5 diciembre 2015

En una votación de 75 delegados se dio un recuento imposible de empate de 38 a 38

Lucha de poder en el fútbol de Argentina: Fracasa el intento de Tinelli de hacerse con la presidencia de la AFA tras un empate imposible con Luis Segura

Hechos

  • El 3.12.2015 se realizó la votación a la presidencia de la AFA que quedó anulada por darse un empate imposible, aplazándose la votación hasta el 30.06.2016.
  • El 2.06.2016 Marcelo Hugo Tinelli retiró su candidatura.

Lecturas

El empate imposible a 38 ha mostrado la división de los clubs de fútbol de Argentina y una lucha feroz por la presidencia de la AFA que ha superado la ya tensa Grondona-Daniel Vila de 2011.

Luis Segura, que ocupaba la presidencia de la AFA de manera interina desde el fallecimiento de Julio Grondona, ha logrado lo que parecía imposible, ganar al todopoderoso Tinelli para mantenerse al frente de la AFA.

El poderoso líder sindical Hugo Moyano lideró la campaña contra Marcelo Hugo Tinelli acusándole de tener chantajeada a toda la clase política y a la clase deportiva.

El presidente de Argentina, Macri, ha sido acusado por el entorno de Tinelli de haberse posicionado del lado de Segura. De acuerdo a esta versión Macri temía que si Tinelli se hiciera con la presidencia de la AFA este podía ser su trampolín a una hipotética carrera política que le llevara a la presidencia.  El 2 de junio de 2016 Tinelli retiró su candidatura poniendo fin al enfrentamiento y garantizando la reelección de Segura.

 

03 Diciembre 2015

Bochorno en la AFA: hay cuarto intermedio y no descartan lista de unidad

Nahuel Lanzillotta

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En el conteo definitivo hubo más votos que votantes. Había 75 asambleístas pero el conteo definitivo dio 38 boletas para cada candidato, es decir: un total de 76 votos. En vivo.

Papelón. Las históricas elecciones en la AFA tuvieron un desenlace inesperado. Tras el recuento de votos el resultado dio un empate 38 a 38. Insólito, sobró un voto. Uno a uno pasaron los 75 asambleístas que elegían en el salón de futsal del predio de Ezeiza entre Luis Segura y Marcelo Tinelli. Pero no hubo ganadores ni perdedores. Aparentemente, en un sobre fueron dos votos pegados y todo se desdibujó. El que puso punto final a la asamblea fue Segura, presidente en ejercicio: «Es insólito lo que pasó. Me avergüenza. Espero que podamos aprender de esto. La elección fue 38-37, que no se sabe para quién, y prácticamente sería un empate. Vamos a pasar a un cuarto intermedio, me voy a reunir con Tinelli y llamaremos a una lista de unidad».

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Tras el recuento de votos que arrojó el insólito resultado tomó la palabra Daniel Angelici, presidente de Boca: «Somos hombres de bien», dijo y propuso votar a mano alzada. Mario Leito, presidente de Atlético Tucumán, pidió la palabra y se refirió a los dirigentes de los clubes del interior que tuvieron que abandonar la asamblea para regresar a sus provincias. Enseguida, Pascual Caiella, vice tercero de Estudiantes, sugirió un cuarto intermedio para resolver la situación. Y por último, Jorge Brito, vice primero de River, apeló al estatuto: «Si no están todos los asambleístas, debemos postergar la elección». Cerca de las 21.20, por pedido de la Inspección General de Justicia, se pasó lista y hubo dos ausentes: Angel Lozano, presidente de Excursionistas, se había retirado porque -según pudo averiguar Clarín– le habrían informado que «le estaban rompiendo la casa». Por otro lado, Julio Koropeski, presidente de Crucero del Norte, tenía vuelo de regreso a Misiones y también se ausentó.

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La jornada había comenzado con humedad, lluvia y un calor agobiante y pesado que le daban marco a las históricas elecciones en la Asociación del Fútbol Argentino que terminarían empañadas. Por primera vez tras 35 años de reinado de Julio Humberto Grondona se realizaba una votación (con sufragios anónimos y en una urna de madera) que definiría entre dos candidatos al próximo presidente. De un lado, Luis Segura, expresidente de Argentinos Juniors y presidente interino de la AFA desde el 23 de octubre de 2014 tras el fallecimiento de Don Julio. Por el otro, Marcelo Tinelli, conductor y productor televisivo, y vicepresidente de San Lorenzo de Almagro.

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Desde temprano comenzaron a llegar al predio que la AFA posee en Ezeiza los 75 asambleístas que emitieron su voto para elegir al nuevo presidente, por los próximos cuatro años. Se fueron acomodando en el salón de futsal y pasadas las 18 ya estaba lleno.

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Pero no solo la lluvia le puso un marco a la histórica elección, sino que el FIFA gate también ponía en contexto lo que pasa con el fútbol argentino. Esta mañana fueron apresados en Zúrich, Suiza, el paraguayo Juan Angel Napout, presidente de Confederación Sudamericana de Fútbol, y el hondureño Alfredo Hawit, titular de la Concacaf, por su vínculo con el escándalo de corrupción en la entidad madre del fútbol mundial. Asimismo, la Justicia de Estados Unidos pidió la captura internacional de los argentinos José Luis Meiszner, expresidente de Quilmes y mano derecha de Grondona en AFA y en FIFA; y de Eduardo Deluca, ex secretario general de la Conmebol.

Minutos después de las 19 se dio inicio a la Asamblea Extraordinaria. Los asambleístas se abanicaban para mitigar el calor y recibían con alegría las botellas de agua que se les repartían en el salón. En la mesa principal, estaban -de izquierda a derecha- miembros de Inspección General de Justicia, letrado de la AFA, Mario Schmoisman; secretario general Miguel Silva, Luis Segura, Rodolfo D’Onofrio (River), Claudio Chiqui Tapia (Barracas Central) y Eduardo Spinosa (Banfield). Abajo, alrededor del copón, Hugo Cots (asesor general de Asuntos Institucionales y Torneos) y Gustavo Lorenzo (gerente de Relaciones Institucionales). Detrás, en primera fila, se podían observar a Hugo Moyano y Víctor Blanco, presidentes de Independiente y Racing, sentados juntos, y a un costado, junto a la pared, Matías Lammens y Tinelli, pendiente de su celular.

 

 PABLO AHARONIAN Luis Segura en el predio de la AFA en Ezeiza, minutos antes del inicio de la asamblea extraordinaria. (DYN)

PABLO AHARONIAN Luis Segura en el predio de la AFA en Ezeiza, minutos antes del inicio de la asamblea extraordinaria. (DYN)

Además, gran cantidad de periodistas y cámaras de televisión que para ingresar al salón de futsal tenían que firmar un viejo libro de actas y se destacó la presencia de Alberto Samid, famoso empresario frigorífico, con una campera roja. También ocuparon sus lugares los abogados de los dos candidatos: Ricardo Gil Lavedra, representante de Tinelli, y Cúneo Libarona, por Segura.

La votación tardó en arrancar y la demora estuvo también relacionada a dos impugnaciones porque los clubes están intervenidos. Primero, Central Ballester perdió su lugar en la Primera D y fue reemplazado por Muñiz. El otro caso fue el del representante de la Liga de Güemes, que no votó y en su lugar estuvo el enviado de la Liga de Cafayate. Luego, y antes de comenzar los comicios, Angelici y Brito firmaron el acta. A las 20.05, los dirigentes de Aldosivi y Argentinos -se los llamó por orden alfabético- arrancaron los comicios. Poco más de diez minutos después, arrancaron los de la B Nacional. Y rápidamente, los siguieron los de la B Metro.

 

 Tinelli espera la votación entre Angelici (Boca) y Marón (Lanús). (Maxi Failla)

Tinelli espera la votación entre Angelici (Boca) y Marón (Lanús). (Maxi Failla)

Uno por uno se fueron sucediendo los 75 asambleístas. Pasaban de a dos rumbo a las cabinas que estaban en los extremos del escenario. Primero tomaban un sobre del copón, en el biombo introducían el voto y luego lo depositaban en la histórica urna de madera. El pico de tensión en el desfile de dirigentes rumbo a la urna fue cuando Andrés Meiszner (vicepresidente de Quilmes) emitió su voto. El hijo de José Luis, con pedido de captura internacional, puso su sobre con una sonrisa.

A las 20.32 con el voto de Héctor Davies, de la Liga de Trelew, se terminó la votación con un aplauso cerrado. Después, comenzó el conteo de los sobres y posteriormente el de los votos. Abrieron todos los sobres, uno por uno. Y empezaron a apilar los votos. Contaron dos, tres y cuatro veces… hasta que Alfredo Dagna, presidente de Olimpo, se tomó la cabeza y se mordió los labios: algo no andaba bien. Un voto quedó pegado a otro (¿culpa de la humedad?) y el resultado final fue un insólito 38 a 38. Error o estrategia para ganar tiempo. Cuando le comentaron a Tinelli hizo un gesto de incredulidad; Segura, sentado en el centro del escenario, ni se inmutó.

18 Mayo 2016

La guerra por el poder en el fútbol argentino, una gran batalla política

Carlos Elordi Cue

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El sindicalista más fuerte, el showman más conocido y el Gobierno se disputan la AFA

Nada explica mejor Argentina que el fútbol. Pero no lo que pasa en los campos, cada vez menos interesantes en un país que exporta a sus estrellas desde niños. La clave está en lo que pasa fuera. El fútbol se ha convertido en la quintaesencia de la política argentina. Tanto que el presidente, Mauricio Macri, viene de allí. Y probablemente nunca habría podido llegar a la Casa Rosada, sede del Gobierno, si antes no hubiera sido 12 años un exitoso presidente de Boca Juniors, el club más popular. Eso le hizo famoso y cercano. Boca es el club más seguido entre los pobres, y eso acercó al rico Macri a millones de futuros votantes.

Ahora Argentina vive una guerra abierta por el control del organismo que dirige el fútbol, la Asociación de Futbol Argentino (AFA), que tiene todos los componentes de batalla política para dominar una plataforma de poder muy jugosa. Basta ver quiénes son los protagonistas para entender que no se trata de fútbol, sino de alta política. Hugo Moyano, el sindicalista más poderoso y conocido de Argentina, que hace solo tres semanas organizó una manifestación contra Macri que ha supuesto un gran problema de imagen internacional para el Gobierno, aspira a presidir la AFA, o a poner allí a su yerno, Claudio Chiqui Tapia. En Argentina casi todos los políticos y sindicalistas relevantes tienen influencia sobre un club de fútbol. Es su forma de tener “ejército”, fieles incondicionales, fama y control sobre barras bravas (ultras), que tienen una participación en política tan decisiva que es normal verles en campaña electoral repartiendo casa por casa la publicidad del candidato que los contrata. El sindicalista Moyano, líder de los camioneros, preside Independiente, uno de los grandes. Su yerno lidera Barracas Central, más pequeño.

El otro gran protagonista es Marcelo Tinelli, vicepresidente de San Lorenzo, el club del que es fanático el Papa Francisco. El multimillonario Tinelli es el gran showman argentino, el mago de la televisión, que también tiene aspiraciones políticas e influencia notable. Tanto que su apuesta por Daniel Scioli, el candidato peronista, a quien promovió en sus programas, le enfrentó duramente a Macri. Los que le conocen aseguran que Tinelli sueña con seguir los pasos de Macri y saltar del fútbol a la política. La guerra que Tinelli declaró en twitter al presidente estaba siendo tan virulenta que se organizó una reunión en la residencia presidencial para pactar una tregua.

El presidente y su Gobierno, que controla a los líderes de clubes grandes como Boca, es el tercer y definitivo actor en esta batalla. Fuentes del Gobierno argentino admiten que está encima de la mesa la posibilidad de intervenir la AFA ante una notable quiebra económica y desgobierno. Sería un enorme escándalo. La FIFA siempre ha impedido que los gobiernos intervengan las federaciones de fútbol, pero esta vez Macri parece dispuesto a todo. Los presidentes de los clubs más grandes amenazan con dimitir y formar una liga aparte, inspirada en el modelo español, mientras las cuentas no cuadran de ninguna manera. La intervención parece la única salida.

“España tiene el palco del Real Madrid, donde se mueve el poder, nosotros tenemos la AFA. Presidirla da una posición de privilegio enorme, incluso te convierte en un dirigente de perfil internacional. Este país vive el fútbol de manera muy especial. Macri no sería lo que es sin el fútbol. Tinelli y Moyano tienen ya todo y quieren la AFA porque da poder”, explica Sebastián Fest, editor de Deportes de La Nación, que vivió 18 años en España. Mientras, los pequeños y los grandes tratan de ponerse de acuerdo y Luis Segura, el actual presidente, intenta evitar la rupura definitiva. Contactado por EL PAÍS, Segura, que el día anterior negó la crisis -«no hay ninguna renuncia»-insiste en que prefiere el silencio para buscar un acuerdo, en medio de una gran tensión. «No creo en el consenso, es hora de dividir», dijo Daniel Angelici, presidente de Boca y amigo íntimo de Macri, dando alas a la ruptura. Otros dirigentes admiten que la situación es muy grave, sobre todo económicamente.

El fútbol es tan importante en la política argentina que Cristina Fernández de Kirchner prácticamente lo nacionalizó en 2009 en medio de una enorme batalla de poder con el Grupo Clarín, que tenía los derechos. Desde entonces, es el Gobierno quien subvenciona el fútbol, que le cuesta a los argentinos unos 2.000 millones de pesos al año (138 millones de dólares). “Futbol para todos”, lo llamó el kirchnerismo. Los clubes nunca tuvieron tanto dinero llovido del Estado, y sin embargo la mayoría están quebrados, y hasta el Ejecutivo habla abiertamente de corrupción. En el último intento de elección interna, en diciembre de 2015, había 75 personas votando pero cuando llegó el recuento había un empate a 38, o sea 76 papeletas. Hubo muchas bromas, pero pocos cambios.

El ex número dos del Gobierno de Kirchner, Aníbal Fernández, está imputado por la gestión de esos millones de Fútbol para Todos y acaba de lanzar una teoría muy particular. “Una vez que nosotros entregamos ese dinero, ya no es público. Es como si usted le vende un auto a alguien, no le pregunta qué va a hacer con él. Nosotros le dimos el dinero a la AFA, ellos son los responsables de administrarlo”. Nadie se hace cargo del desastre.

Para ganar las elecciones, Macri tuvo que comprometerse a mantener el fútbol gratuito hasta 2019, en contra de sus ideas liberales. No le ha cambiado ni el nombre. Eso sí, mientras los Kirchner ponían anuncios de inauguraciones oficiales de la presidenta en los intermedios, que veían millones de argentinos, el Gobierno de Macri coloca publicidad privada normal. La batalla política y mediática tiene un nuevo protagonista inesperado: Ted Turner, el millonario creador de la CNN, un conocido de Argentina, ya que tiene una mansión en la Patagonia. Ahora quiere hacerse con el negocio del fútbol argentino y comprar un canal de televisión en este país. Todos los medios publican que Barack Obama y Mauricio Macri hablaron del asunto en el reciente viaje del presidente de EEUU y nadie del Gobierno lo desmiente. Macri estaría así tratando de repartir el enorme poder que da el fútbol. Ni Moyano, ni Tinelli, ni el Grupo Clarín tendrían todo el control. La batalla acaba de comenzar, las elecciones de la AFA son el 30 de junio. Todo indica que será muy dura. Fútbol, política y poder van más unidos en Argentina que en ningún otro país del mundo.