5 mayo 2013

Muere Mecerdes de la Merced, concejal del PP y Consejera de Caja Madrid criticada por sus elevadas retribuciones

Hechos

El 5 de mayo de 2005 falleció Dña. Mercedes de la Merced.

05 Mayo 2013

De la Merced, una innovadora al servicio del municipalismo

Ana Botella

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Nuestra familia popular pierde uno de sus miembros más representativos. Una de esas mujeres que, siendo muy joven, se incorporó con toda su ilusión, y mucho esfuerzo y trabajo, al proyecto ganador del Partido Popular.

En lo personal y en lo político, la Mercedes de 26 años que conocimos en Valladolid no cambió nunca: luchadora, innovadora; un espíritu libre, con pensamiento autónomo, defensora de sus principios y de los del partido, pero al mismo tiempo respetuosa con las opiniones divergentes. Sincera, amiga de sus amigos, nunca dejaba de decirte lo que pensaba de verdad. No regalaba halagos, sabía escuchar y, sobre todo, sabía resolver con eficacia.

Ella decía, y así lo recordábamos ayer, que los valores personales son los que dignifican y dan valor a la actividad política. Los suyos, desde luego, impregnaron todas las tareas que desempeñó. En el partido, donde era una persona muy querida, su nombre era uno de los primeros que venían a la mente cuando alguien hablaba o escribía de “las mujeres del PP”.

Pero su labor política fue especialmente intensa y significada en el Ayuntamiento de Madrid. Porque, desde el principio, Mercedes creyó y defendió el municipalismo, por ser los Ayuntamientos, como recordaba a menudo, la Administración más cercana a los ciudadanos, y que mayor sensibilidad tiene que mostrar ante sus necesidades y requerimientos.

Fue concejal de Chamberí, su barrio. Fue primera teniente de alcalde. Negoció en sus primeros pasos la Ley de Capitalidad. Innovadora, como era, cuando presidió la Comisión Nacional de Economía y Hacienda de la Federación Española de Municipios fue pionera en la modernización de la Administración. Y peleó por acercar y mejorar los servicios a los madrileños. Como secretaria general de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas, su última labor política, ha llevado a cabo una gran tarea para ayudar a los municipios iberoamericanos y estrechar lazos con América Latina.

Mercedes fue una gran promotora de las políticas de igualdad de la mujer en el empleo, de la lucha contra la violencia de género o de las iniciativas a favor de la integración de los inmigrantes. En la memoria de los españoles está la vehemencia con la que defendía ese papel de la mujer, las ideas e iniciativas de nuestro partido en La noche de Hermida, ese debate en 1993 entre cinco políticas del PP y cinco del PSOE donde su voz, junto con la de Loyola de Palacio, Celia Villalobos, Luisa Fernanda Rudi y María Jesús Sainz, desmontó tantos mitos en torno al proyecto del Partido Popular.

En un momento como el que vivimos, es una gran pérdida que se haya ido alguien como Mercedes. Su sinceridad castellana, su autonomía de pensamiento, su claridad, su empatía, su experiencia y su consejo nos hacían mucha falta. Descanse en paz.

06 Mayo 2013

Política con corazón ciudadano

Pedro Blasco

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Mercedes de la Merced tuvo muchos cargos, y podía haber llegado más alto, pero las cosas que tiene la política la frenaron con la llegada de Alberto Ruiz-Gallardón y prefirió quedarse en el banquillo sin hacer ruido.

Quizá la nueva ola que llegó al Ayuntamiento pensó que ella era de Álvarez del Manzano, o de Aznar, o de alguna corriente pepera. Se equivocaban. Mercedes de la Merced era del PP y creía en ese partido como un grupo reformista capaz de defender las libertades y crear prosperidad en España.

A los 15 años comenzó su carrera política en la las Juventudes de Unión de Centro Democrático de Soria, ciudad que nunca olvidó, y que guardará su cuerpo hoy lunes para siempre. De Soria fue a Zaragoza, y allí estudió Filosofía y Letras en una ciudad que la acogió, como hace con todos los sorianos, igual que a una de los suyos. Siempre recordaba esos años en Zaragoza como inolvidables.

Candidata al Congreso por Soria no logró escaño en 1979, pero continuó su carrera política y después de pedir su excedencia como funcionaria del Cuerpo Superior de la Administración se fue a trabajar a Castilla y León.

Y allí, ya en el PP, creó grupo con José María Aznar y ocupó diversos puestos en la Administración autonómica. Cuando Aznar desembarcó en Madrid para presentarse candidato a la Presidencia del Gobierno, Mercedes se instaló en la capital de España, donde fue nombrada secretaria general de Política Municipal y Autonómica del PP. Posteriormente fue miembro del comité ejecutivo y coordinadora de Formación y Programas.

Aznar y el clan de Valladolid, con Mercedes, se hicieron con el partido, donde trabajó durante muchos años. Fue eurodiputada de 1994 a 1999 y aterrizó en el Ayuntamiento de Madrid para apoyar a José María Álvarez del Manzano, que le nombró en 1999, durante su segunda legislatura, primera teniente de alcalde.

De sus tiempos de concejala de distrito se recuerda su lucha contra los ruidos y la exigencia para que se cumplieran las ordenanzas, lo que le granjeó poco afecto de algunos dueños de locales; todo lo contrario ocurrió entre los vecinos.

En una ocasión, en tiempos más difíciles, se peleó con la Administración municipal para lograr que un gay, a la muerte de su pareja, tuviera derecho a continuar con la explotación de un quiosco como si se tratara de una pareja de hombre y mujer, a las que sí se daba acceso a continuar con el negocio.

Su nombre estuvo en las quinielas para ser ministra de Medio Ambiente e incluso candidata a la Alcaldía para sustituir a Álvarez del Manzano. Pero no la eligieron, a pesar de su capacidad y buenas artes políticas.

Se quedó en la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), organización que patrocina el Ayuntamiento de Madrid y muchos en España desprecian, aunque ha formado a miles de altos funcionarios en Latinoamérica. Estaba enamorada de ese trabajo, pero también lo estuvo del anterior, de teniente de alcalde, y de concejala de Personal, de Cultura, del distrito de Chamberí, de jefe de departamento o de simple funcionaria.

En su fase como primera teniente de alcalde impulsó la lucha contra la violencia de género y la integración de los emigrantes en unos años en que llegaban a cientos a la capital de España.

Los que trabajaron con ella dicen que era una persona resolutiva, que no aparcaba los problemas y que defendía lo público como nadie, incluidos los funcionarios.

¿Y siendo una persona con capacidad, muy querida, con buenas relaciones, avanzada, e incluso progre para el PP, por qué no llegó a más? Nadie lo sabe. Ella se arrepintió muchas veces de una entrevista en la que dijo que Franco era un dictador y añadía, como descripción –nunca a favor– que en los años del régimen se creó una clase media muy potente. Es decir, lo que pensaba y piensa la mayoría del PP e incluso millones de personas cultas. Hace unas semanas se la vio declarar en el caso Bankia, donde reconoció que había perdido, como miles de personas, sus ahorros.

Era una mujer de carácter que sabía reconocer el esfuerzo y el trabajo de todos los que colaboraban con ella. Ayer, una de estas personas la recordaba así: «Nunca te dejaba tirado».

Mercedes de la Merced, política, nació el 31 de marzo de 1960 en Soria y murió el 5 de mayo de 2013 en Madrid.