6 septiembre 2007
El presentador del Tomate asegura sobre 'MP' que 'le perdona porque su columna no pasaría la prueba de alcoholemia"
El programa ‘Aquí hay Tomate’ de TELECINCO acusa al torero Manolete de haber torturado y asesinado a presos políticos durante la dictadura, causando una dura réplica de Martín Prieto

Hechos
El 6.09.2007 el Sr. Martín Prieto dedicó su columna al programa ‘Aquí hay Tomate’ de TELECINCO.
Lecturas
José Luis Martín Prieto publica el 6 de septiembre de 2007 en El Mundo un artículo contra Jorge Javier Vázquez Morales, presentador del programa ‘Aquí hay Tomate’ que La Fábrica de la Tele produce para Telecinco. El 8 de diciembre de 2007 Jorge Javier Vázquez Morales respondería desde ‘La Noria’ (también de La Fábrica de la Tele) de Telecinco aludiendo a los problemas con el alcohol de Martín Prieto. En ABC también Dña. Rosa Belmonte trató el tema.


08 Junio 2006
Dos por uno, cortesía de la casa
Me encanta Aquí hay tomate. Ni fumo ni bebo pero me llamo Rosa y veo (y disfruto) el Tomate. Hoooola Rosa. Si estoy en casa, noto su falta los sábados y domingos (y cuando en el verano no están Jorge Javier y Carmen, porque no es lo mismo). ¿Que Encarna Sánchez les parece una cosa del pasado que no hay que remover? Pues ahora la han tomado con Manolete (si no sabes torear pa qué te metes). Es mejor que a nadie se le ocurra hacer películas que rescaten muertos célebres, que si no dan ideas. Aunque no creo que la peli de Brody haya suministrado la especie de que Manolete, amigo del Régimen (de Franco, claro), iba a las plazas de toros donde había prisioneros de guerra y, borracho, los toreaba y estoqueaba (yo no sé si esto se conjuga así). Haaaaala. Como dice Jorge Javier: ‘Ya mañana, si eso, hablaremos de Valle Inclán y seguiremos rescatando personajes’. Yo propongo una sección histórica. Isabel la Católica, El Cid (no el torero, el otro). También podría haber una sección internacional (a la par que histórica), donde podían salir todas las amantes de reyes tipo Diana de Poitiers o la marquesa de Pompadour. Gente mucho más interesante, dónde va a parar, que la mayoría de los actuales. Aunque de vez en cuando surge alguien. Como esa tía de Luis Miguel que dice que su madre (la del cantante) murió ahogada en una piscina mientras practicaba sexo oral con el padre de Luis Miguel y una persona muy importante de México. Pasen y vean. No hay programa que ofrezca un menú semejante. El año pasado los de la Academia de la Televisión me pasaron un cuestionario en el que, entre otras cosas, me preguntaban por la que yo creía era la mejor producción de ficción en España. No tengo duda: el Tomate.


06 Septiembre 2007
LOS TOMATES FRITOS
Manolete fue el indiscutido torero de la posguerra civil, devenido en mito por su muerte en la plaza de Linares a los pitones de Islero. Sólo temía a su madre, y estaba en amores clandestinos con la actriz Lupe Sino que quedó en viuda blanca. Era un junco con una gran nariz y una expresión manifiestamente triste; sombrío y parco de palabras no hizo nunca manifestaciones políticas y se dejó llevar por lo establecido. Si Franco le mandaba subir al palco de Las Ventas lo hacía y le daba el cabezazo.
Su único gesto político lo dio en la plaza de toros de México DF. Ondeaba en el coso la bandera republicana y se negó a hacer el paseíllo si no izaba la rojigualda. Querían matarle y la bronca se escuchó en toda la ciudad. Finalmente se atendió al diestro y al hacer éste una faena antológica y de mucho peligro las masas rugieron de admiración, olvidado el incidente primigenio. Don Indalecio Prieto, que estaba en la plaza, comentó: «Este es el primer español que no hace el ridículo en México desde Hernán Cortés».
Jorge Javier Vázquez, uno de los ovíparos que presentan ‘Aquí hay Tomate’ en las tardes de TELECINCO, se despachó muy suelto de cuerpo ilustrándonos como «Manolete» lidiaba presos políticos en el albero ultimándolos con el estoque. Y no se le cayó la dentadura al decirlo ni quedan parientes o amigos del maestro para replicar tamaña iniquidad.
Pese a su éxito de mínimo común denominador algo está pasando en TELECINCO para que siga expendiendo tomates podridos sin que se asquee la audiencia. A Paolo Vasile se le está calentando la parrilla, y lo suyo es un monográfico del corazón que se retroalimenta a sí mismo y que acabara fatigando al público, sobre todo si empiezan a desbarrar en la Historia con abyección, vileza y cobardía. Algún día Vasile, que es inteligente, debería utilizar sus talentos para hacer el bien.
No ceja el ovíparo con la torería y ha dado en descubrir una presunta relación homosexual entre Jesulín de Ubrique y su primer apoderado, que habría sido chantajeado por el padre del torero (?) si se aludiera a la condición sexual del palmípedo apelaría al honor, a la no discriminación, a la propia imagen, y saturaría los juzgados con querellas. Pero la libertad de expresión es precisamente lo contrario de lo que practica cada día este rastacueros con ínfulas de Elsa Maxwell.
Estos tomates podridos se emiten para mayor irritación en multidivisiones, y llenan su tiempo emitiendo los temas (noticias no son) hasta cuatro y cinco veces, lo que junto a la publicidad y la autopublicidad, se alargan como un asqueroso chicle mascado por otro. Lo más grave es que los tomates tienen audiencia. Ahora nos dirán que Islero era republicano, y se vengó. Y asentiremos como borregos ante la podredumbre del tomate.
Martín Prieto
EL ARTÍCULO DEL MARTÍN PRIETO CONTRA EL TOMATE
«Estos tomates podridos se emiten para mayor irritación en multidivisiones, y llenan su tiempo emitiendo los temas (noticias no son) hasta cuatro y cinco veces, lo que junto a la publicidad y la autopublicidad, se alargan como un asqueroso chicle mascado por otro. Lo más grave es que los tomates tienen audiencia».
La alusión del Sr. Vázquez a que el Sr. Martín Prieto ‘no pasaría la prueba de la alcoholemia’ era una clara referencia al incidente de 1996, cuando una borrachera del periodista fue confundida con un intento de secuestro. Atacar al Sr. Martín Prieto por aquel incidente comenzaba a ser algo habitual, pocos meses antes lo había hecho el locutor de la SER, D. Carlos Llamas, al día siguiente de la muerte del Sr. Polanco.