5 diciembre 2023

Podemos rompe con Sumar y anuncia el pase al grupo mixto una semana después de confirmarse que Ione Belarra e Irene Montero no siguen siendo ministras

Hechos

  • El 5 de diciembre de 2023 los cinco diputados de Podemos anuncian que rompe con el grupo parlamentario de Sumar y pasan al Grupo Mixto.

Lecturas

El 5 de diciembre de 2023 a primera hora de la tarde el Canal Red, el canal de Internet dirigido por D. Pablo Iglesias Turrión, anuncia que los cinco diputados de Podemos, elegido en las listas de la coalición Sumar, abandonan esta formación y se pasan al Grupo Mixto. El día 6 de diciembre de 2023 la secretaria general de Podemos y diputada Dña. Ione Belarra Urteaga comparece para confirmar la decisión.

Los cinco diputados son la propia Dña. Ione Belarra Urteaga, D. Javier Sánchez Serna, Dña. Lilith Verstrynge Revuelta y Dña. Noemí Santana Perera.

Antes de que Podemos hiciera oficial su decisión, esta fue adelantada por Canal Red y su web, Diario Red.

Bajas en Podemos en Madrid.

Nada más conocerse la decisión de Podemos de romper con Sumar, D. Jesús Santos, coordinador de Podemos en Madrid anunció que abandonaba el partido. Una semana después también anunciaban su baja el que fuera candidato de Podemos a la alcaldía de Madrid, D. Roberto Sotomayor y la exportavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, D. Carolina Alonso. Todo ellos criticaban que la decisión de romper con Sumar no fuera sometida a votación y que se hubieran enterado de la decisión por el canal de Internet de D. Pablo Iglesias.

Jéssica Albiach se da de baja de Podemos.

Dña. Jéssica Albiach, candidata de Podem en Comú a la presidencia de la Generalitat en las últimas elecciones autonómicas catalanas, ha comunicado que se da de baja de Podemos.

05 Diciembre 2023

EXCLUSIVA: Podemos decide pasar al grupo mixto para garantizar su capacidad de acción política en el Congreso

Canal Red (Director: Pablo Iglesias)

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Tras la negativa de Sumar a que Podemos pueda intervenir en la comparecencia de Albares sobre Palestina, los morados han denunciado que ha faltado «la voz que con más contundencia ha condenado el genocidio en Gaza, reclamando a Sánchez que pase de las palabras a los hechos» y ha convocado un Secretariado urgente donde se ha tomado la decisión

«Ha sido la gota que ha colmado el vaso», trasladan fuentes de Podemos. «Después de que nos echasen del gobierno, dijimos que pasábamos página para poder ponernos a hacer política para transformar este país, que es lo único que nos importa.» Pero la hostilidad de Sumar contra Podemos en el grupo parlamentario ha continuado, señalan las mismas fuentes.

Respecto del hecho de que Yolanda Díaz decidiese dejarlos sin portavocía adjunta en el Congreso —ya desde el principio de la legislatura y a diferencia de otros partidos que forman parte del mismo grupo parlamentario con menos representación—, desde Podemos recuerdan que esto implica no tener firma y, por lo tanto, no poder presentar ningún tipo de iniciativa. «Nos han bloqueado todo lo que hemos intentado presentar; desde lo más grande a lo más pequeño. Desde una ley sobre Doñana a una PNL en defensa de los derechos humanos y civiles en Senegal», enumeran los morados. «Recientemente incluso se han apropiado de una ley trabajada en la legislatura anterior por Podemos sobre el Sáhara Occidental para presentarla ellos con su firma», añaden.

En el debate de investidura y, a diferencia de lo que ocurría en la legislatura anterior con Unidas Podemos, donde se repartían los tiempos de intervención entre los diferentes partidos de la coalición, Sumar ya dejó fuera a los morados sin mayor explicación. «Y ahora impiden que Ione Belarra, que ha adquirido una dimensión internacional por su posición valiente en el tema de Palestina, intervenga en la comparecencia de Albares», señalan desde la formación. «Es algo que, además de no tener ningún sentido político, ha provocado que hoy haya faltado la voz que con más contundencia ha condenado el genocidio que está perpetrando Israel en la Franja de Gaza y en Cisjordania y que de forma más concreta ha exigido a Pedro Sánchez que pase de las palabras a los hechos», explican desde Podemos.

Este nuevo veto en un asunto de la máxima importancia política para los morados ha sido el último de una larga lista y el que ha confirmado que, «desde Sumar, no van a parar en sus intentos de evitar que hagamos política. Y nosotras no venimos a las instituciones a calentar el sillón. Nosotras hemos dado el paso que hemos dado para perseguir la transformación social y para eso nos ha votado la gente en las elecciones». Por ello, el Secretariado de Podemos se ha reunido esta tarde de urgencia y ha decidido que las cinco diputadas de la formación morada abandonen el grupo parlamentario de Sumar para integrarse en el grupo mixto.

«Es la única vía que nos han dejado para garantizar que podemos seguir haciendo política en el parlamento», señalan a Diario Red las fuentes consultadas. «Nos habría gustado poder hacer política transformadora desde el grupo parlamentario de Sumar, pero nos han dejado muy claro que iban a hacer lo que hiciera falta para impedirlo. Esto también es una forma de dejar de hablar de nosotras mismas y poder dedicar todo nuestro esfuerzo a mejorar la vida de la gente, que es para lo que estamos aquí», concluyen.

07 Diciembre 2023

El lugar de Podemos

EL PAÍS (Directora: Pepa Bueno)

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Los morados rompen el acuerdo con Sumar para arrogarse la llave de la mayoría parlamentaria en busca de perfil propio

La mayoría que sostiene al Gobierno, una de las más complejas de gestionar de la democracia, queda aún más fragmentada a partir de la decisión de Podemos de romper el grupo parlamentario de Sumar para integrarse en el Mixto. Se libera así de la disciplina de la formación de Yolanda Díaz, y gana visibilidad en los debates. La líder de los morados, Ione Belarra, aseguró que no van a poner en peligro el Gobierno, pero dejó claro que quieren tener propia voz en las negociaciones de las leyes.

Podemos nunca aceptó ver diluida su marca con otros dentro de Sumar. En mayo, la evidente división y el empeño en acudir a los comicios municipales y autonómicos al margen de fuerzas afines disgregó el voto y fue determinante para dar a la derecha la capacidad de gobernar en muchos lugares. En julio aceptó la integración electoral en Sumar en una agria negociación que dañó la imagen de la izquierda. Tras el veto a la exministra de Igualdad, Irene Montero, teatralizado después en el traspaso de carteras, se hizo evidente que Podemos no se sentía parte de la actual coalición de Gobierno.

Montero era la voz más alta de Podemos después de que su pareja, Pablo Iglesias, abandonara la política institucional. Su continuidad estaba descartada por la gestión de la Ley de Libertad Sexual, un episodio en el que Iglesias y Montero sienten que la ministra fue humillada por sus propios socios por un error del que eran corresponsables, con el silencio de Díaz. La animadversión personal de ambos hacia la vicepresidenta —agitado de forma permanente por sus fieles— no ha sido un factor menor en la ruptura.

Podemos canalizó hace una década el descontento de la generación del 15-M, demostró que había una ambición de izquierdas sin representación política en España y devoró a IU. La potencia de su discurso, el atractivo de sus líderes y la ágil articulación territorial permitió mayorías progresistas impensables pocos años antes, por ejemplo, en los ayuntamientos de Madrid y Barcelona. Alcanzó a tener cinco millones de votos y 69 diputados. Cuando llegó la oportunidad de condicionar el Gobierno, exigió formar parte de él, para disgusto del PSOE, y desde las instituciones logró decantar hacia la izquierda muchos debates sociales y no pocos económicos. Pero el enroque personal, el activismo como forma de ejercer el poder institucional y las sucesivas purgas internas han ido reduciendo su predicamento a la vista de todos. Podemos es un partido en evidente retroceso y sin presencia en muchos territorios. La incapacidad para promover una renovación real de liderazgo tras la salida de Pablo Iglesias y el ensimismamiento de su estrategia lo han dejado reducido a cinco diputados, obtenidos bajo el paraguas de Sumar.

Sumar actuó este miércoles como si la ruptura le pillara por sorpresa. Existía el compromiso escrito de mantener el grupo parlamentario unido toda la legislatura. No se entiende por qué ese acuerdo no era público. Los acuerdos que no lo son no comprometen a nadie más allá de la coherencia de permanecer con quienes ampararon su marca para conseguir el resultado electoral que les llevó al Congreso. A pesar de las evidentes intenciones de Podemos, Díaz ha mantenido oficialmente la ficción de que la unidad no corría peligro. Cuando firmó un pacto de Gobierno de coalición con el PSOE hablaba en nombre de 31 diputados, pero de facto solo tenía 26. El fracaso también es en parte suyo por no haber sido capaz de articular el encaje de los morados en su proyecto. El único culpable de la ruptura es Podemos, pero la responsabilidad es compartida.

06 Diciembre 2023

Irenismo-Transfuguismo

Antonio Maestre

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"Han sufrido ataques feroces, como cualquier organización de izquierda contestataria a lo largo de la historia, pero esa construcción victimista es en sí misma la constatación de un fracaso. Del marxismo-leninismo al irenismo-victimismo, y ahora, al irenismo-transfuguismo..."

No ha hecho falta napalm, se han quemado a lo bonzoPodemos ha certificado su desaparición definitiva dando prioridad a los intereses empresariales de una pyme antes que a los intereses colectivos de sus votantes. Es el final de Podemos como instrumento con capacidad de transformación y la definitiva mutación en un partido sectario servil a una empresa familiar . No es lo mejor para Podemos, pero sí es lo mejor para la sociedad limitada montada tras la salida del exvicepresidente. No se puede analizar lo que ha ocurrido en Podemos con Sumar sin mirar la necesidad de un empresario para crear las condiciones favorables a su negocio. Nos equivocaremos si analizamos el transfuguismo de Podemos mirando solo a la necesidad política.

Carolina Alonso, exdiputada de Podemos en la Asamblea de Madrid y número 2 al Ayuntamiento en las anteriores elecciones municipales, dijo ayer que se enteró por Canal Red de que su partido se pasaba al grupo mixto. No descartaría que Ione Belarra se hubiera enterado también de la misma manera. La excusa para pasarse al grupo mixto ha sido que no han dejado a hablar de Palestina a Ione Belarra en el Congreso, que como mérito por encima de Santos Maraver, un diplomático con años de experiencia en relaciones internacionales, tenía el haber llevado un pañuelo bordado por mujeres palestinas y colocar en su fondo armario la kufiya. Belarra se ha creído de verdad un referente sobre la causa palestina y cree que su discurso es imprescindible, piensa que sin su voz la izquierda perdemos el oremus, que no tenemos faro, ni Edward Said, ni Illán Pappé, se cree de verdad que la necesitamos. Lo cierto es que Ione Belarra solo pasará a la historia como enterradora de Podemos y es para lo único que sí es imprescindible.

Podemos se ha convertido en tránsfuga. Es normal que nieguen que han hecho lo mismo que Sayas y Adanero, porque hay pocos personajes más nocivos y despreciables, pero es lo que son. El pacto antitransfuguismo del año 2020 deja poco espacio a la interpretación: «A los efectos del presente Acuerdo, se entiende por tránsfugas a los y las representantes locales, autonómicos y estatales que, traicionando al sujeto político (partidos políticos, coaliciones o agrupaciones de electores) que los y las presentó a las correspondientes elecciones, hayan abandonado el mismo, hayan sido expulsados o se aparten del criterio fijado por sus órganos competentes». Una adenda lo deja más claro aún: «Cuando surgiesen dudas sobre qué personas han incurrido en transfuguismo, será el sujeto político que los ha presentado». Sumar ya ha dicho que los cinco de Podemos son tránsfugas . Es a quien corresponde decirlo, al sujeto político con el que se presentaron en las elecciones. Mal que les pese a los cinco, en las papeletas el logo era el de la coalición Sumar.

Irene Montero no tenía ninguna duda en calificar una actitud de este tipo cuando Meri Pita abandonó el año pasado la disciplina de Unidas Podemos pasándose al grupo mixto: «Lo coherente, cuando una persona es elegida en una lista electoral y con un programa electoral y abandona el grupo parlamentario, es que deje el acta. El transfuguismo es un fraude a los ciudadanos y a las ciudadanas«. No vamos a pedir coherencia a estas alturas a Podemos. Pero que quede reflejado. Podemos sacó cinco diputados porque se presentaron en coalición con Sumar. Su peso efectivo se midió en las elecciones del 28M y desaparecieron de todas las plazas con más peso electoral. Si se hubieran presentado por separado es difícil que hubieran sacado representación, pero se valieron de las siglas de Sumar para parar el golpe y lograr cinco diputados que patrimonializar ahora traicionando a sus votantes. Los electores de Sumar en Murcia o Canarias se han quedado sin diputados. Los tránsfugas de Podemos les han robado el voto. Que den explicaciones en su tierra si tienen valor para hacerlo.

La decisión de pasarse al grupo mixto se ha tomado en una mesa en Galapagar. Como todas las decisiones importantes que no pueden permitirse someter a la militancia cuando tienen miedo de que salga un resultado desfavorable. 49.089 personas votaron que querían ir en coalición con Sumar en una consulta a la militancia que han hurtado a los mismos para pasarse al grupo mixto, el mismo partido que preguntó sobre la compra del chalé en Galapagar ha considerado que la decisión más importante de la historia reciente del partido se debe tomar en una redacción. El adanismo que Podemos ha mostrado en sus años de historia será el que lo sepulte. Un partido de 10 años de edad se cree imprescindible para la izquierda. En serio, es que se creen imprescindibles. La soberbia es propia de quien tuvo un éxito rápido e incontestable y no supo asumirlo. El ego les embriagó y no han sabido gestionar la emborrachera de poder tan fulminante.

Podemos ya no existe como partido de izquierdas, ahora solo existe el Irenismo y su ideología es el victimismo. Esa huída hacia adelante fue la manera que encontraron de sobrevivir para salir de la crisis de comunicación y política que emanó de la aprobación de la ley del sí es sí, la negación rotunda de que habría excarcelaciones y rebajas de condena antes de que empezara a producirse un goteo incesante tenía como objetivo destruir a Irene Montero. Así que la convirtieron en una víctima, del mismo modo que Pablo Iglesias lo fue antes, y así, por elevación, Podemos y todos sus militantes. Es una evidencia que la conversión de una organización de izquierdas en únicamente una víctima solo puede construirse con hechos ciertos que configuren una realidad absoluta de forma creíble. Han sufrido ataques feroces, como cualquier organización de izquierda contestataria a lo largo de la historia cuando ha salido de su irrelevancia y ha puesto en cuestión el sistema, pero esa construcción victimista es en sí misma la constatación de un fracaso. Del marxismo-leninismo al irenismo-victimismo, y ahora, al irenismo-transfuguismo.

Irene Montero ya es solo un fetiche con el que identificar un proyecto que no se sostiene por sus políticas, ideas y prácticas. Podemos mutó hasta perder el norte. Para ellos el feminismo ya no es el mayor movimiento histórico de justicia social a la misma altura transformadora que el movimiento obrero, el femenismo es Irene Montero. Si ella no ocupaba el ministerio de Igualdad con la consiguiente capacidad para repartir asesorías, salarios y nóminas ya no existía el feminismo ni las políticas públicas que defiendan la igualdad efectiva de las mujeres. No defienden las políticas públicas feministas, defienden que sea Irene Montero quien esté en el ministerio de Igualdad porque no importa el qué, sino el quién. Solo les importa su supervivencia, y la decisión de pasarse al grupo mixto es la última muestra de que operan con una lógica interna de defensa sectaria de la organización. No les mueve la necesidad de las clases populares, solo su futuro, porque hay que estar muy alienado para considerar que sin Ione Belarra, Lilith Verstrynge, Javier Sánchez Serna, Martina Velarde y Noemí Santana actuando como ente autónomo no hay un futuro de esperanza para la clase trabajadora. Pobre izquierda si de esos representantes dependiera su representación.

05 Diciembre 2023

Jesús Santos rompe con Podemos

Jesús Santos

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Mis diferencias políticas con el núcleo dirigente de Podemos son hoy enormes. Basta con ver cómo he practicado la política estos años en mi municipio y cómo lo han hecho ellos para constatar que vemos las cosas de manera diferente. Especialmente durante este último año, los caminos que hemos emprendido, en los hechos, son diametralmente opuestos.

Los resultados electorales de esta línea política también son reveladores, con un derrumbe tanto autonómico como municipal generalizado en todo el país del que sólo nos salvamos las experiencias que nos atrevimos a ensayar prácticas políticas diferentes a las pregonadas por el núcleo duro de la dirección.

Lo fácil sería decir que Podemos se ha movido de su posición durante todos estos años, algo que sería cierto pero incompleto. Lo honesto es reconocer que todas y todos sin excepción, nos hemos movido porque el país ha cambiado y eso ha exigido, sin renunciargruesas. Un recorrido del núcleo morado que es legítimo pero que no comparto.

Las últimas y más notorias discrepancias han sido las relativas al nacimiento de Sumar. La negativa del núcleo morado a participar en Magariños se hizo en base a una profecía autocumplida que ha terminado con un choque total e incomprensible para la amplia mayoría de la población. En vez de hacer valer su capital político para influir sobre el rumbo estratégico de esta nueva herramienta, el núcleo dirigente de Podemos entendió este proceso como una competición por la propiedad del espacio. Daría para una reflexión más profunda, pero mi discrepancia principal radica en que no creo que los espacios políticos ‘preexistan’ a la voluntad del pueblo y que baste con ocuparlos, sino que es la gente, con su voto, la que acaba validando o rechazando las diferentes propuestas estratégicas y políticas. En esencia, Sumar no se explica principalmente por determinadas maniobras particulares, sino porque, a tener de la nueva realidad política, una parte del país nos reclama que hagamos las cosas de manera diferente. Ahí está el fondo del asunto.

No soy partidario de las cartas que se escriben para contentar a todo el mundo. El espacio de la transformación debe normalizar las discrepancias políticas y buscar, con sensatez, maneras para expresarlas y resolverlas o, en el caso de que no fuera posible, esforzarse por gestionar con responsabilidad para que no castiguen al país y su gente. Debe hacerlo, a la vez, sin paños calientes y sin reproches personales. Esto no va de personas, va de qué propuesta política es la que permite a España ganar un futuro más próspero, justo y sostenible en el que podamos vivir mejor.

Con esta carta presento la dimisión de todas mis responsabilidades en Podemos y confirmo que abandono el proyecto morado. Lo hago dejando patente, a la vez, mi discrepancia con el rumbo que la organización ha decidido emprender y mi respeto hacia toda la buena gente con la que he tenido el placer de trabajar durante todos estos años. Tengo la esperanza de que volvamos a reencontrarnos en una situación más propicia que nos permita seguir cambiando el país, juntas y juntos.

Por otro lado, no me gustaría despedirme sin dejar claro que los éxitos logrados en Alcorcón son un patrimonio de todo el espacio político. Nosotros no cabemos en Podemos, pero en Ganar Alcorcón cabe todo el mundo. Las puertas de nuestro proyectos están abiertas a todas las personas que, independientemente de su afiliación política, quienes sumar para seguir construyendo un Alarcón que mire al futuro con esperanza. Porque de eso va la política y de eso va esta carta.

Atentamente.

Jesús Santos

11 Diciembre 2023

Roberto Sotomayor rompe con Podemos

Roberto Sotomayor

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Hoy presento esta carta de dimisión de un órgano de dirección en donde prácticamente ya no se consulta ninguna decisión importante, ni siquiera la de salirse del GP Sumar en unos momentos trascendentales para nuestro país, con una extrema derecha desatada en nuestras calles. Esta última decisión es otro paso más de una estrategia estatal que ha renunciado a los territorios y a la construcción de un Frente Amplio. Es incomprensible que los miembros de un órgano de dirección se enteren antes por Canal Red de esta noticia y que no haya sido consultado a los inscritos previamente con una pregunta clara.

Y es precisamente aquí donde mantengo la diferencia política más importante: la renuncia al Frente Amplio y la doble militancia. Existe una necesidad, reclamada en las calles, demandada por organizaciones de la sociedad civil, asociaciones vecinales, y colectivos sociales de configurar un Frente Amplio en nuestra ciudad que acabe ya con las políticas nefastas del PP desde hace décadas. No comparto la decisión de no permitir la doble militancia de manera categórica: puede servir para recomponer lazos rotos, viejas complicidades y entenderse el uno con el otro con el objetivo, precisamente. de construir unidad. Desgraciadamente Podemos ha renunciado a ello. Esto me ha conllevado a escuchar demasiadas veces aquello de ser un ‘traidor’ quizá porque la posición siempre más complicada es de quien pretende tender puentes.

Podemos necesita más que nunca consolidar un proyecto municipalista en Madrid. Solo así tendrá mimbres de crecimiento. La renuncia de Podemos al municipalismo se vio reflejada en la decisión de no acudir al acto de Magariños, para mi fecha clave en el transcurso de las pasadas elecciones municipales. La decisión de la dirección Estatal de no acudir pese a que los candidatos a la Comunidad y la ciudad de Madrid, junto a Jesús Santos, pedimos estar, puso en peligro nada menos que el futuro de nuestra organización en la región. Se eligió la peor de las estrategias posibles. Nadie a día de hoy ha asumido sus responsabilidades políticas, excepto los propios candidatos que, después del 28M hemos sufrido la invisibilidad más absoluta y la desconsideración de sus dirigentes.

Durante las últimas semanas he visto con preocupación como el desánimo y la decepción se ha apoderado de nuestro espacio: se desinflan los círculos y el activo político se marcha o se desactiva. La salida de gran parte del Área Joven de la Comunidad de Madrid es un buen ejemplo. La renovación del partido no existe. Quizá haga falta otra hornada de dirigente que no esté tan implicada emocionalmente en esta batalla interna. El tejido social nos ve con rechazo.

Desde las elecciones municipales he trabajado sin descanso por fortalecer Podemos, hice campaña por Sumar en las Generales porque el objetivo era parar a la extrema derecha: volvería a hacerlo. El pasado mes anuncié mi presentación a las primarias de Madrid ciudad, tras la dimisión de Luis Nieto.

El día 8 de diciembre acababa el plazo para abrir el proceso de primarias en la ciudad de Madrid y renovar todos sus cargos. A día de hoy no solo no se ha abierto, sino que además se dice que nuestro Reglamento no es válido y que ahora necesitamos otro. Todo ello me obliga a reconsiderar mi decisión, por eso anuncio que retiro mi candidatura.

Ganar unas primarias dividiendo aún más a la militancia no es ganar. Me lo dijo una compañera hace tiempo, Carolina Alonso, una mujer que se ha dejado la vida personal, laboral y familiar en este proyecto en Madrid, y que ha sido pieza clave en momentos críticos. Algún día se reconocerá su trabajo y esfuerzo, estoy seguro. No comparto este atrincheramiento y bunkerización de las posiciones. Mi forma de entender la política precisamente la contraria, y esta experiencia de la candidatura me ha enseñado que hoy más que nunca es preciso abrir nuestro partido para atraer a la gente. Hace mucho tiempo que dejamos de hablar al país, y solo hablamos a los militantes.

El nacimiento de Sumar ha sido, sin duda, otro elemento importante. Podemos tuvo la oportunidad de influir sobre esta nueva herramienta, pero en lugar de eso, se ha decidido por confrontar directamente como si de un campeonato por saber quién se quedará con el espacio se tratara. De esta manera perdemos todos, Sumar, Podemos, y el país que, a través de los millones de votantes progresistas que siguen creyendo en esa izquierda valiente y transformadora ven con ojos atónicos todo lo que está ocurriendo. Se rompen ilusiones y esperanzas por poner por encima de egos personales.

Con esta carta presento mi dimisión del Consejo Ciudadano Estatal y mi baja del partido, no sin antes agradecer el trabajo de las buenas gentes que me he encontrado todos estos años. Estoy convencido que nuestra visión conjunta y nuestra apuesta personal por seguir transformando nuestro país, nos hará reencontrarnos en algún camino.

En política, la lealtad no tiene que ser a las personas, sino a las ideas y a los proyectos. El proyecto de la unidad sigue siendo el que más me representa y frente a todo y pese a todo, seguiré trabajando y colaborando para que Madrid, por fin, tenga le proyecto político que se merece: un Frente Amplio de todas las fuerzas progresistas posibles construido desde abajo. Nunca renunciaré a un Frente Amplio en mi ciudad.

Ganar Madrid fue uno de nuestros lemas en campaña. No hay día que no me levante soñando con que esto suceda. Porque, al fin y al cabo, tanto en la política como en el deporte, de eso se trata, de hacer posible lo imposible.

Atentamente,

Roberto Sotomayor

 

11 Diciembre 2023

Carolina Alonso rompe con Podemos

Carolina Alonso

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En septiembre de 2022 la dirección Estatal de mi partido no cuenta conmigo para encabezar ninguna lista electoral, el motivo esgrimido es que yo estaba «muy manchada de Podemos». Es duro asumir un veto, pero en política es más común de lo que pensamos. Aunque eso sí, mejor no aplicarlo si este no va a ser asumido por las rencillas que se generan.

Los dos perfiles que nos propusieron fueron Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor, perfiles frescos llegados de la sociedad civil, y que suponían una oportunidad para abrir el partido y ampliarlo. Un acierto. Es por ello que no entiendo como se ha decidido dar la espalda a nuestros futuros en Madrid, a nuestros candidatos, a la gente joven, o por que se ha decidido licuar las estructuras del partido, negándose a abrir una Asamblea Ciudadana Estatal.

Siempre me he caracterizado por hablar claro: podría irme de aquí diciendo simplemente que estoy cansada y no sería mentira, pero tan solo sería una parte de la verdad y creo que hace falta decir ciertas cosas. La lealtad no es sumisión, la lealtad es a los proyectos y a las ideas, no a las personas.

No comparto la línea política de la dirección Estatal, no estoy de acuerdo con este cambio de rumbo del partido que es copernicano. No comparto que hayamos renunciado a construir un Frente Amplio ni que celebremos romper con Sumar, cuando es evidente que es un fracaso del espacio en su conjunto y que, además, se haga sin debate político previo en el Consejo Ciudadano Estatal, sin una consulta explícita a las bases y que nos tengamos que enterar de todo ello por Canal Red en exclusiva.

La decisión de la dirección estatal de no acudir a Magariños a pesar de que desde Podemos Madrid, Jesús Santos, los candidatos y otros defendimos lo contrario, fue un gran error que nos pasó factura en lo electoral. No solo eso, en realidad estábamos renunciando al Frente Amplio bajo la excusa de que había quien no nos quería allí, por lo tanto, regalábamos el espacio. Muy buena estrategia no resultó ser.

No comparto que no hayamos hecho un análisis sincero de lo ocurrido el 28 de mayo, que nos ha llevado a perder casi un 45% de apoyo popular en toda España. Nadie ha asumido responsabilidades por ello, más allá de señalar a los territorios como únicos responsables de esta situación.

No comparto la política de trinchera, de bunkerización, que es básicamente enmendar el nacimiento de Podemos, al punto de renunciar a gobernar. Me da la sensación de que no hemos peleado con todas nuestras fuerzas por estar en el Ministerio de Derechos Sociales, cerrándonos a una única posibilidad, el Ministerio de Igualdad. Llevamos demasiado tiempo sin hablar al país, nos dirigimos solo a la militancia.

No comparto que seamos capaces de romper nuestras alianzas con los Comunes o con IU para intentar construir una suerte de entente con fuerzas independentistas. En general, no me gusta esta hoja de ruta saliente de la Conferencia Política que nada tiene que ver con lo que siempre ha sido Podemos.

He intentado dar cauce a todo esto de manera interna abriendo debates para una reflexión colectiva, porque no creo en las salidas individuales de proyectos colectivos, pero reconozco que me ha sido imposible. Desgraciadamente me he encontrado un muro infranqueable y con más agresividad de la esperada, y lo siento de corazón, no por mí, sino por gente como Roberto o Alejandra que se han encontrado con más ataques de los previstos y, por supuesto, inmerecidos.

No quiero pasar por alto todo lo vivido durante estos meses, y a pesar del inmenso cariño que le tengo a este proyecto, doy un paso atrás, renuncio a la vida orgánica del partido y regreso a la militancia de base en el barrio.

En el corazón me llevo el cariño de la militancia que me ha apoyado durante todos estos años. Mi gratitud a todas esas personas que han trabajado codo con codo junto a mí. El tiempo dará y quitará razones. He pretendido dar siempre lo mejor de mi con mis errores y mis aciertos. Estoy segura de que nos seguiremos encontrando en algún camino que nos llevará a la conquista de una sociedad mejor. Nunca renunciaré al Frente Amplio, nunca renunciaré a las puertas abiertas en los espacios políticos y nunca renunciaré a tener una ciudad digna para vivir. Madrid bien merece esta oportunidad.

Atentamente,

Carolina Alonso Alonso

Carolina Alonso