La Hemeroteca del Buitre

A finales de 1984 Antonio Asensio, que no puede consentir que las revistas del corazón le roben miles de lectores, lanza un productor nuevo con el que intenta acaparar este mercado. Piensa que LA REVISTA, dirigida por un periodista de la talla de Jaime Peñafiel, puede conseguir el espacio que aún le queda por llenar. Y le contrata para ello. Dos años después, tiene que dejarla.

“Era muy difícil competir en ese sector si no había millones sobre millones” declara Peñafiel, recordando su paso por Zeta. “Asensio quiso tirar la casa por la ventana, y a la primera embestida de ¡HOLA! Aguantó perfectamente. Pero a la segunda, LA REVISTA ya no pudo. Se nos acabó el dinero antes que a ¡HOLA! Puesto que ese tipo de publicaciones se mantienen a base de comprar exclusivas a unos precios que, al existir competencia, se disparan. La gente iba a donde le ofrecían más dinero y había una auténtica subasta. Todos los personajes vendían al mejor postor sus bodas, sus divorcios, sus embarazos y sus abortos…”