Los carlistas constituyen periódicos para defender sus posiciones: EL SIGLO FUTURO será su órgano de expresión en Madrid

Lecturas

En el campo del carlismo se produce en 1888 la escisión integrista, que venía gestándose años atrás en las polémicas sostenidas por los periódicos LA FE y EL SIGLO FUTURO. Si en 1881 don Carlos, presionado por D. Cándido Nocedal, había expulsado del carlismo a LA FE, terminaría por ser acusado él mismo de liberal por EL SIGLO FUTURO, al que seguirían en su escisión otros muchos periódicos de provincias. Llevados de un furor verdaderamente jacobino contra todo ‘mestizaje’ con el liberalismo, a los ‘íntegros’, capitaneados por don Ramón Nocedal, hijo y heredero de don Cándido, no les quedaba más que excomulgarse a sí mismos. Los integristas vienen a ser la culminación de la línea neocatólica, que ya en la fecha de su nacimiento de los últimos años del reinado de Isabel II, fue acusada de más fanática del carlismo, y que, incorporada a sus filas después de la revolución de septiembre, se independiza ahora nuevamente.

La difusión de estos periódicos católicos derechistas era escasa. En 1881 los tres periódicos de tendencia en sus distintos matices tiraban poco más de 14.000 ejemplares en conjunto, de los que correspondían 5.000 a EL SIGLO FUTURO, 3.000 a EL FÉNIX y 6.500 a LA FE, según datos proporcionados por este último en su número del 19 de noviembre.

El periódico carlista más importante es el barcelonés EL CORREO CATALÁN, fundado en 1876, que bajo la dirección de D. Luis María Llauder supo combinar la pureza ideológica del órgano de opinión con las necesidades del moderno periodismo informativo.

Tras la disidencia de EL SIGLO FUTURO, los carlistas crearon en 1888 un nuevo órgano en Madrid, EL CORREO ESPAÑOL, en cuyas páginas escribió la nueva luminaria del carlismo, D. Juan Vázquez de Mella, en un estilo grandilocuente, filosófico poético-profético, como el de su oratoria de último representante de la vieja escuela apocalíptica a lo Donoso Cortés.