20 mayo 2009

Revienta el matrimonio entre Silvio Berlusconi y Verónica Lario, la prensa de izquierdas airea los reproches de la aún primera dama mientras que la prensa berlusconista carga contra ella

Hechos

En mayo de 2009 se hizo público que la esposa de D. Silvio Berlusconi le solicitaba el divorcio.

Lecturas

«Francamente, no me esperaba esta tormenta», ha confesado en una entrevista en la cadena de televisión Rai Uno, en la que ha acusado a la prensa de haber publicado «cosas falsas» y ha denunciado haber sufrido «ataques personales basados en la columnia«. (05-05-2009).  «Todo es culpa de la izquierda y de su prensa», ha recalcado. Y es que Berlusconi ha negado tanto la acusación de frecuentar menores hecha pública por su mujer -algo que ha calificado de «mentira«- y el hecho de que quiera incluir a modelos y actrices guapas y famosas en sus listas para las elecciones europeas -«una invención«.

Antecedentes:

Las reprimendas de la primera dama

>La esposa de Berlusconi criticó esta semana que su marido elija candidatas procedentes del mundo del espectáculo y denunció que el primer ministro acudió al cumpleaños de una joven de 18 años.

>Lario ya se había dirigido a la opinión pública en 2007, después de que Berlusconi flirteara abiertamente con Mara Carfagna en una entrega de premios televisivos. El Cavaliere pidió matrimonio a la ex ‘showgirl’ -ahora ministra- ante las cámaras. Su mujer exigió disculpas públicas y Berlusconi pidió perdón.

LA PRENSA-PRO BERLUSCONI AL ATAQUE:

El periódico LIBERO dirigido por D. Vittorio Feltri, abiertamente pro-Berlusconi, publico en protadas imágenes de Lario cuando era actriz mostrando los pechos y el titular ‘Verónica, velina ingrata’.

01 Mayo 2009

Campaña de linchamiento contra la mujer de Berlusconi

Irene Hernández Velasco

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Confirmado: Veronica Lario, la mujer de Silvio Berlusconi, se ha erigido en la gran oposición al Gobierno de Il Cavaliere.La prueba está en que los seguidores del actual primer ministro italiano han iniciado una durísima campaña de acoso y derribo contra ella. El motivo: haberse atrevido a criticar en público la intención inicial de su marido (posteriormente rectificada) de presentar como candidatas a las próximas elecciones europeas a 25 modelos, vedettes y ex aspirantes a Miss Italia.

Los periódicos italianos de derechas se lanzaban ayer a degüello contra la primera dama. En la página web del Partido de la Libertad (la formación que lidera Berlusconi) Veronica era sistemáticamente descalificada por los leales de Il Cavaliere. En numerosos blogs y páginas web conservadoras también se arremetía sin piedad contra ella. Por no hablar de los muchos diputados de Berlusconi que, de manera anónima, lamentaban el comportamiento de la mujer del jefe.

Pero, quizá, el ataque más duro contra Veronica Lario procedía de Libero, el rotativo que dirige Vittorio Feltri y que se caracteriza por su encarnizado apoyo a Il Cavaliere. El diario llevaba ayer en portada tres fotos de Veronica Lario en sus tiempos de actriz de teatro y variedades, en una de las cuales se la veía con sus generosos senos al aire. «Veronica, ingrata», acusaba el titular de portada del Libero, subrayando que al igual que las starlets y modelos a las que ahora tanto critica también la señora Berlusconi una vez se abrió camino a costa de lucir palmito.

Y eso era sólo el principio. El propio Vittorio Feltri atacaba a Veronica en su columna, acusando a la mujer de Silvio Berlusconi de ser «mujer extravagante, quizá excéntrica y seguramente peligrosa para Berlusconi». El director del Libero recomendaba el internamiento de la esposa de Il Cavaliere en un psiquátrico. Además, otra columnista de ese periódico abogaba por liberar a Veronica de la pesada carga que para ella parece suponer Berlusconi y la animaba a pedir el divorcio.

Il Giornale, el periódico propiedad del hermano de Berlusconi, era algo más comedido, pero tampoco escatimaba críticas contra Lario. Acusaba a la primera dama de estar fallando a su marido y de estar traicionándose también a si misma. El rotativo subrayaba como la actual Veronica es muy distinta de aquella que en 2004 declaró ufana: «Creo haber sido la mujer perfecta para Silvio, para el tipo de hombre que es. Ha podido concentrarse en sí mismo y en su trabajo, gracias a tener una mujer que no le ha echado en cara su ausencia dentro de la familia, que no ha creado rivalidades y que jamás le ha hecho la guerra».

Incluso Il Foglio, el periódico del que es propietaria Veronica Lario (aunque muchos sospechan que sólo lo es de fachada y en realidad es Il Cavaliere su dueño) embestía contra ella. «Querida Veronica: nadie aquí soñaría siquiera con poner en discusión sus afectos privados, su papel como esposa y madre de los hijos del primer ministro, su derecho a expresarse en la más absoluta libertad. Faltaría más. ( .) Pero esta vez su protesta pública es incomprensible», aseguraba el director del periódico, Giuliano Ferrara, en su comentario de ayer.

Y qué decir de los comentarios que circulaban por internet .En la web del Partido de la Libertad se la crucificaba. «¿Quién era Veronica antes de conocer a Berlusconi? No se escupe en el plato en el que se come», le echaba en cara un usuario. «Señora Veronica: deje ya de criticar y quédese sentadita en la montaña de millones de su marido», se leía en otro comentario. «Berlusconi, divórciate», apremiaban muchos fieles a Il Cavaliere.

20 Mayo 2009

Papi, en la encrucijada

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Se llama Verónica. Lo que no ha podido un centro-izquierda dividido y llorón, lo está pudiendo Verónica Lario, la mujer de Berlusconi durante los últimos 30 años. Ella, más que nadie, ha logrado poner contra las cuerdas el poder cada vez más absoluto de Il Cavaliere. Su carta a la agencia Ansa acusando a su marido de ser un emperador, de frecuentar a menores, de no estar bien de la azotea y de promover un sistema político y social que se basa en la belleza femenina y olvida lo ético es un rejón difícil de asumir. Incluso por Berlusconi, probablemente el único primer ministro del mundo capaz de recibir semejante rapapolvo y mantenerse arriba en las encuestas. Genio de la manipulación populista y mediática y plusmarquista mundial de procesos y absoluciones, se siente impune. Y con razón. Es el secreto de su éxito, el centro de gravedad de la sociedad del espectáculo. Como muchos otros: Bush, Cheney o Trillo. Berlusconi lo era hasta que salió Lario.

Su puñetazo al mentón ha revelado al mundo el peor tufo dictatorial de Il Cavaliere. Sigue siendo el editor del mayor grupo mediático del país y a la vez es jefe de Gobierno, de modo que su control de la información televisiva es casi total. La autocensura y la censura, los chistes cínicos y machistas, y los movimientos más o menos subterráneos para intentar adocenar a la información escrita conforman una estrategia descarada de acometida a la libertad de prensa que los periodistas italianos sufren de forma cada vez más intensa. Lario, rebelándose contra la diabólica retórica entre lo público y lo privado, lo falso y lo verdadero, que marca el sello Berlusconi, se ha convertido en un modelo. Claro y al grano.

La Repubblica ha resumido en 10 preguntas las numerosas dudas que engendran las aventuras políticas, prostáticas y narcisistas de Berlusconi. Le ha mandado el cuestionario, y ha sucedido lo único posible. Ira y silencio. Clinton también tardó lo suyo en contar la verdad sobre Lewinsky. En Italia no hay impeachment. Pero sería muy saludable para

la democracia italiana que Mr. Impune tomara lápiz y papel, y contara al mundo por qué le llaman Papi.

30 Noviembre 2009

Berlusconi tiene oposición

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Tal y como van las cosas en Italia, la única oposición que parece resistir los embates de Silvio Berlusconi es la de su ex esposa Veronica Lario. Ateniéndose a las hemerotecas, parecería que los primeros desacuerdos del matrimonio fueron políticos antes que conyugales. Lario defendió posturas contrarias a las de su marido en asuntos de bioética y también sobre la guerra de Irak, saliendo públicamente en defensa de los manifestantes contrarios a la invasión decidida entre abrazos y sonrisas en las Azores. Y cuando ya fueron desacuerdos conyugales, no dejaron de presentar un cierto ángulo político. No por voluntad de Lario, que siempre se mantuvo en segundo plano, sino por los peculiares criterios que Berlusconi emplea para elaborar las listas electorales y formar Gobierno. De lo que exige a los candidatos, poco se sabe aunque mucho se imagina. Pero por lo que respecta a las candidatas, la primera condición que les impone es que despierten su pasión de septuagenario fogoso. Y eso, como dejó dicho Lario en una carta abierta publicada en La Repubblica, serán cosas de la política, pero atenta contra su dignidad de esposa.

En tiempos de crisis, no puede haber política que no sea económica. El principio vale también para los matrimonios que naufragan, al menos para matrimonios como el que forman todavía Silvio Berlusconi y Veronica Lario. El regateo sobre la pensión que el primer ministro deberá pasar a su ex esposa parece de otra galaxia sindical, donde el patrón ofrece por resolución de contrato 200.000 euros anuales y la otra parte exige un contrato blindado por valor de 43 millones, en cómodas mensualidades de tan sólo 3,5 hasta el final de sus días.

Pobre del juez que tenga que resolver sobre el asunto, y no sólo por las presiones que presumiblemente recibirá; también porque no es seguro que Berlusconi no cambie las leyes de familia según le vaya haciendo falta. Si Veronica Lario gana este combate, un rayo de esperanza iluminará a muchos italianos. No porque haya triunfado una esposa humillada, que es un problema privado, sino porque su victoria demostraría algo de lo que la Italia política está tan necesitada, como es la posibilidad de oponerse y ganar a Berlusconi.