10 julio 1986

Los ‘carrillistas’ protestan contra la agresividad del columnista comunista de EL PAÍS, Manuel Vázquez Montalbán hacia la figura de Santiago Carrillo

Hechos

La carta fue publicada el 10 de julio de 1986.

Lecturas

El 10 de julio de 1986 EL PAÍS recibió una carta con 100 firmas en la que se leía lo siguiente:

02 Julio 1986

Carta

Manuel Vázquez Montalbán

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No lo toques más, hombre. Lo que Dios ha desunido no lo vas a unir tú, porque tu divinidad, que no pongo en duda, es de otra pasta y nada sobrenatural. No me los unas más, que los deshaces. Si quieres escribir cartas pidiendo la unidad, escribe, eso sí, escribe, y de paso les reclamas 20 duros para la Unicef o para fomentar la propagación de cocina coreana en la Alcarria. Pero es que cada vez que te sacas la unidad de la bragueta se echan a temblar hasta los hermanos siameses, porque ya se ven venir el bisturí en vivo, hombre, que nos conocemos, y aquí quien más quien menos es un maestro en el arte de decir lo que no se hace y de hacer lo que no se dice.Me recuerdas aquellas madres gordas, bigotudas y trágicas que preferían ver al hijo muerto antes que entre los brazos de una nuera delgada, afeitada y sensual. Ya sé, ya sé que eres de mal jubilar, de imposible jubilar, pero en otro tiempo dijiste esperar la jubilación para iluminarnos con el tesoro de tus experiencias vividas y remodelamos gracias a un periodismo teórico y crítico que echas y echamos en falta. Estos oficios, más algún viaje de vez en cuando a ver como prosperan las dinastías de Kim il Sung o de Ceaucescu y densas conversaciones con Felipe González sobre el azar y la necesidad como contra fuerzas que han impedido a ti ser Felipe González y a Felipe González ser Miguel Boyer, ofrecen un programa de tercera vicia nada despreciable, asegurado ya como tienes un lugar en la historia a partir, creo yo, del BUP.

Cuando masticas a tus adversarios ante las cámaras de TVE, esas cámaras que te quieren hoy más que ayer pero menos que mañana, cuando tiroteas a tus ex camaradas desde el Olimpo con disparos de fogueo unitario, hay quien comenta que serás genio y figura hasta la sepultura, pero también hay quien siente cierta vergüenza histórica y ajena, porque el sentido del ridículo es el primer sentido que nos abandona, y peor es perder el sentido del ridículo que la. protección de los desodorantes.

No les unas tanto, que los asfixias, y al fin y al cabo, ni los del PSOE te lo van agradecer, aunque de momento el espectáculo les entretenga.

10 Julio 1986

Réplica a Manuel Vázquez Montalbán

Julián Ariza (y otras 100 personas)

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Los abajo firmantes, militantes y simpatizantes de Unidad Comunista de Madrid, ante los contenidos de la columna de Vázquez Montalbán publicada en EL PAÍS el 4 de julio, y bajo el título Carta, queremos hacer públicas las siguientes consideraciones.

1. Lamentamos que el señor Vázquez Montalbán utilice el privilegio de disponer de una columna periódica en ese diario -suponemos que bien pagada- para arremeter sin tino y de modo premeditadamente indirecto contra Santiago Carrillo, presidente de la Mesa para la Unidad de los Comunistas. En la inútil pretensión de aparecer «por encima del mal y del bien», la susodicha Carta es un amasijo de insultos inadmisibles que hablan por sí mismos del escaso talante democrático de tan conocido y autocalificado leninista.

2. Nos permitimos recordarle al columnista que durante bastantes años ha sido miembro de la dirección del PSUC -¿lo es todavía?-, y que desde hace cuatro años ni Carrillo ni los carrillistas hemos tenido nada que ver con lo que viene ocurriendo en ese partido. Y, como todo el mundo sabe, en esos cuatro años la unidad no sólo no es la norma en sus filas, sino que su lúcida aportación no ha servido para levantar ese partido, sino todo lo contrario: para hundirlo aún más.

3. Sus inconscientes demonios anticomunistas le traicionan. Las referencias a «ocultas maniobras» entre el PSOE y Unidad Comunista no son otra cosa que la muestra de la incapacidad y la impotencia política ante el desastre electoral de la difusa amalgama de la que ha sido portavoz en esa columna en los últimos meses: la IU. Idénticos argumentos, señor Montalbán, los hemos leído en Abc, en Ya y en Diario 16. Nos parece penoso comprobar las curiosas coincidencias entre periódicos no precisamente de izquierdas y tan afamado mentor leninista. Sólo le ha faltado referirse a Paracuellos.

4. Resulta cuando menos curioso su afán de abogado defensor de cuantas causas anticomunistas han anidado en estos años en el PCE. Defendió a los renovadores en nombre del comunismo, y ahora están en el PSOE; ha defendido a los actuales líderes del PCE oficial y no podrán hablar en el Parlamento en nombre de los comunistas, sino de la izquierda. Y en poco tiempo veremos su evolución. Sin embargo, su talante democrático ha olvidado el ejercicio de abogado para otra causa: la de los miles de comunistas -de los que los firmantes somos una minúscula parte- que, encabezados por Santiago Carrillo, hemos sido, lisa y llanamente, expulsados del PCE y del PSUC.

5. La unidad de los comunistas es un objetivo irrenuciable de la Mesa para la Unidad. Y una necesidad objetiva de los trabajadores españoles, aunque ahora sea difícil. Usted, sin embargo, opta por otra unidad: con carlistas, humanistas, monárquicos liberales y progresistas. Unidad que fue necesaria contra la dictadura pero no -recuerde a Lenin- para reconstruir una opción comunista y moderna, una opción de clase.

6. A usted sí le ha abandonado el sentido del ridículo, señor Vázquez Montalbán. No entendemos cómo no ilumina con su sabiduría a sus partidos -PCE y PSUC-, que después de aliarse con Dios y el diablo, y tras cuatro años de gobierno del PSOE, se han quedado con los mismos votos que en 1982. Todo un éxito.

7. Y para terminar, insigne leninista, nos parece preocupante que tras tantos años ejerciendo de escritor tenga que recurrir a su cotemplación en el espejo para buscar símiles del jaez del que sigue: «Me recuerdas aquellas madres gordas, bigotudas y trágicas…» Una traición del inconsciente que lamentamos.