5 octubre 1966

El periódico público PUEBLO mantiene desde abril un enfrentamiento abierto con el diario privado EL ALCÁZAR, gestionado por la sociedad PESA

Prosigue el choque entre PUEBLO (nacional-sindicalista) y EL ALCÁZAR (Opus Dei), ahora por las elecciones sindicales en Marconi

Hechos

El 5.10.1966 el diario PUEBLO publicó el editorial ‘Corre la insidia’.

Lecturas

Los periódicos Pueblo de Emilio Romero Gómez y El Alcázar (PESA) de José Luis Cebrián Boné vuelven atacarse mutuamente en editoriales a raíz de la forma de informar sobre las elecciones sindicales de la empresa Marconi.

Est0s d0s periódicos, el diario público Pueblo y el diario privado El Alcázar llevan polemizando de manera frecuente desde la llegada de la libertad de prensa por la Ley Fraga, en un conflicto que comienza con unas elecciones sindicales y con la aparición del sector liberal vinculado al Opus Dei.

05 Octubre 1966

CORRE LA INSIDIA

PUEBLO (Director: Emilio Romero)

Leer

EL ALCÁZAR al dar cuenta de las elecciones sindicales en la empresa Marconi, titulaba ostentosamente el pasado lunes: “Perdieron los oficialistas”. El texto – más preciso, aunque no menos malévolo – explicaba que en algunas categorías de la citada empresa habían triunfado los nuevos candidatos sobre los que se presentaban a la reelección. La noticia corrobora la oportunidad y la honestidad de las elecciones, por muy insidiosa que sea su versión. Las elecciones se hacen para que los electores queden auténtica, actual y fielmente representados. Para convertir este hecho satisfactorio en una mala noticia EL ALCÁZAR tiene que retorcer la realidad y atribuir la calificación de oficialistas a los enlaces que no han obtenido la ratificación de sus compañeros de trabajo. La calificación es arbitraria, incierta y ofensiva para los candidatos aludidos y para la Organización Sindical, ya que parece sugerir el padrinazgo oficial a ciertas candidaturas en perjuicio de otras y de la libertad de los electores.

En el sindicalismo de todo el mundo existen dirigentes que llevan en sus cargos treinta y cuarenta años y a los que nadie ha motejado nunca de oficialistas, oficiales u oficiosos. Estos veteranos acreditan, con la permanencia de sus funciones, la confianza renovada y reiterada de sus representados. Por eso la veteranía en la representación es un título de consecuencia sindical que no permite la asimilación desdeñosa a ninguna clase de oficialismo.

El síntoma de algunos antiguos enlaces sean sustituidos por hombres nuevos denota el interés de los trabajadores por la representación sindical. El fenómeno de renovación, que tales resultados corroboran, es una confirmación de la voluntad de los sindicatos de alcanzar todos sus objetivos.

Sólo una mentalidad anquilosada en las imágenes de la vieja picaresca electoral puede relacionar las elecciones sindicales de hoy con el sainete de aquellas luchas entre encasillados y cuneros que EL ALCÁZAR parece evocar en su maliciosa referencia.

Ante un caso tan notorio de parcialidad informativa, no merece la pena entrar en el examen de la significación que el diario vespertino atribuye a los enlaces derrotados ni el cómico matiz apostólico concedido a los triunfales. La realidad es que en las elecciones hay lucha, precisamente porque apasionan sus resultados e importan las actitudes de los enlaces con relación a los problemas laborales y sindicales de ahora. Esta realidad tiene tanta evidencia que prevalece en las columnas de EL ALCÁZAR sobre el retorcimiento insidioso de esta información poco ejemplar.

EL ALCÁZAR – periódico constituido por miembros del Opus Dei y estimulado sin duda por su animadversión inadecuada a la Organización Sindical – se precipitó a pronosticar reiteradamente la indiferencia y el desinterés de los trabajadores por las elecciones y los sindicatos. Los hechos no han confirmado de su pesimismo. Esta sensación de fracaso en sus augurios es lo que quizá explique la secreción de mal humor que el diario vespertino libera contra unas elecciones que todos reconocen como ejemplares por su sinceridad, libertad y limpieza. Advertimos a nuestro colega que la perseverancia en la insidia y en la instrumentación de voces demasiado conocidas nos obligará, por nuestra parte, a dejar las cosas en su sitio, no con procedimientos de ‘santa maffia’ sino por un imperativo de arrancar antifaces.

06 Octubre 1966

MAL ESTILO

EL ALCÁZAR (Director: José Luis Cebrián Boné)

Leer

PUEBLO se ha preocupado de dar a sus lectores la versión oficial de las elecciones sindicales. Nosotros, sin desdeñar esa importantísima fuente de información – que nuestro colega tiene en régimen lógicamente privilegiado – hemos preferido, en nuestro afán de servir al obrero español, buscar las noticias en el mismo lugar donde se producen. Por eso, enviados especiales de EL ALCÁZAR se han desplazado a Asturias, Guipúzcoa, Vizcaya y Cataluña para narrar, en directo, a nuestros lectores el desarrollo de la primera fase de las elecciones sindical y la opinión del mundo laboral sobre las mismas.

Ahora, nuestro querido colega, parece molestarse al comprobar lo completa que resulta nuestra información. En su número de ayer, en un editorial de pésimo estilo, pretende achacarnos falta de objetividad porque no nos hemos limitado a dar la versión oficial de los acontecimientos. ¿Por qué oculta PUEBLO noticias como, por poner un ejemplo, la que ayer difundieron las agencias sobre el rechazo en Madrid por la Junta Provincial de Elecciones de dos conocidos candidatos a enlaces sindicales?

Nos parece una evidente falta de serenidad y una palpable muestra de dogmatismo intolerante el que PUEBLO nos tacha de insidiosos porque pretendamos simplemente servir al mundo laboral español con la mayor información posible sobre las elecciones sindicales, ya que es nuestra obligación como periódico.

No contestamos a la amenaza final del desafortunado editorial de PUEBLO, ni a los ataques abiertamente falsos e insidiosos, que, por puro afán de distraer la atención, en él se nos hacen.