Nace la revista SÁLVAME, una publicación de cotilleos en torno a los personajes del programa de televisión del mismo nombre

La protagonista de la actualidad rosa tiene nombre propio: BELÉN ESTEBAN. La de San Blas parece no tener límites y su popularidad crece por momentos. Increíble pero cierto lo que estamos viviendo en los últimos días. ¿Quién había dicho que Belén estaba acabada? Su paso por el polígrafo la sitúa de nuevo en lo más alto. ¡La Esteban ha roto otra vez los audímetros!

Hay una cosa muy clara: esta mujer es un auténtico animal televisivo. Guste o no guste, es el personaje más mediático de la pequeña pantalla y sus intervenciones son seguidas por millones de personas. Mucha gente se pregunta qué tiene Belén. ¿Cómo es posible que alguien como ella arrastre a las masas de esta manera?

Si analizamos los personajes de la prensa rosa, no existe nadie igual, ni en España, ni fuera de nuestras fronteras. Ella no es actriz, ni cantante, ni famosa por su profesión. Lo de esta mujer es un caso único inexplicable. ¿Por qué Belén sigue enganchando al espectador si siempre cuenta lo mismo? No hay respuesta lógica. Son cosas que pasan, fenómenos sociales que no tienen una explicación racional. Lo que es evidente es que su discurso, su fuerza y su personalidad siguen cautivando.

Parecía que Belén ya lo había contado todo y que conocíamos su vida al detalle: su separación de Jesulín, las infidelidades del torero, su salida de Ambiciones, la mala relación con los Janeiro, sus peleas con la Campanario, sus continuos reproches al padre de su hija, su boda con Fran, la infidelidad de éste, sus rumores de embarazo… Parecía que no tenía nada más que contar. Pero no, aún había más. Esta semana la historia daba un nuevo giro. Jesulín contestaba a Belén Esteban después de diez años y ésta se enfrentbaa al polígrafo. Y por supuesto, la princesa del pueblo salía victoriosa. ¡Madre mía! Ni el mejor de los guionistas habría escrito un guión así.

Y aquí viene lo más trascendente. Los episodios más importantes de su vida han transcurrido siempre delante de las cámaras. El día a día de Belén se ha convertido en un verdadero reality. Ni ‘Gran Hermano’, ni ‘Operación Triunfo’, ni ‘Supervivientes’: la vida de la de San Blas es el reality que más interesa a los españoles.

Hay quien dice que todo es un negocio y que ella se aprovecha económicamente de toda esta historia. Puede ser, pero yo sinceramente creo que todo lo que le pasa es absolutamente verdad, y sus seguidores así lo entienden. El único peligro, quizá, es que ella ya no sabe vivir sin las cámaras. Y eso, si no se remedia, podría convertirse en un grave problema.

La princesa del pueblo va camino de convertirse en la reina. ¡Pero cuidado! La corona quizás pesa demasiado.

Aldo Ruiz