16 agosto 1934

LA NACIÓN vuelve a atacar a los periódicos de los Busquets (EL LIBERAL y EL HERALDO DE MADRID): «Prototipo de periódicos que injurian»

Hechos

Publicado en agosto de 1934.

Lecturas

En 1934 el periódico derechista La Nación de Manuel Delgado Barreto publica un cadena de artículos contra los periódicos El Liberal de Francisco Villanueva Oñate y El Heraldo de Madrid de Manuel Fontdevila Cruixent acusándoles de ser ‘prototipo de publicaciones que injurian’ e insistir en que están sometidas a los intereses petrolíferos de sus propietarios, Manuel Busquets George y Juan Busquets George, que se vieron perjudicados por la creación de la CAMPSA durante la dictadura del general Miguel Primo de Rivera.

Los Busquets y sus periódicos presentarán querellas contra La Nación.

16 Junio 1934

¡Con los lubrificantes hemos topado!

LA NACIÓN (Director: Manuel Delgado Barreto)

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¡Cuidado si se le han dicho atrocidades a EL LIBERAL en este mundo, y las que todavía le han de decir en este mundo y en el otro! Pues nada le ha hecho saltar como que nosotros ‘, hayamos comentado el documento del director de la CAMPSA, poniendo de relieve el escándalo de que un grupo de comerciantes vende al público los lubrificantes a precios mucho más elevados que los que fija el Monopolio de Petróleos. A tal punto llega la indignación, que EL LIBERAL anuncia que los Sres. Busquets Hermanos nos llevan a los Tribunales.

¿Por qué? Dice el órgano matutino de la razón social que por señalar a los Sres. Busquets Hermanos como autores de una estafa. Miente, cosa que no es nueva en periódico tan embrollador y desvergonzado.

Nosotros reprodujimos textualmente unas palabras de un documento oficial, en el que el director de la CAMPSA decía que por vender los intermediarios como marcas especiales las que el Monopolio sirve a menos de la mitad de precio, sencillamente con cambiar las etiquetas, se cometía una estafa, que no baja, en el consumo de un año, de diez millones de pesetas.

Y a esa afirmación textual y rotunda de un documento oficial agregábamos esta apestilla, también textual, puesta por el Sr. Calvo Sotelo, de que al amparo de un verdadero monopolio de hecho, que disfrutan mayoristas favorecidos por grandes asistencias políticas y periodísticas, sobre todo periodísticas, se pueda consumar esta estafa…

De modo que por nuestra cuenta no hacíamos una sola afirmación, limitándonos a nuestra extrañeza porque, cuando ningún periódico se daba por aludido, saliera EL HERLADO DE MADRID — que es uno de los periódicos en que intervienen los Sres. Busquets Hermanos—poniendo el grito en el cielo y amenazando ton pulverizar al denunciador.

Ni más ni menos, ni menos ni más. Y por esto EL LIBERAL anuncia, tremante, que él presentará una querella contra nosotros. Pero como EL LIBERAL es rematadamente tonto, después de decir que habíamos atribuido una estafa a los Sres. Busquets, reconoce que en nuestro texto sólo decíamos «unos señores», y añade las siguientes incongruencias:

«¿Unos señores? ¿Qué señores son ésos? Sabe, sin duda, que no son los Sres. Busquets Hermanos, antes expresamente aludidos. No quiere cogerse los dedos, y dice «unos señores». Pero luego dice: «Está demostrado que existe una concesión por virtud de la cual determinados rotativos pueden oponerse a las justas aspiraciones de aumentar el precio de los diarios.»

No dice tampoco que los «determinados rotativos» sean HERALDO DE MADRID y EL LIBERAL; pero «verde y con asas»…

Sí, señor; verde y con asas, calabacines rellenos.

Pero, en fin, todas éstas son minucias. Lo positivo es que los Sres. Busquets tienen ganas de pelea. Nosotros, nunca hemos retrocedido.

Aquí, sin embargo, no hay más que una cosa importante: que se corte el abuso escandaloso, cométalo quien lo cometa. Nos parece que ya tarda el Sr. Marracó en cortar los graves abusos que ha denunciado el director de la CAMPSA.

Nosotros no cejaremos hasta conseguir que una disposición tajante acabe con los intermediarias que cobran los productos del Monopolio a más del doble de su precio.

Y que nos lleven a todos los Tribunales que quieran, que nosotros seguiremos hablando ante el de la opinión pública.

16 Agosto 1934

Los lubrificantes y sus salpicaduras

LA NACIÓN (Director: Manuel Delgado Barreto)

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EL LIBERAL, con el desenfado que le caracteriza, dice hoy que nuestro director no comparece a los juicios de conciliación que promueven contra este periódico los Busquets y sus periódicos por el asunto de las grasas. EL LIBERAL miente. Nuestro director compareció al juicio de conciliación a que le citaban los probos comerciantes, que de tantas simpatías gozan en el periodismo español, para que rectificara unos conceptos que les parecían injuriosos; nuestro director se avino a rectificar los puntos concretos que señalaran los Busquets, y éstos, o sus representantes, no supieron contestar. Total, una broma.

Al mes se promovió obro acto de conciliación por los mismos artículos, en los que había descubierto injurias, después de una, penosa y larga gestación, el director de EL LIBERAL, que, como se sabe, es D. Francisco Villanueva, y nuestro director no pudo comparecer, por ocupaciones más perentorias, y porque ya había dado una respuesta clara a igual requerimiento; pero hoy sí ha comparecido a la tercera conciliación, instada después de dos meses por el director de EL HERALDO DE MADRID , Sr. Fontdevila, otro de los periodistas afectos a las Empresas de los Busquets, y que también se cree ofendido en la campaña contra los lubrificantes.

El que no ha comparecido es el Sr. Fontdevila ni su procurador. Nuestro director, al que le hacen mucha gracia estas cominerías, aceptó la presencia de un sustituto. Pidió la rectificación que deseaba el impecable director de EL HERALDO DE MADRID, que jamás ha ofendido a nadie, y su representante contestó que no tenía instrucciones.

De modo que estos caballeros acuden a los Juzgados en demanda de rectificaciones que laven su honor, y cuando llega el momento no saben lo que quieren que se rectifique.

¿No es esto cómico? Sin embargo, EL LIBERAL sigue amenazando. Ya vendrán las querellas, ya vendrán las persecuciones. ¡Ay de los que hablen de las grasas!

Bien, bien. Aquí lo que se intenta, sencillamente, es cortar una campaña de interés púbico, que, por lo visto, molesta extraordinariamente a los señores Busquets, y puede perjudicar a sus órganos, EL LIBERAL y EL HERALDO DE MADRID. Eso no lo van a conseguir. Incluso, porque es posible que esta cuestión interese dentro de poco, al resto de la Prensa madrileña, víctima muchas veces, en sus justas aspiraciones, de la actitud de aquellos dos periódicos, en situación de privilegio, como lo proclaman pública y privadamente las distintas Empresas editoriales.

De modo que nosotros seguiremos nuestro camino, hasta conseguir que el público no pague diez millones más al año por la compra de lubrificantes, como ha dicho la Dirección de la CAMPSA. Y de las consecuencias que ello tenga para los señores Busquets, EL LIBERAL o EL HERALDO DE MADRID, o de las que ellos quieran deducir, nosotros no seremos responsables.

En cuanto a la responsabilidad de los artículos, nosotros procedemos siempre según la condición y la conducta del adversario que tenemos delante.