19 julio 1909

Temporalmente a los carlistas se los denominará jaimistas

Muere el pretendiente carlista al trono de España, Carlos de Borbón Austria del Este, le sucede Jaime de Borbón y Borbón Parma

Hechos

  • El 19 de julio de 1909 la prensa informa de la muerte de D. Carlos de Borbón Austria de Este.

Lecturas

El 19 de julio de 1909 la prensa informa de la muerte de D. Carlos de Borbón Austria de Este, pretendiente a la corona por la rama carlista.

El nuevo pretendiente al trono por los carlistas es su descendiente D. Jaime de Borbón y Borbón Parma, al ser por primera vez pretendiente de este movimiento alguien cuyo nombre de pila no es ‘carlos’, los carlistas se denominaran durante ese periodo ‘jaimistas’.

El siguiente pretendiente será Jaime Pío de Borbón y Borbón-Parma hasta su muerte en 1931. 

El Análisis

Carlos VII ha exhalado su último ‘¡Dios, patria y rey!

JF Lamata

Ha muerto don Carlos de Borbón Austria-Este, conocido en los círculos carlistas como Carlos VII, pretendiente al trono de España y eterno monarca sin corona. Su vida, mezcla de romanticismo arcaico y de obstinación guerrera, encarnó como pocos esa España alternativa que jamás llegó a ser: la de boina roja, misa de alba, fueros y bayoneta. Falleció en el exilio —cómo no— en Varese, tan lejos del trono como cuando lo proclamaron rey en Estella en 1872. Pero ni el tiempo ni la derrota lograron apagar su aureola entre los fieles.

Don Carlos, que durante la Tercera Guerra Carlista llegó a organizar un gobierno paralelo con ministros, pesetas propias y hasta cuerpo diplomático (bendito entusiasmo), supo mantener viva la llama del tradicionalismo mientras el mundo avanzaba a ritmo de constituciones y tranvías eléctricos. Cierto es que tras la Restauración borbónica —esa que dejó a Alfonso XII en Madrid y a don Carlos en la frontera francesa— el movimiento perdió impulso armado, pero no convicción. Desde entonces, el carlismo ha sido más procesión que pólvora, más rezo que recluta.

Ahora la causa pasa a su hijo, don Jaime de Borbón, quien hereda una nostalgia más que un programa. El carlismo sigue teniendo parroquia, sobre todo en Navarra, el Maestrazgo y algunas sacristías, pero el siglo XX es poco terreno para cruzadas medievales. Sin embargo, no conviene enterrar tan rápido al muerto político: en España todo lo que parece extinto suele reaparecer a caballo. Y más si lleva estandarte rojo, oro y con cruz.

J. F. Lamata