14 septiembre 1977

En su réplica Alfonso Guerra responde: "algunos no tienen ideario"

Pérez Llorca (UCD) critica en el Congreso el ideario marxista del PSOE y desvela que vetaron a Enrique Tierno Galván del grupo de ponentes de la Constitución

Hechos

En la sesión parlamentaria del 14 de septiembre de 1977 se produjo un debate entre representantes del Gobierno y de la oposición.

Lecturas

En la sesión parlamentaria del 14 de septiembre de 1977 se produjo un debate entre representantes del Gobierno y de la oposición. 

José Pedro Pérez Llorca (UCD) – El PSOE impone un pleno, no para hablar del paro o de los precios. ¿Cuál es el objetivo que el PSOE persigue? El Grupo que ha tenido la iniciativa de celebrar este pleno considera que es el único grupo democrático de esta cámara. Es esa preocupación maniquea, es esa preocupación egocentrista la que lleva a hacer cuestión de gabinete de la presencia de un profesor de derecho constitucional  en la ponencia de constitución [por el veto del PSOE a D. Enrique Tierno Galván], la que lleva a hacer cuestión de gabinete de que quienes habiendo sido elegidos diputados como socialistas no puedan usar como grupo parlamentario el nombre de socialistas [por el veto del PSOE a que el grupo parlamentario del PSP se pudiera llamar ‘socialista’].

El PSOE confunde el color rojo con el color púrpura y convierte a sus diputados en eminentes purpurados cardenalicios. O en los parientes del emperador. Yo he buscado donde está el origen de esta actitud. Creo poder encontrarlo en este manual, el que contiene las resoluciones del XXVII Congreso del PSOE, edición a cargo de Alfonso Guerra. Se dice lo siguiente, lo voy a leer en su literalidad ‘el PSOE propugna un método dialéctico de transición al socialismo que combina la lucha parlamentaria con la movilización popular en todas sus formas creando órganos democráticos de poder de base, cooperativas, asociaciones de vecinos, comités de pueblo, los comités de barrio, hasta que se cubra ese objetivo final de la sociedad sin clase y la consiguiente disolución del Estado y se cambie la administración de los hombres por la administración de las cosas existirá una etapa transitoria de transformación hacia el socialismo en el que serán necesarias intervenciones enérgicas y decisivas sobre las estructuras económicas de la sociedad burguesa. Consistirá en la aplicación real de la democracia y no su abolución. No descartamos, lógicamente, las medidas de fuerzas que sean precisas para hacer respetar los derechos de la mayoría haciendo irreversibles mediante el control obrero los logros de la lucha de trabajadores’. El párrafo no se lo salta un socialdemócrata y acabamos de comprobar que en el PSOE ni existen los socialdemócratas ni pueden existir socialdemócratas. No se sabe que asombra más ni la tortura a la que se ha sometido a la sintaxis del castellano, si afirmar que el parlamento es sólo ‘un instrumento más’ del poder, que se pone al mismo nivel, en el mismo plano que órganos como los comités de barrio. Creo que los comités de barrio son la traducción portuguesa de la vieja táctica soviética de los consejos cuyo último defensor fue el señor Vasco Gonzalbez con los resultados que ya se sabe. Y es grabe que el PSOE no descarte el recurso de la fuerza.

Alfonso Guerra (PSOE) – Quiero comenzar agradeciendo al representante del partido en el Gobierno que haya hecho tan magnífica defensa de nuestra proposición. Parece que ha dado muestras feacientes de serenidad y de razón y muy pocas de pasión. No vamos a entrar a discutir una ideología, que es la del Partido Socialista, que la tiene, otros ni siquiera tienen ideología. No vamos a entrar a discutirlo porque ya él ha hecho una difusión de nuestro programa, que le agradecemos.