27 enero 2023

La ministra y secretario general de Podemos, Ione Belarra, insulta al dueño de Mercadona, Juan Roig, calificándolo de ‘capitalista despiadado’ sin haber habido ningún ataque previo de él

Hechos

El 23 de enero de 2023 EL PAÍS editorializa sobre las palabras de la ministra Sra. Belarra sobre D. Juan Roig.

27 Enero 2023

Podemos y los empresarios

EL PAÍS (Directora: Pepa Bueno)

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El objetivo legítimo y difícil de controlar el precio de los alimentos estará más cerca sin demonizar al empresariado

La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, acusó en un acto de su partido a los grandes supermercados en España de aprovecharse de la tensión inflacionaria para subir de manera injusta los precios y así hacerse “de oro”. Belarra señaló personalmente al dueño de Mercadona, la mayor cadena de España, de “capitalista despiadado”, para extender después el calificativo al empresariado en general y defender que el Estado intervenga los precios de la cesta de la compra.

El capitalismo como madre (o padre) de todos los males tiene algo de consigna levemente simplista, en particular en un contexto de crisis aguda de precios y bajo un Gobierno de coalición de izquierdas. Mitigar el efecto de la inflación en la cesta de la compra difícilmente podrá hacerse demonizando a las empresas del sector y obviando la función estructural que desempeñan, vía impuestos, en un Estado de bienestar como generadores de empleo y riqueza. El extemporáneo discurso anticapitalista puede tener réditos electorales o partidistas ante un sector de la sociedad, pero carece de sentido cuando lo pronuncia un miembro en activo del Gobierno, como es el caso de la ministra Belarra, que se reafirmó en sus palabras en un acto oficial. Ese discurso debilita los esfuerzos de su mismo Gobierno por buscar fórmulas pactadas para aliviar la presión de los precios, como las contenidas en el decreto anticrisis aprobado el martes en el Congreso, con solo siete votos en contra, y entre ellas una rebaja del IVA para alimentos básicos. Y fomenta de paso el discurso apocalíptico de una derecha que vende a su electorado el espantajo de una España asfixiada bajo un comunismo de caricatura.

El objetivo legítimo y difícil —Francia vive hoy un debate parecido— de controlar el precio de los alimentos básicos estará más cerca sin demonizar por principio a los empresarios sino buscando una negociación capaz de repartir equitativamente los costes de la medida.

La voluntad de buscar enemigos para estimular el voto bajo la lógica de nosotros contra ellos puede dejar por el camino más víctimas de las necesarias. La profesionalidad del sector en general fue fundamental para superar los primeros meses de la pandemia y asegura hoy que opera con unos márgenes de beneficio de entre el 1% y el 3%. Si Belarra duda sobre los precios, el Gobierno del que forma parte dispone de las herramientas para vigilar la competencia y la transparencia del mercado. Tampoco como síntoma parece que la reafirmación en el brote demagógico sea la mejor idea para urdir complicidades en este año electoral. Es un aviso de las dificultades que va a encontrar el espacio a la izquierda del PSOE para hablar de forma coherente bajo una sola voz, que además aspira a ser la de Yolanda Díaz, cuyo principal éxito político fue lograr precisamente un acuerdo con la patronal.

24 Enero 2023

Ione Belarra, el horror del hipermercado

Maite Rico

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IGNORO qué ha desatado el odio de Ione Belarra contra Juan Roig, dueño de Mercadona. Todavía su amiga Irene Montero pudo haberse quedado trauma-tizada por los meses que pasó de cajera en un súper, pero de Belarra no se conoce vida laboral antes de ser ministra.

El caso es que la titular de Derechos Sociales ha acusado a Roig de ser un «capitalista despiadado» y de aprovecharse de la crisis para «llenarse los bolsillos» de forma «indecente». También los dueños de Carrefour, pero a esos no los citó por su nombre; le daría pereza buscarlos en Google. Dudo que en ningún país europeo los ministros insulten impunemente a los principales empresarios (Mercadona: 95.000 empleos directos; Carrefour: 320.000 en todo el mundo). La tribu podemita dio en su día la matraca contra Amancio Ortega (Inditex: 165.000 empleos). Ahora la fatua es contra Roig. Y mientras Pedro Sánchez ponía ojitos a Larry Fink en Davos, Belarra, nuestro horror del hipermercado, decretaba, con una desfachatez que solo puede proceder de la ignorancia o la mala fe, la solución para la inflación: «La intervención política en la economía».

Las cuentas de resultados de las empresas de distribución tiran por tierra las acusaciones de Podemos. Y la intervención y el control de precios se traducen en desabastecimiento, mercado negro y corrupción. Ejemplos lacerantes los tenemos en Venezuela, potencia petrolera en el año 2000; y Cuba, tercera economía latinoamericana en 1959, y hoy dos Estados ruinosos en los que estos majaderos no aguantarían ni un mes en las condiciones que soportan sus ciudadanos. Y al contrario: los mejores índices de desarrollo humano los ostentan las democracias liberales con economía de mercado, que por cierto tienen instrumentos de regulación.

Tal vez Nadia Calviño debería dar unas lecciones básicas a sus compañeritos de Gabinete, en plan Barrio Sésamo, antes de que empiecen a defender los planes quinquenales y el Holodomor. Aunque me temo que su fanatismo está a prueba de realidad, al igual que su jactancia (soberbia infantil, dijo Manuela Carmena): se ponen a hacer leyes para «proteger a las mujeres» y acaban sacando a la calle a violadores atroces. Como para dejar la economía en sus manos. Lo que han arreglado bien, y eso hay que reconocerlo, son sus patrimonios. En relación a lo que aportan al país, lo indecente es tenerlos a ellos de ministros: el único crecimiento que impulsan es el del rencor social.