21 junio 2015

Defenestrados Esteban González Pons y Carlos Floriano

Mariano Rajoy retoca a la dirección del PP ascendiendo a vicesecretarios a Pablo Casado, Andrea Levy, Maroto y Maillo

Hechos

  • El 19.06.2016 el Comité Ejecutivo del PP hizo pública la creación de cinco Vicesecretarías Generales del PP (hasta ahora había tres), que ocuparían D. Pablo Casado, Dña. Andrea Levy, D. Javier Maroto, Sr. Martínez Maillo y D. Javier Arenas.

Lecturas

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La noche de las elecciones del 24 de mayo de 2015 el Partido Popular no hizo ningún tipo de una autocrítica ante la derrota electoral. El 26 de mayo de 2015 se producen las primeras reacciones cuando casi a la vez varios dirigentes regionales anuncian su retirada política en nombre de una necesaria renovación del partido: como D. Juan Vicente Herrera Campo (de Castilla y León que anuncia que no repetirá), D. José Ramón Bauza Díaz (que anuncia su retirada al frente del PP de Baleares) o Dña. Luisa Fernanda Rudi Úbeda. El más duro es el Sr. Herrera Campo que acusa al ministro D. José Manuel Soria López de haber perjudicado la imagen del partido.

El 19 de junio de 2015 se celebra una reunión del comité ejecutivo del PP, para reaccionar ante los llamamientos de renovación. El presidente del partido y presidente del Gobierno D. Mariano Rajoy Brey deja claro que no tiene intención de dimitir ni de relevar a su secretaria general Dña. Dolores Cospedal García. También mantiene a D. Javier Arenas Bocanegra como Vicesecretario autonómico, pero sí acepta destituir a los otros dos vicesecretarios y nombrar dos nuevas vicesecretarías en lo que supone, por tanto, cuatro nuevos vicesecretarios.

Destitución de D. Carlos Floriano Corrales como Vicesecretario de organización, que es reemplazado por D. Fernando Martínez-Maillo Toribio.

Destitución de D. Esteban González Pons como secretario de Estudios y Programas, que será reemplazado por Dña. Andrea Levy Soler.

Nombramiento de D. Pablo Casado Blanco como nuevo Vicesecretario de Comunicación, lo que en la práctica le convierte en el nuevo portavoz del partido de cara a los medios de comunicación.

Nombramiento de D. Javier Maroto Aranzábal como Vicesecretario sectorial. El Sr. Maroto Aranzábal, que acaba de perder la alcaldía de Vitoria, es una imagen de modernidad para el PP por su condición de activista LGTB, a su boda homosexual acudieron gran parte de dirigentes del PP escenificando el cambio de actitud de la formación en este tema.

De esta manera el presidente del Gobierno intenta dar una imagen de renovación con las nuevas generaciones en la cúpula del PP.

19 Junio 2015

Rajoy toma las riendas del PP y abre la campaña electoral

EL MUNDO (Director: David Jiménez)

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GOBERNAR es rectificar, afirmaba Confucio. La intervención de ayer de Mariano Rajoy ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP es una rectificación del discurso que ha venido manteniendo a lo largo de toda la legislatura y en el que todavía insistía al día siguiente de las pasadas elecciones del 24 de mayo cuando ponía el énfasis en que su formación había sido la más votada en todo el territorio nacional.

Ayer el líder del PP reconoció, por primera vez y sin circunloquios, que una de las dos principales causas de la pérdida de votos ha sido la corrupción. «Hemos pagado un precio altísimo», dijo. Señaló que el PP cayó en diez puntos en intención de voto en el mes de octubre de 2014, un desplome récord que coincidió con el estallido de escándalos que afectaron al partido.

El segundo de los motivos del desgaste electoral que Rajoy invocó fue el duro ajuste económico llevado a cabo en estos tres años, que ha mermado la confianza y el nivel de vida de la gran mayoría de los españoles. El presidente subrayó que si bien es cierto que la recuperación se está consolidando, los resultados «no son suficientes para dar esperanza».

Nunca Rajoy había realizado tal ejercicio de autocrítica, a lo que se suma el importante anuncio de que va a asumir a partir de ahora un peso mucho mayor en la dirección del partido. También esto es una gran rectificación respecto a su estrategia de comienzo de la legislatura cuando decidió dejar el PP en manos de Dolores de Cospedal para centrar sus energías en evitar el rescate y luchar contra la crisis.

Rajoy va a presidir las reuniones de la dirección del partido y se va a implicar mucho más en las cuestiones organizativas, lo que supone claramente una pérdida de peso político de la actual secretaria general. En ese sentido, resulta muy significativa su elección de que el director de la campaña para las generales sea Jorge Moragas, su mano derecha en La Moncloa.

También hay que destacar la designación de cuatro nuevos vicesecretarios que entran en la dirección del partido: Fernando Martínez Maíllo, Javier Maroto, Andrea Levy y Pablo Casado, que estará al frente de la comunicación. Los cuatro son personas jóvenes, no contaminadas por el aparato y que encarnan la renovación generacional. Por el contrario, se van Carlos Floriano y Esteban González Pons, mientras que permanece el incombustible Javier Arenas, que siempre ha sido un hombre de absoluta confianza del presidente.

En cierta forma podría decirse que Mariano Rajoy declaró ayer acabada la legislatura y marcó lo que será su hoja de ruta en los próximos cinco meses que restan hasta las elecciones, que serán casi con toda seguridad en noviembre.

En este contexto, Rajoy pidió unidad y se mostró en contra de la celebración de congresos territoriales, en contra de las propuestas de Esperanza Aguirre y otros barones del partido. Y se comprometió a «salir a la calle» para explicar «con humildad» los logros del Gobierno. Anticipó también la celebración de una conferencia política en julio, de la que saldrán las bases del programa.

Entrando a analizar los próximos desafíos, Rajoy resaltó la importancia de las elecciones autonómicas en Cataluña, previstas para el 27 de septiembre, y acusó a Artur Mas de «irresponsabilidad» y «contumacia en el error» por pretender convertir esos comicios en un plebiscito sobre la independencia. Rajoy advirtió al presidente de la Generalitat que si vulnera la soberanía nacional, tendrá que soportar el peso de la ley.

También anunció que su Gobierno va a presentar al Parlamento en septiembre el anteproyecto de Presupuestos de 2016 en el que habrá una bajada en los tipos del IRPF y del Impuesto de Sociedades, un guiño a su electorado.

Pero tal vez lo más relevante del discurso de Rajoy fue la parte final, en la que arremetió contra el PSOE y Podemos, subrayando la amenaza que supondría un triunfo electoral de la izquierda y presentando al PP como la única fuerza nacional capaz de asegurar la estabilidad, el crecimiento y la convivencia.

El presidente fue durísimo contra Pedro Sánchez, el secretario general del PSOE, al que acusó de recurrir a una alianza con los partidos anti-sistema para evitar que el PP gobierne. Sin ahorrarse adjetivos, Rajoy acusó a Sánchez de «sectario» y «frívolo» y aseguró que «se le ha caído el barniz de la moderación» al pactar con partidos inscritos «en la marginalidad y el extremismo».

Según Rajoy, «el PSOE ha abandonado la centralidad» y se ha puesto en manos de una izquierda radical que ha accedido al gobierno de los ayuntamientos de grandes ciudades y cuya gestión va a ser desastrosa para los ciudadanos. Al PP no le va a temblar el pulso en hacer una firme oposición en estos municipios, afirmó.

Cabe deducir de sus palabras que Rajoy va a centrar su discurso en los meses que restan hasta la cita electoral en enfatizar el desgobierno que podría suponer una mayoría del PSOE y Podemos, que él identificó como una vuelta a la España del odio y la confrontación. Una estrategia electoral que no le salió bien a Esperanza Aguirre, aunque, como el dirigente del PP matizó, las motivaciones en unas generales son muy distintas que en unas municipales. En ese sentido, puso como ejemplo el retroceso en las urnas en 1999 que precedió a la mayoría absoluta alcanzada por Aznar en las generales del año 2000.

En cierta forma, Rajoy logró ayer reinventarse a sí mismo, ofreciendo argumentos para acallar las voces que dentro y fuera del partido le reprochan falta de liderazgo y pasividad. Su mensaje de que no va a escatimar ningún esfuerzo para ganar las elecciones era lo que muchos militantes querían escuchar para ponerse en marcha. Su intervención augura una escalada de la tensión con el PSOE y Podemos y el inicio de una larga campaña en la que vamos a asistir a una durísima confrontación.

El Análisis

ARENAS EL INMORTAL

JF Lamata

Mariano Rajoy se vio forzado a anunciar ‘cambios’ en la dirección del Partido Popular tras las elecciones municipales. Más de uno miraría de reojo a la secretaria general Dña. Dolores de Cospedal (perdedora electoral por no haber retenido la mayoría absoluta). Pero no, el Sr. Rajoy mantuvo a la Sra. Cospedal.

Optó por apartar a dos ‘quemados’ como el Sr. González Pons y el Sr. Floriano y fichar a tres jóvenes: D. Javier Maroto (con la baza de ser vasco con el acicate que supone enfrentarse a ETA y la toque progre de su militancia en el activismo homosexual para hacer guiños progres), Dña. Andrea Levy (joven y catalana, aunque hasta hacía poco se enfureciera de que la dijeran que era en el PP cuando ejercía de tertuliana en radios catalanas) y el Sr. Martínez Maillo.

Sin embargo, en ese cambio hubo una secretaría de área que no se movió ni fue citada, la de D. Javier Arenas. El dirigente democristiano andaluz, que lleva en la dirección desde que el PP tiene ese nombre en 1989 y no ha habido quien le baje de ahí, a pesar de que tiene en su historial haber trabajado codo con codo con D. Álvaro Lapuerta y D. Luis Bárcenas sin – de acuerdo a la versión oficial – enterarse de nada de lo que pasaba y fue él quien negoció personalmente el más que sospechoso finiquito con el ex tesorero. Pero por lo visto, el Sr. Rajoy lo mantiene. Él sabrá por qué.

J. F. Lamata