21 octubre 2009

El director de la revista del grupo ÉPOCA, Carlos Dávila, pasará a ser el director del nuevo periódico

Nace el nuevo periódico generalista LA GACETA, creado por el Grupo Intereconomía sobre los restos de LA GACETA DE LOS NEGOCIOS

Hechos

El 21.10.2009 el diario LA GACETA DE LOS NEGOCIOS pasó a denominarse LA GACETA y pasó de ser un diario económico a un diario generalista, dirigido por D. Carlos Dávila y editado por el Grupo Intereconomía de D. Julio Ariza.

Lecturas

En octubre de 2009 se oficializa la compra del periódico La Gaceta de los Negocios por el Grupo Intereconomía que preside D. Julio Ariza Irigoyen en lo que supone el fin del llamado Grupo Negocios.

El 21 de octubre de 2009 comienza la nueva etapa del periódico que ahora pasa a denominarse La Gaceta a secas con D. Carlos Dávila Pérez de Camino como director y Dña. Maite Alfageme como directora adjunta. El periódico La Gaceta compartirá la misma línea editorial que Intereconomía TV, hostil al Gobierno del PSOE y favorable al PP. La revista Época que hasta ahora era la principal publicación impresa de Intereconomía ahora pasará a ser un suplemento dominical dentro de La Gaceta.

La noche del 21 de octubre de 2009 ‘El Gato al Agua’ de Intereconomía TV celebra la aparición del nuevo periódico asegurando que ha sido un exitoso lanzamiento con 100.000 ejemplares.

EL FIN DEL GRUPO NEGOCIOS

IntereconomiaGaceta El primer paso para la creación de un nuevo periódico generalista estuvo en la compra, anunciada el 17 de septiembre, del hasta entonces diario económico LA GACETA DE LOS NEGOCIOS sin cabeza clara desde las marchas sucesivas de los Sres. Juan Pablo Villanueva y García Hoz. Su editor nominal era D. Eduardo Olier y su director D. Juan Bosco, aunque ambos serían relevados de sus puestos. El nuevo editor en calidad de Presidente sería D. Julio Ariza (presidente del Grupo Intereconomía) y su director D. Carlos Dávila (hasta ese momento director de la revista ÉPOCA).

La primera ‘galleta’ del director D. Carlos Dávila en el primer número de la nueva LA GACETA.

galleta

Columnistas de TELEMADRID

columnistaSomoano En LA GACETA de Intereconomía no sólo escribirán columnistas del grupo Intereconomía, también figuras de otros medios como por ejemplo de TELEMADRID como D. Julio Somoano y Dña. Ana Samboal.

Una ÉPOCA reforzada

Carlos Dávila

1-10-2009

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A estas horas ya conocerán ustedes que el Grupo Intereconomía se lanza al primer ruedo informativo con un periódico generalista que va a por todas, por decirlo de una forma castiza y gráfica: a comerse el mundo. LA GACETA no es ni una aventura ni un proyecto; es una realidad pensada que, naturalmente, va a tener un acompañamiento de primer orden: nuestra ÉPOCA, la revista que duele tanto como para mentir sobre ella y sobre su difusión, una difusión que no ha dejado de crecer espectacularmente en el último año y medio. ÉPOCA va a seguir siendo lo que ya es: una revista; no es un suplemento, no es un dominical al uso, es una revista de información general que reforzará la edición dominical de LA GACETA. Próximamente ofreceremos más información; ahora, si les parece, quédense con los contenidos de este número que ya tienen en sus manos. Entre ellos destaca un informe extraordinario sobre la prostitución anunciada, sobre ese negocio con el que todo el mundo, incluido el Parlamento, mira hacia otro lado. Eso si, el negocio sigue siendo rentable y no sólo para las propias putas.

Carlos Dávila

Los editores los prefieren tontos

Carlos Dávila

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Repasen la historia de los cuatro mejores directores del siglo XX español, y encontrarán una prueba bastante certera. A Emilio Romero, director de PUEBLO, lo pusieron en la calle, cuando sus señoritos, los sindicatos verticales del franquismo, creyeron que había dado lo mejor y lo peor también de lo que podrían extraer de él. Romero hizo escuela de Periodismo y dejó dictada una orden: “Cada día quiero un coño en la portada”. Y todos entendían lo que su director les había exigido, que todos los comprandores que se acercaran al kiosco vieran la primera página y exclamaran: “¡Coño!”. En una ocasión fui invitado a dar una charla en el Club Zayas y sin reparar, porque sencillamente no lo tuve en cuenta, que este club era un reino del Opus Dei, largué este recuerdo para asentar mi decisión de causar sorpresa a diario con la portada de LA GACETA. No gustó a la audiencia, la mayoría femenina. Una de estas asistentes se marchó un tanto indignada no sin antes obsequiarme con un ‘grosero’. Me temo que aquella tarde perdí una lectora, si se llegan a enterar los socios de aquella adornada señora me hubieran quitado el importe del sueldo.

Tampoco a Anson le trataron muy bien los editores del ABC y LA RAZÓN cuando prescindieron de su maestría, la que había logrado levantar un periódico en ruina absoluta, el ABC, y fundar otro por el que nadie daba un ochavo: LA RAZÓN. Terminó despedido cuando quiso entrar en las participaciones accionariales. A Pedro J. Ramírez, que se inventó EL MUNDO y que rescató antes a DIARIO16 desde el abismo en el que había caído en ventas, le laminaron primero Juan Tomás de Salas y después los italianos de RCS que le aplastaron con su inmensa mayoría de capital. ¿Algún superviviente? Sí, Juan Luis Cebrián, bien es cierto que abandonó la dirección de EL PAÍS cuando quiso y, sucesivamente, ha ido colocando a sus herederos cómo y cuándo le ha dado la gana. A Romero, primer caso, le enviaron a la calle; con Anson se declararon dos veces incompatible; a Pedro J. le doraron la píldora y al final le enseñaron, abruptamente, la puerta; se la abrió su heredero, hoy también destituido por razones digitales, o sea por el dedo del editor. Ese cese tuvo guasa.

EL día en que Julio Ariza me nombró yo no estaba para reflexiones de turbia prospectiva, únicamente me obsesionaba el transformar un periódico agónico, LA GACETA DE LOS NEGOCIOS, que regalaba más que vendía apenas mil quinientos ejemplares, en un producto para competir en las peores condiciones con las dos cabeceras de centroderecha ya mencionadas, que no albergaban el mínimo temor de que un invasor les fuera a causar la más pequeña pupa. Pero por entonces, 2009, ambos periódicos se distinguían por su inercia aburridísima, por sus contenidos entre los cuales no existía casi ninguno original. O sea, que por esa parte había hueco. Un dolor porque entonces gobernaba España un individuo, José Luis Rodríguez Zapatero, que volcó toda su indigencia intelectual en una osadía sin precedentes en los últimos sesenta años. Sólo encuentro dos antecedentes tan nefastos desde 1800: Fernando VII y Niceto Alcalá Zamora. Zapatero fue aún peor.

Con Zapatero en el palacio de la Moncloa, gobernando a golpe de revancha y pregonando necedades con vocación universal, España se quedó hecha trizas, víctima de un cenutrio con ambiciones en lo universal. Los dos periódicos del centroderecha vegetaban en una situación excepcional de confort. ABC intentaba recuperarse pese a la impronta de un director bajito, que creía que convertirse en el Ortiz de Bilbao podía poner a Madrid de Bruces, lo cual, aparte de error, fue su condena, el pecado de un personaje torvo que pateaba a todo aquel que destacaba sin su permiso. LA RAZÓN de entonces era Ussía, Alfonso Ussía y solo Ussía. EL MUNDO corría sin dorsal, por libre bajo el mando indiscutido entonces, pero ya seguido con recelo desde los editores de Italia, de Ramírez. Un panorama excitante para alguien con ganas de salir a la pista.

Por tanto no estaba el caso para ocuparse de los números, ni para exigir presencia accionarial inmediata que, por cierto, se me ofreció repetidamente como una falacia más en el entramado de aquel montaje empresarial. Los amigos proféticos, los que conocen tu entraña pronosticaron corta vida a mi aventura. Uno de ellos, José Luis del Valle, me dio la enhorabuena e inmediatamente me previno: “Dicho esto ¿qué hace un tío como tú en ese sitio, que tiene más trampas que una película de chinos?”. No le di pábulo porque en mi vida he hecho muy poco caso a las advertencias más preclaras, empezando por las de mi padre.