24 mayo 2021

La antigua política independentista es tertulian estrella de TV3 y ha sido la mayor defensora mediática de Artur Mas y Carles Puigdemont

LA VANGUARDIA despide a Pilar Rahola Martínez como columnista coincidiendo con el viraje del periódico hacia ERC por la llegada al poder de Pere Aragonés

Hechos

  • El 23.05.2021 se publicó el último artículo de Dña. Pilar Rahola en LA VANGUARDIA.

Lecturas

El 23 de mayo de 2021 se hizo público que el periódico La Vanguardia prescindía como columnista de Dña. Pilar Rahola Martínez, columnista del periódico desde 2009 siempre en posiciones independentistas y también como tertuliana de RAC1.

A pesar de que fue diputada de ERC (1989-1996) y de su escisión, Partido per la Independencia (1996-1999), desde su retirada polítida se pasó al tertulianismo en posiciones defensoras de CiU y de D. Artur Mas aplaudiendo su giro al independentismo y después a D. Carles Puigdemont.

Como tertuliana la Sra. Rahola ha criticado con dureza a ERC, su antiguo partido por, a su juicio, no colaborar todo lo que debería con los herederos de CiU (PDeCAT/Junts). Por ello no parece casualidad que el director La Vanguardia, D. Jordi Juan, haya decidido prescindir de la Sra. Rahola coincidiendo con la formación del nuevo gobierno de la Generalitat presidido por ERC, el partido al que tanto critica la Sra. Rahola.

Los independentistas prefieren presentar la salida de la Sra. Rahola como una represión contra columnistas independentistas recordando que antes de la Sra. Rahola Martínez salieron del periódico de D. Albert Sánchez Piñol (2015), D. Xavier Antich Valero (2016), D. Jordi Graupera García-Milà (2016) y D. Salvador Cardús Ros (2018). Omitiendo que en este periodo La Vanguardia también ha echado a columnistas anti-independentistas como D. Gregorio Morán.

La Sra. Rahola sigue siendo tertuliana estrella en TV3. En lo que se refiere a La Vanguardia seguirá habiendo columnistas independentistas: D. Francesc Marc Álvaro o D. Quim Monzó.

22 Mayo 2021

La Vanguardia despide a Pilar Rahola tras el acuerdo de Govern independentista

Dario Porras

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La dirección de La Vanguardia ha despedido a su periodista estrella, Pilar Rahola, según ha podido saber En Blau.

El cese se ha llevado a cabo horas después de que se anunciara el acuerdo entre Esquerra Republicana y Junts per Catalunya para investir a Pere Aragonès como presidente de la Generalitat, y formalizar un nuevo Govern de coalición independentista después de los resultados de las elecciones del pasado 14 de febrero.

La decisión se ha ejecutado sin motivo alguno aparente que sirva como explicación después de una presencia ininterrumpida en el rotativo barcelonés de la prolija escritora desde el año 2007. El despido, que se ha materializado mediante un correo electrónico de la empresa editora, remarca todavía más el giro del transatlántico mediático de la familia Godó hacia posiciones marcadamente alejadas del catalanismo, aún más del soberanismo.

En un tuit, la periodista ha confirmado que el rotativo ya no publicará más artículos suyos y ha remarcado que la decisión se ha tomado por «motivos ideológicos y políticos». «Sí. La Vanguardia no publicará más artículos míos. Sí. Es por motivos ideológicos y políticos. No. No he aceptado las peticiones de cambiar mis planteamientos, ni suavizarlos. No. No es el primer intento de echarme. Sí. La decisión viene de arriba de todo y más allá», escrito en Twitter.

En los últimos años han ido cayendo de sus páginas articulistas de renombre como el escritor Albert Sánchez Piñol, los periodistas Jordi Barbeta y Jordi Graupera, el sociólogo Salvador Cardús, el economista Xavier Sala-i-Martin y el filósofo Xavier Antich, entre muchos otros. Se da la circunstancia de que todos ellos tuvieron un papel activo en el lanzamiento de La Vanguardia en catalán, del cual ahora se cumplen diez años, y participaron en la gira de presentación del proyecto que el diario organizó por las principales capitales de Catalunya.

Rahola ocupó de manera diaria la importante columna de la segunda página de opinión después de la muerte de Baltasar Porcel en el 2009. Compartía así presencia estelar en las dos primeras páginas de la sección con el galardonado escritor Quim Monzó, premio de honor de las letras catalanas en el 2019.

En aquellos años, tanto Rahola como Monzó tenían un protagonismo especial ya que al lado de sus artículos de opinión, su afilada pluma también explicó a los lectores de La Vanguardia acontecimientos relevantes de la historia de principios del siglo XX como enviados especiales del diario. Puestos en contacto con Pilar Rahola ha señalado lo siguiente: «Es cierto. ‘La Vanguardia’ ha decidido prescindir de mis artículos. No sé los motivos, aunque cualquiera los puede imaginar. En todo caso, son ellos los que tienen que dar explicaciones. Yo ya daré las mías el 30 de junio, cuando dicen que dan por finalizado mi contrato».

24 Mayo 2021

Una diva en retirada

Salvador Sostres

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Pilar Rahola era el tercer sueldo de La Vanguardia y su audiencia se había desplomado. Más de 100.000 euros anuales por cuatro artículos a la semana, y tenía un cada vez más reducido y marginal núcleo de lectores, hasta el punto de que cuando la empresa le comunicó que iba a prescindir de sus servicios, filtró la noticia a su digital afín, el orgánico El Nacional, de Pepe Antich, con la idea de que se armaría una revuelta y no pasó absolutamente nada. Muy decepcionada, y en contra de lo que tenía pensado, que era no dar explicaciones hasta junio, escribió tres tweets para darse importancia haciéndose la represaliada política e insultando al grupo de comunicación que tan generosamente la había retribuido durante los últimos doce años. Tampoco pasó nada. Ninguna reacción consignable más allá de los aspavientos de los pocos exaltados que al procés aún le quedan. La total indiferencia con que incluso el grueso del independentismo reaccionó al cese, daba la razón al director de La Vanguardia, Jordi Juan, en su argumento cuantitativo. Además, también es cierto que las columnas de Rahola habían perdido cualquier calidad -si es que alguna vez la tuvieron- y se habían convertido en meros panfletos de la causa perdida de Carles Puigdemont. De hecho, entre los políticos independentistas de una cierta relevancia -si es que hablar en términos de relevancia de los líderes independentistas no empieza a ser un exceso- sólo el expresidente fugado, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y el también expresidente Quim Torra expresaron su por otra parte tímido apoyo a la activista. Cierra la idea de que la decisión fue empresarial y periodística, y no política, que ayer por la mañana Rahola participó como cada lunes en la tertulia de las mañanas de Jordi Basté, en Rac1, la radio del Grupo Godó. Eso sí, Rahola quiso sacar el tema y acertadamente el programa le hizo ver que no era razonable abrir un debate sobre las decisiones de la empresa.

Rahola lleva tres días descubriendo lo poco importante que es, y en realidad lo poco importantes que somos los columnistas. Cualquier tentación de creer que somos ídolos o héroes se desvanece el día que nos echan y la vida sigue igual. Escribimos, a veces nos leen, y cuando nos apagan, o nos apagamos, tal vez alguien habla de nosotros con nostalgia, pero al día siguiente ya no le importamos a nadie. Como así tiene que ser. El victimismo ideológico con que la agitadora pretende ahora disimular su pobre decadencia no sólo es falso sino que además es ridículo. Ni el director de La Vanguardia, ni su editor, Javier Godó, se dieron cuenta el sábado de que Rahola era independentista. Siempre lo ha sido, y así se dedicó a la política, primero desde Esquerra Republicana, y luego fundando su propio partido (el PI, Partit per la Independència) y así ha podido escribir lo que ha querido durante 12 años. Atribuir el cese de Rahola a su independentismo es no entender que Rac1 es una radio de tono marcadamente independentista y que convive perfectamente en la dinámica del grupo. Javier Godó no es un editor sectario, pero a su hijo Carlos, tirar el dinero por la ventana, no le parece la mejor idea del mundo. Y esto es exactamente lo que La Vanguardia llevaba un tiempo haciendo con la que en otros tiempos fue su columnista más leída.

Lo que sí es cierto es que doña Pilar se ha valido de su relación política, primero con Artur Mas y luego con Carles Puigdemont, para forzar su contratación y permanencia en los medios de comunicación. Es verdad que cuando en el transcurso de estos años su puesto se ha tambaleado, como todos nos tambaleamos de vez en cuando, los distintos directores que ha tenido La Vanguardia, especialmente Màrius Carol y Jordi Juan, han recibido toda clase de presiones -al límite de la amenaza- para que la que los convergentes consideraban su punta de lanza conservara su columna. Pero también lo es que si ambos directores decidieron en su momento mantenerla no fue por miedo sino porque consideraron que su firma aportaba lectores al diario. Decaída la aportación, ha decaído la firma. Es significativo de un cierto cambio de aires en la nueva etapa de Junts, pilotada por Jordi Sánchez, que nadie del partido haya salido públicamente a defender a la que fue la biógrafa de Mas y la jefa de propaganda de Puigdemont.

Llegó a La Vanguardia en 2009 para sustituir a Baltasar Porcel como primer columnista. El procés aún no había empezado pero el entonces director del periódico, José Antich, preparaba desde hacía tiempo el aterrizaje de Artur Mas en la Generalitat. Y mientras con una mano era capaz de enredar a José Zaragoza, secretario de organización del PSC en aquel tiempo, y hacerle creer que era su mejor amigo, invitándole los fines de semana a su casa de la Seo de Urgel; con la otra contrataba a Rahola por más de 100.000 euros y planeaba la edición en catalán de La Vanguardia con la idea hacerla aparecer coincidiendo con la llegada de Artur Mas a la presidencia de la Generalitat, para poder contar con su apoyo económico. Rahola, que en 2010 publicó una biografía no sólo autorizada sino encargada por Artur Mas, era una pieza más de este engranaje con que Antich ponía a La Vanguardia al servicio de CiU para lograr su tan ansiado poder e influencia entre la clase política catalana.

Que Rahola se prestara al juego político para, como Antich, realizar su fantasía de ser alguien en la política, no significa que todos actúen igual que ella ni que sea una represaliada por pensar como piensa. Que haya tratado de conseguir y mantener trabajos por su mezcla de amistad y servidumbre con los líderes del independentismo no significa que los medios de comunicación en los que ha trabajado tengan tan poco en cuenta el talento, la calidad y el indispensable negocio de cada cosa. Que Rahola, como pudimos escuchar en varias conversaciones telefónicas, exija por motivos políticos lo que por motivos profesionales no le es concedido, no significa que los directores de los medios privados y públicos sean todos tan mezquinos como ella. Rahola no escribirá más en La Vanguardia porque tenía un sueldo de estrella y lo que escribía ya no le interesaba a nadie. Rahola, que tuvo su éxito, y su mercado, es hoy una diva en retirada.

La Vanguardia es una empresa privada y ha tomado una decisión empresarial. En cambio, alguien tendría que preguntarse quién le paga el videoblog a Rahola, qué panfleto digital lo reproduce cada día, y cuánto dinero cobra este panfleto de la Generalitat y de la Diputación de Barcelona. No sea que de tanto imaginar represalias políticas que no existen, no veamos la evidencia de quién es la más hortera, comprada y vendida comisaria política de Cataluña.

09 Junio 2021

Pobre Rahola

Salvador Oliva

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La prueba de la rectitud de la Rahola, pobrecita, es que ya le han apoyado la Borràs y en Puigdemont. Cuando gente así te apoya, es que vas por buen camino

Cuando un país tiene una persona tan inteligente, tan relevante y tan excepcional como tenemos nosotros con la Rahola, lo tenemos que agradecer a Nuestro Señor, que es el que nos la ha enviado. Se ve que mucha gente se emocionó sintiendo como ella explicaba que La Vanguardia le ha dado el pasaporte. Dolida, pobrecita, lo estaba, pero lo disimulaba muy bien adoptando aquella agresividad que se apodera de ella cuando lo exigen las circunstancias. Qué se han creído! Hacerle embargo, por razones ideológicas, a ella, a la mejor opinadora profesional que tenemos, a quien tendremos que agradecer la independencia (cuando llegue), a la amiga íntima del presidente legítimo de Waterloo, en la que ya tiene el carné de la república , a la gran autora de la máscara del rey Arturo, Cuando, de hecho, si no fuera por ella, Artur no tendría ni careta ni sería rey! Como han osado echarla?

Afortunadamente, a todos los catalanes nos queda TV3 . Todos esperamos que, para compensar la gran injusticia de La Vanguardia , en Sanchis le proponga un programa donde ella se pueda exhibir al menos una hora cada día. He dicho «exhibir», sí! Porque, ¿qué culpa tiene ella, pobrecita, tener un ego tan poderoso? Debemos ser comprensivos y aceptar que hay personas que, el ego, no lo pueden controlar. Es su caso, y si no puede, no es por su culpa. La genética no se puede modificar así como así. Es mejor aceptarla y no darle más vueltas.

Aparte de eso, la Rahola dejará de percibir, según algunas fuentes, 100.000 euros anuales por un artículo semanal, cuando, de hecho, se merecería el doble. Yo propongo que los catalanes hacemos una colecta para resarcir, porque no queremos que pase hambre, pobrecita.

Ya sé que la critican mucho, y que le han dicho que siempre se ha puesto al lado del poder. Y yo me pregunto: es un defecto, esto? Si nos tenemos que alimentar, no es mejor estar al lado de una buena teta? Si ella lo ha sabido hacer es porque tiene el don. De hecho, la Rahola debería ser el punto de referencia de Cataluña, nuestra estrella polar. Si va contra los de ERC, es porque se lo merecen. Si va a favor de «Juntos para controlar la caja» (ahora no recuerdo el nombre exacto del partido de en Puigdemont), es porque estos son los buenos. O es que alguien piensa que debemos tener la caja descontrolada? De ninguna manera! La prueba de la rectitud de la Rahola, pobrecita, es que ya le han apoyado la Borràs y en Puigdemont. Cuando gente así te apoya, es que vas por buen camino. Bravo, Pilar! Nadie como tú sabe que eres, de importante. Arrapa’t fuerte en TV3.