13 julio 1996

La nueva lideresa de los serbo-bosnios y presidenta de la República Srpska será Biljana Plavsic, que se ve obligada a destituir a Mladic como jefe militar

La presión internacional fuerza la retirada del líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karazdzic, acusado de crímenes de guerra

Hechos

  • El 29.06.1996 los países del G-7 y Rusia solicitaron la retirada política de Radovan Karadzic
  • El 11.07.1996 El Tribunal Penal Internacional de La Haya dictó una orden mundial de detención contra Radovan Karadzic y Rakto Mladic.
  • El 19.07.1996 El representante de EEUU, Richard Holbrooke anunció públicamente la retirada de toda vida pública de Radovan Karadzic.

Lecturas

UNA FIEL COLABORADORA DE KARADZIC

plavsic La prensa internacional calificó a Biljana Plavsic, la sustituta de Karadzic como una ‘ultranacionalista’, fiel seguidora de Karadzic, pero sin la autoridad de este. La bióloga era miembro del partido de Karadzic, el SDS, desde su fundación y partidaria de una Yugoslavia unificada y serbia. Durante la Guerra de Bosnia mantuvo declaraciones como que ‘deseaba todo el mal posible’ a los croato-musulmanes, por su actitud en aquella contienda ella también sería acusada posteriormente de crímenes de Guerra por la Corte Penal Internacional.

DESTITUCIÓN DE MLADIC

mladic El 11.07.1996 el Tribunal Penal Internacional decretó una orden de detención contra Mladic acusado de ‘crímenes contra la humanidad’. Aunque los serbios-bosnios no dieron reconocimiento al TPI, la presión internacional forzó al gobierno de Plavsic a destituir al general Mladic como jefe militar de los serbios de Bosnia (República Srpska) el 9.11.1996. La presidenta Plavsic «le agradeció los servicios prestados’.

12 Julio 1996

Criminales de guerra

EL PAÍS (Director: Jesús Ceberio)

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EL TRIBUNAL Internacional Penal (TIP) no podía haber elegido un día más significativo para lanzar desde La Haya la orden de busca y captura contra los dos principales líderes serbobosnios acusados de crímenes de guerra y genocidio: Radovan Karadzic y el general Ratko MIadic. Justo un año después de la terrible matanza de miles de musulmanes en Srebrenica, el TIP reiteró ayer las acusaciones contra estos dos dirigentes, que, según testigos, organizaron, y en el caso de MIadic, dirigieron y presenciaron ese horrible crimen, junto con otros muchos más.El TIP ha acusado, que no condenado, a Karadzic y a MIadic. Nuevas pruebas están surgiendo estos días en diversos lugares de Bosnia-Herzegovina, donde se están desenterrando cadáveres -algunos con las manos atadas- de centenares de personas que fueron asesinadas en masa. La comparecencia de Karadzic y MIadic ante este tribunal permitiría restablecer la credibilidad de una comunidad internacional que a la vez ha hecho tanto y tan poco en Bosnia-Herzegovina y sentir las bases para un mejor futuro.

La busca de los acusados no puede en ningún caso resultar difícil -las fuerzas sobre el terreno deben saber perfectamente dónde se encuentran-, pero su captura puede resultar más problemática. El tribunal ha dictado la orden de busca y captura contra Karadzic y MIadic, pero, a diferencia de lo que ocurre con los tribunales nacionales, el de La Haya carece de una policía que cumpla sus resoluciones. Ha mandado la orden a todos los Estados y señala que también la dirigirá, si lo considera necesario, a la Ifor, la fuerza de aplicación de los acuerdos de paz de Dayton, que opera bajo mando de la OTAN. Pero la OTAN no está por la labor. De hecho, éste es un problema obviado en Dayton y que se ha planteado repetidas veces.

Para la OTAN, una cosa es que los soldados aliados se tropiecen con los buscados en una operación rutinaria de control o patrulla -llevan pasquines con las fotos de los acusados- y otra bien distinta que salgan en su persecución. Y no sólo porque correrían peligro las vidas de los soldados de la fuerza internacional, sino porque algunos países temen que la detención de Karadzic y MIadic generaría una reacción adversa, e incluso violenta, en los serbobosnios -que los consideran héroes-, como quedó patente recientemente en el reciente amago contra el cuartel en el que se supone que está refugiado el general. Así, la captura de los dos presuntos criminales de guerra podría echar por tierra los avances hacia la paz logrados desde el acuerdo de Dayton. La OTAN está ante un dilema grave, y se juega en esto su respetabilidad, ante el clamor internacional para llevar a los encausados a La Haya.

En la búsqueda de culpables, tras una semana de espeluznantes testimonios, el alto tribunal no se ha centrado únicamente en estos acusados, sino que ha puesto también sobre el tapete la posible responsabilidad del presidente serbio, Slobodan Milosevic. Ha pedido al procurador que investigue el plan concebido por Milosevic y Karadzic «para crear, por medio de la violencia, un nuevo Estado» compuesto por los serbios de Bosnia. Bien está, pese a que la referencia del TIP a Milosevic no contribuirá a serenar unos ánimos que parecen caldeados.

No obstante, un año después de la matanza de Srebrenica, la situación de Bosnia-Herzegovina ha mejorado sobremanera. No hay guerra -otra cosa sería decir que hay paz- y ha empezado la reconstrucción, aunque la reconciliación tardará, si es que llega, varias generaciones. Y el TIP ha señalado con el dedo a unos -no a todos aún, ni de todos los bandos- acusados que deben acabar en el banquillo en La Haya. Todo un progreso.

22 Julio 1996

Radovan Karadzic, un Criminal jubilado

EL PAÍS (Director:

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RADOVAN KARADZIC, el líder de los serbios de Bosnia, acusado formalmente como genocida por el Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra de La Haya, ha accedido finalmente a abandonar todos los cargos y actividades políticas. Le ha obligado el único que posiblemente podía hacerlo, que es el presidente Slobodan Milosevic. Y éste, a su vez, se ha visto obligado a exigírselo a Karadzic debido a las masivas presiones -mezcla de amenazas y promesas- del enviado especial del presidente Clinton, Richard Holbrooke. Éste advirtió a Milosevic que la Casa Blanca estaba decidida a reimponer sanciones a Serbia si Karadzic no era neutralizado antes de las elecciones que habrán de celebrarse en Bosnia en septiembre, según el plan de paz de Dayton.Las elecciones están aún en el aire, y las dificultades para su celebración serán grandes. Poco sentido, tendrían si Karadzic puede seguir aplicando su despotismo personal sobre el electorado. Las dudas sobre la efectividad de esta jubilación forzosa de Karadzic son grandes. Porque el aparato por él creado sigue intacto y está tan radicalizado e implicado en los crímenes de guerra como él mismo. Su sucesora en la presidencia de la autodenominada República Srpska, Biljana Plavsic, es el mejor ejemplo de ello.

Pero además, en el acuerdo alcanzado por Holbrooke en Belgrado, nada se dice del otro gran protagonista de los crímenes cometidos contra la población civil musulmana que es el general MIadic. El enviado de Clinton no ha querido exigir a Milosevic algo que puede no estar realmente en su mano. Como ya advirtieron decenas de mandos militares de Serbia en carta a Milosevic, la entrega de MIadic sería interpretada como una traición. Era una clara advertencia de que el propio presidente podría tener serios problemas internos en caso de hacerla.

,El acuerdo de Belgrado no es, por tanto, sino un primer paso para intentar arrebatar influencia a Karadzic con la esperanza de estar algún día en disposición de presentarlo ante la justicia en La Haya. Es poca cosa, pero es lo realmente posible. Eso sí, no debe hacer mermar la presión para que, tarde o temprano, los criminales -Ltambién MIadic- se sienten en el banquillo.