6 junio 1944

Adolf Hitler se encuentra sitiado en dos frentes en sus propio continente

Segunda Guerra Mundial: Los Estados Unidos invaden Europa al lograr desembarcar con éxito en Normandia (Francia)

Hechos

El 6.06.1944 se confirmó el desembarco exitoso del ejército de los Estados Unidos en la costa de Normandia, en Francia.

Lecturas

eisenhower-01 El General de Estados Unidos, Dwight Eisenhower, fue el encargado de dirigir el desembarco de tropas de Estados Unidos y Gran Bretaña en Francia a través de Normandia.

rommel El prestigioso Mariscal alemán Rommel, era uno de los encargados de dirigir la defensa alemana. Él estaba convencido de que el desembarco se produciría en Normandia, pero otros importantes miembros del Alto Mando pensaban que sería en otras zonas, la dispersión de tropas en distintos puntos fue su perdición.

La batalla de Normandía, llamada en clave Operación Overlord, fue la operación militar efectuada por los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial que culminó con la liberación de los territorios de Europa occidental ocupados por la Alemania nazi. La operación dio comienzo el 6 de junio de 1944, más conocido como el Día D, con el desembarco de Normandía; el conjunto de las operaciones navales recibió el nombre clave de Operación Neptuno. Un asalto aerotransportado llevado a cabo por mil doscientas aeronaves precedió al desembarco anfibio, que involucró a cinco mil barcos. El 6 de junio, ciento sesenta mil soldados cruzaron el canal de la Mancha de Inglaterra a Francia y hacia finales de agosto las tropas aliadas en suelo francés eran más de tres millones.

La decisión de emprender una invasión a través del canal de la Mancha en 1944 se tomó en la Conferencia Trident de Washington D. C., en mayo de 1943. El general estadounidense Dwight D. Eisenhower fue nombrado comandante del Cuartel General Supremo de la Fuerza Expedicionaria Aliada (SHAEF) y el general británico Bernard Montgomery comandante del XXI.er Grupo de Ejércitos, que aglutinaba todas las fuerzas terrestres que tomarían parte en la invasión. El lugar elegido fue la costa de la región francesa de Normandía, donde se seleccionaron cinco playas a las que se dieron nombres en clave: Utah y Omaha, que serían atacadas por los estadounidenses, Sword y Gold, objetivo de los británicos, y la playa Juno, lugar de desembarco de los canadienses. Los puertos franceses estaban fuertemente defendidos, lo que motivó la creación de dos muelles artificiales, denominados Mulberry, y para superar las dificultades que se esperaban en las playas se emplearon carros de combate especialmente modificados. En los meses previos a la operación, los Aliados llevaron a cabo una elaborada maniobra de distracción militar, la Operación Bodyguard, usando desinformación tanto electrónica como visual. Con ello consiguieron evitar que los alemanes supieran la fecha y localización de los desembarcos. Adolf Hitler había encargado al reputado mariscal de campo Erwin Rommel la supervisión y mejora de una cadena de fortificaciones costeras conocida como el Muro Atlántico, en previsión del ataque enemigo.

Los Aliados no fueron capaces de alcanzar los objetivos planeados para el primer día, pero sí aseguraron una precaria cabeza de playa que expandieron con tenacidad en los días siguientes, con la captura del puerto de Cherburgo el 26 de junio y de la ciudad de Caen el 21 de julio. El contraataque alemán del 8 de agosto falló y dejó a 50 000 soldados del VII Ejército de la Wehrmacht atrapados en la denominada bolsa de Falaise. El 15 de agosto, los Aliados lanzaron una invasión del sur de Francia, la Operación Dragoon, y el 25 de agosto se produjo la Liberación de París. Las fuerzas alemanas se retiraron por el valle del río Sena el 30 de agosto, lo que marcó el final de la Operación Overlord.

07 Junio 1944

Los aliados han desembarcado en la costa de Normandia, creado varias cabezas de puente e iniciado su avance hacia el interior

ABC (Director: Javier Losada de la Torre)

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Por fin ha llegado el día D y la hora H. La invasión era inevitable, pues ‘sólo en los campos de batalla de Europa se puede vencer a Alemania”, conforme decía Roosevelt hacia ya vairos meses. Había que atacar en el Oeste, pues el mismo jefe de Estado norteamericano advierte a su pueblo que no era posible atribuir excsiva importancia militar a la toma de Roma. El verdadero segundo frente no podía ser establecido sino en el Oeste y en el tronco del Continente, más no en las penínuslas. Se decía siempre que al o largo de la costa atlántica una imprenetable línea se levantaba desde Cabo Norte en Noruega, hasta Hendaya. Parece, sin embargo que la llamada Línea Sigfrido no es igualmente poderosa en todos los sectores. Parece que la resistencia alemana no ha sido tan fuerte como se esperaba. Ello se explica únicamente por la enorme superioridad material de los aliados, pues nadie duda del valor del soldado germano. La mordleja de las primeras horas de la invasión es la preponderancia de la aviación. Sin la supremacía adquirida en el aire, no hubiera sido posible que cuatro mil barcos aliados, acompañados por miles de embarcaciones más pequeñas, se acercaran a las cosas normandas, desde donde hace ya cerca de novecientos años Guillermo el Conquistador partió para invadir a Inglaterra. Los barcos se defienden principalmente por los aviones contra los peligrosos ataques aéreos, bastante más que por cañones antiaéreos. Y si los barcos no han de temer nada serio, sus cañones son más que por cañones antiaéreos. Y si los barcos no han de temer nada serio, sus cañones son más o, por lo menos, tan poderosos como los costeros. Los buques de guerra establecen la barrera necesaria para el desembargo. Este fue el secreto del desembarco tan poco penoso de los anglosajones en el Sureste de Sicilia, y parece que el mismo mecanismo se ha repetido en Normandia. Washington afirmó que Estados Unidos han construido en total ciento setenta y cinco mil aviones y parece que la cifra no es exagerada pues según afirma Londres, once mil aparatos tomaron parte en los preparativos de la invasión. Diez mil toneladas de bombas fueron arrojadas, o sea diez millones de kilos, y parece casi imposible que las baterías costeras resistan semejante presión. Repetimos que sin superioridad en el aire el desembargo hubiera fracasado desde el primer momento. Ahora pasada la primera sorpresa, se trata de saber si los aliados logran consolidar sus cabezas de desembarco y avanzar luego hacia el interior. El primer avance ha sido considerable, Churchill anuncia que se lucha ya en el interior de la ciudad de Caen y, según un corresponsal de la Reuter, en un punto se combate a cuarenta kilómetros de la costa.