23 julio 2022
Cambia al secretario general del PCE por una 'pablista'
La ministra Ione Belarra destituye a Enrique Santiago Romero (PCE) como secretario de Estado y lo reemplaza por Lilith Verstrynge
Hechos
El 22 de julio de 2022 D. Enrique de Santiago fue reemplazado como Secretario de Estado de la Agenda 2030 por Dña. Lilith Vestrynge.
22 Julio 2022
A Enrique Santiago le tocó el gordo
23 Julio 2022
Aprovecha, Lilith, que no te verás en otra
24 Julio 2022
DESCOMPOSICIÓN DEL ‘ESPACIO’ DE YOLANDA DÍAZ
EL ESPACIO político a la izquierda del PSOE, el que supuestamente pretende aglutinar Yolanda Díaz en torno a su plataforma Sumar, sigue en realidad sumido en guerras fratricidas internas indisimuladas que, antes que nada, están desgastando cualquier posibilidad de construir un proyecto serio y creíble de cara a las próximas citas electorales. El asunto tiene una dimensión de especial trascendencia porque afecta al mismo Gobierno de la nación. Y es que un ejercicio de las responsabilidades de Estado tan naif como el de Podemos hace que el conjunto del Ejecutivo transmita muy poca confianza. Así, la muy cuestionada ministra de Derechos Sociales Ione Belarra -líder no se olvide de la formación morada- ha sorprendido a propios y extraños con una purga que se ha cobrado la cabeza del secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago. Se trata de un movimiento que vuelve a agitar las aguas profundas de la izquierda radical, puesto que el máximo dirigente del PCE es justamente uno de los alfiles que apoyan a Yolanda Díaz -no en vano militante comunista-, hasta el punto de que fue prácticamente el único dirigente de primera línea que la arropó hace 15 días en la presentación de la plataforma Sumar. En Podemos existe un fuerte malestar por el modo en que desde IU y el PCE se ha tomado partido por la vicepresidenta y ministra de Trabajo que a la vez busca diluir el protagonismo de los morados en el nuevo proyecto. Y Belarra manda un mensaje muy claro de que van a dar batalla a tal pretensión liquidando a Santiago y colocando en su lugar en el Gobierno a Lilith Verstrynge, secretaria de Organización de Podemos.
Ni Belarra ni Santiago pueden, desde luego, presumir de gestión alguna en lo que llevamos de legislatura. Pero estas guerras internas que tanto infantilizan la política sitúan a sus protagonistas más en los círculos de activismo en los que a veces parece que creen que siguen estando que en las máximas estructuras del Ejecutivo de España. La sensación de endeblez se acentúa, además, con el nombramiento como secretaria de Estado de Lilith Verstrynge, quien no acumula aún en su currículum ningún mérito de haber gestionado nada como para ponerse de pronto al frente de tal responsabilidad. Imposible también obviar que quien hace apenas siete años era becaria de Podemos, y en todo este tiempo se ha dedicado a la vida orgánica de la formación, se caracteriza por la inconsistencia y el sectarismo de sus declaraciones públicas, que pocas veces pasan desapercibidas. Como cuando recientemente se descolgaba denigrando la «cultura del esfuerzo y la meritocracia» porque, sostenía, generan «ansiedad».
Podemos es desde la marcha de Iglesias un partido en descomposición, al que su fundador ya dejó en caída libre -se ha visto en las últimas citas electorales, empezando por la de Madrid que él disputó- antes de dar un paso atrás para tratar, eso sí, de seguir tutelando a los suyos entre bambalinas. Y Díaz, por mucho que intente pasar por la política de puntillas arrobándose en una pureza imposible -«en el politiqueo jamás me encontrarán», dijo ayer para despachar la maniobra de Belarra- se ve incapaz de evitar que su plataforma esté marcada y lastrada por el cruento enfrentamiento con los morados.
–%>
24 Julio 2022
Secretaria de Estado
25 Julio 2022
Podemos contra Yolanda
Sumar y Podemos no son lo mismo, aunque están en el mismo frente. Yolanda Díaz lo reconoció a su manera: «Podemos nació de la impugnación; yo soy la construcción». Pero las relaciones entre las dos propuestas se están envenenando. «¿Así vamos a construir un frente amplio?», se pregunta el novelista y dirigente histórico de IU Felipe Alcaraz, después de que los hayan menospreciado y de que la ministra Belarra haya cesado a Amanda Meyer y a Enrique de Santiago. Los viejos militantes de IU tienen la sensación de que los retiran, los sepultan, los desprecian. Hay una lucha por el liderazgo, el poder y el dinero entre Sumar y Podemos. Han estallado los rencores y los ajustes de cuentas, la matanza de egos. Es una forma burocrática de terror, sin piolet. Pelean por seguir mandando más que por razones ideológicas.
La comuna de la Puerta del Sol, en un giro brusco de la historia, estuvo a punto de tomar el poder. Hoy sus protagonistas son una camarilla. Están en el Gobierno divididos y enfrentados, pero no quieren irse. Tiene razón Pablo Iglesias cuando dice que ni siquiera Berlinguer, el comunista más poderoso de Occidente, llegó donde él. Aquella figura legendaria del PCI fascinaba a Iglesias, que al final de la escapada logró un compromiso histórico con los socialdemócratas, pero no con los marxistas.
Ione Belarra, secretaria general de Podemos, ha roto la alianza con IU al cesar a su número dos y sustituirlo por Lilith Verstrynge, que conspiró para el fracaso de la coalición Por Andalucía. A esta hora ignoramos si Pablo se cortó realmente la coleta. O si sigue aspirando al liderazgo de Podemos después de haber sido como un nuevo Saturno que se ha comido a sus propios compañeros. Iglesias dice que es solo un podcaster, y que Podemos y Sumar son cosas diferentes pero tienen que ir juntas. No parece que sea ésa su última doctrina.
La ministra Belarra explica que llevará a cabo una reorganización para llegar a la meta de diciembre del 2023 reforzando el enfoque feminista y ecologista. Sin olvidar los Presupuestos: «O los hacemos a la altura de la ciudadanía, o los próximos los harán Feijóo y Abascal». Yolanda Díaz, la otra delfina de Pablo Iglesias, está perdiendo el liderazgo de toda la izquierda.