14 octubre 2007

Críticas del PSOE a las palabras del cabeza de lista del PP en el Parlamento Europeo

Mayor Oreja sobre la Dictadura franquista: «¿Por qué voy a condenarla si hubo muchas familias que la vivieron con placidez?»

Hechos

El 14.10.2007 D. Jaime Mayor Oreja concedió una entrevista al diario LA VOZ DE GALICIA en la que habló de su posición con respecto al Gobierno del General Franco (1936-1975).

Lecturas

Entrevista de D. Enrique Clemente (LA VOZ DE GALICIA) o D. Jaime Mayor Oreja:

-¿Por qué le cuesta tanto al PP condenar el franquismo?

-Porque eso forma parte de la historia de España. Yo no lo he condenado, yo elogio y alabo la transición democrática. ¿Cómo voy a condenar lo que, sin duda, representaba a un sector muy amplio de españoles?

-Por esa misma lógica, tampoco condenará el nazismo o el estalinismo, porque muchos alemanes y soviéticos los apoyaron.

-En la guerra hubo dos bandos y en el nazismo solo uno.

-En el franquismo solo hubo un bando que reprimía.

-También hubo dos, porque el franquismo fue la consecuencia de una Guerra Civil en la que hubo dos bandos. No es lo mismo que el régimen nazi, donde había un solo verdugo.

-Entonces, dejando al margen la Ley de la Memoria Histórica, ¿no considera pertinente condenar el franquismo?

-No, por muchas razones. ¿Por qué voy a tener que condenar yo el franquismo si hubo muchas familias que lo vivieron con naturalidad y normalidad? En mi tierra vasca hubo unos mitos infinitos. Fue mucho peor la guerra que el franquismo. Algunos dicen que las persecuciones en los pueblos vascos fueron terribles, pero no debieron serlo tanto cuando todos los guardias civiles gallegos pedían ir al País Vasco. Era una situación de extraordinaria placidez. Dejemos las disquisiciones sobre el franquismo a los historiadores.

18 Octubre 2007

Felación

Maruja Torres

Leer
Nadie como don Jaime Mayor Oreja ha sabido definir mejor, utilizando la palabra justa (placidez: agrado, tranquilidad, alegría, jocunda), aquello que sintieron en el franquismo o con el franquismo (no bajo el franquismo) quienes se hallaban en el bando adecuado.

Como persona que vive del uso profesional de las palabras y personalmente enamorada de más de una -ellas no se tienen celos-, he sido abducida por el encanto de la combinación de un adjetivo y un sustantivo que me parecen muy adecuados. Me asaltan a menudo estos amores gramaticales, que se acumulan y que, conforme pasan los días, se superponen, permitiendo que los nuevos hallazgos -palabras como promesas, palabras como recuerdos, palabras que ningún viento puede llevarse- se conviertan en la punta de un iceberg, que pronto será recubierta también por otro flechazo verbal.

Acostumbrada a asomarme temprano a la pantalla del ordenador -aunque no desdeño la inmersión en fotos y filmaciones-, fui presa de la pasión mencionada leyendo elpais.com. Pronto, rauda, llegó a mi hogar de Barcelona la versión impresa que, negro sobre blanco -dos vocablos que ni los sáncheces ni los dragones han conseguido ensuciar- impresionó mi previa impresión. «Extraordinaria placidez», leí, corroboré, ratifiqué. Creo que nadie como don Jaime Mayor Oreja (y que me perdonen Acebes, Aznar, Rajoy y toda la panda: no le llegan ni a la suela de la trompa de Eustaquio) ha sabido definir mejor, utilizando la palabra justa (placidez: agrado, tranquilidad, alegría, jocunda), aquello que sintieron en el franquismo o con el franquismo (no bajo el franquismo) quienes se hallaban en el bando adecuado. El añadido del adjetivo en su femenina concordancia, «extraordinaria», no sólo remata sino que revive aquellos placenteros días.

De aquellas plácidas extraordinariedades devienen estas histéricas crispaciones, sin duda. Debe de ser muy duro abandonar el colchón de plumas que venía parejo con la placidez que, todo lo más, pedía un obsecuente referéndum de cuando en cuando, para hallarse en este sinvivir de permanente campaña electoral, con el miedo, además, de salir perdiendo.

No soy columnista equidistante, pero siempre hay que lamentar la pérdida de aquella… ¿cómo era? Perdonen, pero lo he olvidado. Sí, lo sé. Se trataba de un sustantivo precedido por un adjetivo…. Quia. Ni modo.

Acabo de ser arrebatada por dos palabras recién aparecidas en mis medios favoritos. Felación, monja. Qué plácida me siento.

Maruja Torres

El Análisis

¿POR QUÉ ES NOTICIA?

JF Lamata

La izquierda se llevaba las manos a la cabeza cada vez que alguien de la derecha se atrevía a negarse a condenar lo que hizo la derecha durante la Guerra Civil española y dictadura posterior, como antes había pasado con Doña Mercedes de la Merced. Pero, en el fondo… ¿qué tiene de raro? ¿Acaso no es normal que la derecha de 2007 sea un poco más comprensiva con la derecha de 1936, al igual que la izquierda de 2007 sería más comprensiva con la izquierda de 1936? Cada cuál tiene el padre que tiene. D. Jaime Mayor Oreja estaba ligado al régimen anterior al igual que su tío y mentor, D. Marcelino Oreja Aguirre, que fue consejero del Movimiento Nacional franquista (en el sector más aperturista, justo es decirlo, pero franquista a fin de cuentas). En el fondo, lo noticiario habría sido si el Sr. Mayor Oreja, de la derecha, mostrara su apoyo por el bando de izquierdas en la Guerra, no fue así.

J. F. Lamata