María Teresa Campos ficha a la hija de Rocío Jurado, Rocío Carrasco, para que haga en ‘Día a Día’ una sección de humor denominada ‘El Tendedero’

Ya está doña Teresa Campos, de nuevo, al pie del cañón de su Día a día (Tele 5). La gran novedad es Rociíto Carrasco. Está fija en el programa, es decir, a pan y cuchillo; y ejecuta un sketch seriado (El tendedero), a dúo con doña Tere. Encarnan a dos que, mientras tienden trapitos, enhebran un palique. Es decir, diálogos en un patio de vecinas. Pretenden un humilde choque entre dos generaciones. Lo consiguen: dentro del clima maruja, doña Tere resulta más asalvajada y progre que Rociíto. O sea que nuestra admiración por la señora Campos crece, imparable, hacia el infinito. Conviene señalar también el espacio que comanda Cuca García de Vinuesa y que se llama Comportamiento. Es muy bueno. Tema de ayer: ¿Qué hacer cuando el marido se interesa más por el fútbol que por nosotras? ¡Ah!, sólo el enunciado ya es una perla. Sacaron a un matrimonio en el que, tras 25 años de casados, ella sufre. Llega él a casa y, como un energúmeno, le arrebata el mando a distancia y pone, impepinablemente, el fútbol. Ella se siente pisoteada en sus derechos. Tiene razón. Estas cosas deberían contemplarse en el momento de la celebración del matrimonio. Aquel pasaje tan bonito de en la salud y en la enfermedad convendría ampliarlo con un estrambote que dijese y en el uso de la tele. Una advertencia así, dicha en lugar sagrado por un mosén, o por un juez, tendría una fuerza indiscutible. Ayer, el marido, en un momento dado, viéndose rodeado, exclamó: “Yo, a mí mujer la quiero. Nunca me separaría”. Saltó entonces doña Tere y le arreó: “No, si la que se va a separar es ella, oiga”. Está en todo. Es letal. Definitiva. Me descubro.