Reaparece la cabecera INFORMACIONES editada por la nueva empresa PREIMSA encabezada por Pérez Escolar y José Pérez Guerra

Hemos querido iniciar esta nueva etapa de INFORMACIONES con una referencia a lo que nos parece más perentorio en el orden de los valores políticos: la idea de Espaa. No una cierta idea de España, sino la idea esencial que nuestra historia patria exige.

De ahí que en una coyuntura que se caracteriza por el zarandeo del concepto, entre lo que unos quieren situar más allá de las autonomías y otros más acá de un Estado moderno, nosotros nos situaos en un punto medio que no conoce ni excesos ni restricciones.

En definitiva, este es un periódico que desde el número que marca su nueva navegación profesional se propone ser patriótico sin usuras interesadas ni disimulo intermedios que corresponden a trasnochados aldeanismos locales. De ahí que hayamos elegido la realidad de Madrid y de su público para atenernos a la medida de ese crisol hospitalario y abarcador que el tópico, con toda justicia, atribuye a la capital de España.

En la noción del nuevo regeneracionismo que proponemos como idea-invitación entra con plenitud el patriotismo sin alharacas, la diversidad sin abusos, la unidad sin fisuras, junto a la institución monárquica, símbolo por antonomasia de esa unidad y el respeto a la Constitución perfeccionarle.

Las ilustres personalidades que han entrado en nuestra encuesta inaugural han enfocado la idea de España en toda su pluralidad de dimensiones. Nos felicitamos de que ésta haya sido nuestra primera pulsación de los criterios públicos.

CINCO DÍAS, fundado en 1978 por un grupo de profesionales relacionados con la información económica, había tenido unos comienzos dignos, aunque austeros, enfrascado en la dura batalla de subsistir en unos momentos – ¡que alejados de los tiempos actuales! – en los que no había ningún periódico especializado en tan abrupta materia.

Con unos presupuestos tan ajustados como sus medios, el diario fue subsistiendo hasta que la empresa todavía con una frágil consistencia, decide participar en la resurrección del viejo INFORMACIONES, el diario que había desaparecido con la última puntilla proporcionada por el empresario catalán Sebastián Auger.

La aventura, impropia para una empresa que apenas si tenía solvencia para aguantar el peso de un periódico, se salda con un rotundo desastre informativo y económico. El remedo de INFORMACIONES – que no guardaba la más mínima relación con el talante liberal de aquel otro que consumió su vida en el caserón de la calle de San Roque – cierra y CINCO DÍAS ve sensiblemente minada su salud financiera.

Que el hombre es el único animal predestinado inexcusablemente a tropezar dos veces en la misma piedra se demostró con la nueva resurrección de INFORMACIONES, el periódico que, como hemos visto, dejaron caer los banqueros con estrépito. En el proceso de liquidación de los bienes de Prensa Castellana salió a subasta la cabecera del periódico, y con bastante antelación al día señalado recibí la visita de Emilio Botín padre, quien según me dijo, había cambiado impresiones con Manuel Gortázar, consejero delegado del Banco de Vizcaya, y con Antonio Alegre, presidente de Unesa, íntimamente vinculado al grupo March. El presidente del Santander reconoció: “Ha sido un tremendo error la conducta seguida por la banca con INFORMACIONES en contra de tus puntos de vista sobre la manera de llevar el peiródico” y me propuso algo insólito: que me adjudicara la cabecera en la próxima subasta y en su nombre ofreciese a periodistas afines el apoyo necesario para propiciar la nueva salida del periódico, habida cuenta de que ‘los aspectos de carácter económico para llevar a cabo la empresa quedarán satisfactoriamente resueltos”. Lo que Emilio Botín me reiteró con motivo de un consejo de administración de Carburos Metálicos que se celebró en Barcelona, después del cual me invitó a almorzar para exponerme con gran lujo de razones algo que me sonaba con fuerza: la procedencia de que un periódico independiente y de signo liberal asumiera la defensa de la empresa privada y la economía de mercado.

Bien es verdad que la reciente experiencia sobre la deplorable conducta de los banqueros en el periódico movía a recelo, a pesar de unas seguridades expuestas de manera tan explícita, pero en Madrid cambié impresiones con dos periodistas del antiguo INFORMACIONES con los que había mantenido buena relación, José Pérez Guerra y Antonio González, los cuales se apuntaron con entusiasmo a la idea de que le periódico saliese nuevamente a la calle. Ambos procedieron a redactar los estudios sobre la viabilidad del medio asegurándome que con una publicidad de unos 350 millones de pesetas al año estaban dispuestos a abordar la aventura. Puse todos estos antecedentes en conocimiento de Emilio Botín, al que envié copia del proyecto, y mantuve con él otras dos entrevistas en su despacho de Bankinter, en donde me reiteró que la operación no ofrecía la menor dificultad, por lo que en mi presencia procedió a hablar por teléfono con su hijo Emilio (esta vez sí lo encontró en su despacho y no le llamó asno), para darle cuenta del compromiso que había contraído conmigo. Incluso llamó al presidente de Media Planning para dejar constancia de que al nuevo INFORMACIONES había que inyectarle 350 millones anuales de publicidad al menos durante cuatro años. El resultado de esa conversación se concretó en las siguientes palabras, grabadas a fuego en mi memoria: “Todo resuelto, Rafael, adelante con el proyecto. Esta vez va a ser un éxito. Cuentas con mi garantía”. He de confesar, lo que es indigno de mi condición de abogado con larguísima experiencia en los ámbitos bancarios, el flalo garrafal que cometí al no haber exigido al rutilante banquero que reflejara sus promesas en una carta, aunque no podía imaginarme el grado de indignidad a que podía llegar aquel hijo de perra. Por lo que no dudé en otorgar el 17 de mayo de 1982, en unión de los periodistas José Pérez Guerra y Antonio González la escritura de constitución de Prensa Independiente Madrileña S. A. (PREIMSA). La ayuda prometida (mucho más que una promesa: “cuentas con mi garantía”) se estimaba suficiente, a pesar de su modestia, para mantener dignamente la viabilidad del periódico, sobre todo al estar apoyado en el orden técnico por el prestigioso equipo de CINCO DÍAS. Mientras tanto, y con objeto de cubrir la financiación que requería la etapa preliminar de la publicación, se concertaron determinadas operaciones de crédito por cien millones de pesetas, en las que intervine como avalista.