12 junio 1998

Muere Walter Rocco Torrebruno, cantante, cómico y presentador de televisión con gran éxito entre el público infantil

Hechos

Falleció el 12 de junio de 1998.

Lecturas

Torrebruno era para el telespectador español un muchacho -siempre un muchacho- bajito y jovial que conectaba, por bajito y jovial, con los niños. Incluso sospechaba que ese nombre, Torrebruno, era puramente artístico y casi chusco por la evidente paradoja entre esa torre y la menguada estatura física del artista.

Pero Torrebruno se llamaba efectivamente así, Walter Rocco Torrebruno Orgini. Un nombre… ¿aristocrático? En efecto. No hace mucho tiempo, el cantante recibió la certificación oficial de que podía usar el título de príncipe, heredero de un primer Príncipe Torrebruno, condecorado con la Orden de Malta.

Es cierto que Torrebruno pasará a la historia de la televisión y las variedades como un «amigo de los niños». Pero ésa no había sido su intención original. Nacido en Roma el 28 de agosto de 1936 en el seno de una familia de clase media acomodada, siempre quiso ser un cantante «como todos» y en escenarios «adultos».

Lo fue, en gran medida, después de dejar su empleo en una entidad bancaria de Roma. Una actuación improvisada pero consciente en un crucero vacacional lo llevó a una sala de fiestas de Casablanca. Y de allí, al Moulin Rouge parisino.

Intepretaba bastante bien esas canciones melódicas italianas, muchas de ellas compuestas por él. Era una buena época para la música popular de ese país y Torrebruno adquirió rápidamente no poca fama, especialmente a partir de 1957, año en el que presentó en la RAI un programa musical. Corría también la edad de oro de los festivales, y en ellos halló el pequeño cantante un terreno abonado.

Un festival, el de la Canción Italiana en Barcelona, lo trajo a España en 1959. Refrendó su éxito en la edición madrileña del mismo certamen. Y luego en el del Mediterráneo. Después de actuar en Latinoamérica y Europa, especialmente en Argentina y Alemania, regresó a España en 1962. Aquí era bastante famoso y fue llamado por TVE para presentar el programa Gran Parada. Más tarde condujo Buenas Tardes con Música y el concurso Concertino.

En todos ellos, y a medida que su carrera como cantante puro declinaba, apartado de los focos por otros estilos musicales y otros físicos artísticos, fue incrementando, entre bromas y chistes cada vez más frecuentes, su faceta de ragazzo simpático que cae bien a todo el mundo. Llegar a través de ella hasta los niños fue casi inevitable. La transformación ocurrió en 1969 a raíz de una actuación en el Parque de Atracciones de Madrid.

Fiesta, Hoy también es fiesta, La guagua, El recreo, 003 y medio y Dabadabadá fueron sus programas más conocidos. A partir de 1979 recorrió España con un show representado en circos.

Carlos Toro