco

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En respuesta a la carta de Carlos Carnero, embajador en misión especial en la UE, y Juan José Azcona, director general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios, cargos del Gobierno que han omitido los firmantes, quiero aclarar lo siguiente. El resultado que obtuvimos los socialistas de Madrid en las elecciones municipales de 1999 fue superior en votos al que obtuvo Cristina Almeida en las autonómicas que se celebraron el mismo día. Por tanto, su empuje, liderazgo y oportunidad como candidata externa al PSOE de Madrid quedan en evidente entredicho, al menos tanto como las manifestaciones que acompañaron su sorpresiva designación por parte de la dirección del PSOE en vísperas electorales con el argumento de su «notoriedad» y «popularidad». En 1995, los socialistas enfrentamos las elecciones bajo la presión de una conflictividad política que perjudicaba nuestras expectativas -el año siguiente Felipe perdió las elecciones-. En 1999, las circunstancias eran otras muy distintas: ya era otro ciclo político. Además de que no se puede descontextualizar la política tampoco se puede ignorar, como tan insistentemente se hace, el papel que las siglas centenarias del PSOE juegan en cada proceso. Así que ante las mismas urnas los electores eligieron más papeletas del PSOE en las municipales de toda la región que de las de Cristina Almeida, exactamente 3.070 más, que es como creo que se deben medir estas cosas. Por eso mis argumentos no son en absoluto falsos. En todo caso serán inconvenientes para quienes con tanto entusiasmo manejan hoy los mismos argumentos que entonces.