16 noviembre 1977

La actitud del presidente de Las Cortes Constituyentes causa una ´replica del diputado Sole Barberá

España aprueba su ingreso en el Consejo de Europa y Álvarez de Miranda lo celebra en nombre de la lucha de democristianos, liberales y socialistas, pero excluye a los comunistas

Hechos

El 16.11.1977 el Congreso de los Diputados respaldó solicitar el ingreso en el Consejo de Europa.

Lecturas

Al aprobar en la sesión de las Cortes del 16 de noviembre de 1977 la entrada de España en el Consejo de Europa, el presidente de Las Cortes, D. Fernando Álvarez de Miranda, de la UCD, no pudo evitar hacer un discurso emocionado:

«Esta presidencia se siente emocionado. Vieja aspiración de los europeístas españoles. Reivindico a Dionisio Ridruejo, al llamado contubernio de Munich, al PSOE, partidos liberales, independientes, democristianos, que durante 30 años han luchado por ello».

Su intervención forzó que el Grupo Comunista, que había sido omitido en la relación de fuerzas citadas por el presidente del Congreso pidiera la palabra a través de su diputado Sr. Solé Barberá.

Sole Barberá:  “nuestro grupo no podría permitirme el lujo de pensar que el olvido de los comunistas por parte del presidente de la cámara ha sido intencionado”.

17 Noviembre 1977

El envés del contubernio

Manuel Vicent

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Sesión corta la de esta tarde, con faena de aliño. Apenas hora y media. En el Congreso se ha hablado de la Europa de los derechos y de la España de las cárceles. En realidad, la primera parte se ha dedicado a sacarle el envés al famoso contubernio de Munich. Muchos diputados que hoy estaban sentados aquí fueron en otra hora, aquella de la persecución franquista del año 1962, ardorosamente aventados, por trochas y barrancos, desde Fuerteventura hasta los litorales desolados del mapa por el hecho de haber llamado al picaporte de Europa. Hoy las aguas han regresado al seno de la corriente. El Congreso ha votado por unanimidad el ingreso de nuestro país en el Consejo Europeo.Antón Canyellas ha explicado la opinión favorable de la ponencia de relaciones internacionales. Con voz monocorde, ligeramente atascada en los pespuntes del fofio, el líder catalán ha recitado al hemiciclo la vocación europea de los españoles y los rudos avatares que la democracia de este territorio ha tenido que salvar hasta llegar a una evidencia deslumbrante, aliñada de geografía, filosofía y ética política. A partir de hoy nuestro paraje va a estar inserto por la ley de gravedad en el Parlamento Europeo. Realmente lo que han votado los padres de la patria esta tarde no es más que esta fuerza de atracción, pura física orgánica, de modo que el hemiciclo se ha puesto en pie con una suavidad muy engrasada.

El presidente Alvarez de Miranda no ha podido evitar la emoción de los recuerdos, el sonido de la antigua persecución. Y ha ilustrado a las señorías con el recital del victimario franquista, con el repaso de las listas de cuantos sufrieron quebrantos por la justicia, socialistas, liberales, progresistas, socialdemócratas, todo aquel friso de patriotas que fueron esperados en la frontera para leerles la receta. El presidente había olvidado a los comunistas. Pero en esto que se ha levantado Solé Barberá y ha incluido a los suyos en el memorial de las víctimas.

Bien, formalmente ya estamos en el Consejo de Europa. Ahora vamos a seguir lavando los trapos sucios de casa. La propuesta socialista de crear una Comisión de Investigación y Encuesta sobre el estado de las cárceles y la situación de los presos sociales ha pasado al Pleno. Y ha sido apaciblemente discutida según el prospecto de mano, conforme al ritual acostumbrado. El presidente ha ido llamando, uno detrás de otro, a los portavoces de cada grupo parlamentario para que explícaran sus razones. Primero ha bajado por la veta del graderío, con los folios en la mano, el diputado socialista Sotillos, y con voz entonada de joven predicador ha recitado las lacras de la prisión. Después ha intervenido Solé Barberá para abundar en lo mismo. Luego el diputado de UCD Antonio Vázquez ha puesto su oración a ciento ochenta, con la aguja a tope. Después ha subido Fraga para contarnos que su madre, cuando él era niño, le escribió a Victoria Kent, de modo que ya estaba concienciado sobre el asunto. Finalmente, Letamendía ha hecho planear sobre el recinto el espíritu de Concepción Arenal: con un tono angélico ha asaltado a la concurrencia con un argumento deslumbrado: por qué en las cárceles siempre están los mismos, gitanos y no empresarios, habitantes de los suburbios y no burgueses. Después de pintar un cuadro expresionista carcelario en las paredes negras de Goya, ha terminado pidiendo el indulto para todos.

La sesión de esta tarde ha compuesto un duro contraluz entre la delicada sonatina de integración europea y la hirsuta realidad de patio interior con todos los olores espesos de la convivencia. Dos temas de lógica absoluta: que España es Europa y que las cárceles son un infierno mal reglamentado. Los dos temas se han votado por unanimidad.